21 febrero VIERNES, 6ª semana del tiempo ordinario
de la carta del apóstol Santiago 2,14-24.26:
De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: «Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago», y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve? Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta. Alguno dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.» Tú crees que hay un solo Dios; muy bien, pero eso lo creen tambien los demonios, y los hace temblar. ¿Quieres enterarte, tonto, de que la fe sin obras es inútil? ¿No quedó justificado Abrahán, nuestro padre, por sus obras, por ofrecer a su hijo Isaac en el altar? Ya ves que la fe actuaba en sus obras, y que por las obras la fe llegó a su madurez. Así se cumplió lo que dice aquel pasaje de la Escritura: «Abrahán creyó a Dios, y esto le valió la justificación.» Y en otro pasaje se le llama «amigo de Dios.» Veis que el hombre queda justificado por las obras, y no por la fe sólo. Por lo tanto, lo mismo que un cuerpo sin espíritu es un cadáver, también la fe sin obras es un cadáver.
Salmo 111 R/. Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R/.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R/.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo. R/.
evangelio según san Marcos 8,34–9,1:
En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.»
Y añadió: «Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Santiago, como buen hebreo, llama a la coherencia, a la concordancia entre el decir y el hacer. Uno puede creer que cree, pero es la vida la que delata aquello que de verdad creemos. Creer no se puede quedar a nivel de ideas o palabras huecas. Son las acciones quienes hablan de la fe de quien las hace, por eso es tan contundente: muéstrame tu fe sin obras, que yo por mis obras te mostraré mi fe. Es como decir de otra manera lo que ya encontramos en los evangelios en un dicho del Señor: el árbol se conoce por los frutos o bien el famoso capítulo 25 de san Mateo, el llamado "examen final" (tuve hambre y me diste de comer, ...). Ambos textos están en la misma línea. O sea, que la Palabra de Dios no cesa de recordarnos que un hijo/a de Dios se muestra en realizar las obras que Dios quiere y éstas son en relación a la conducta, cuidado del prójimo, empezando por el más cercano. No tenemos en nuestras manos arreglar todo el mundo, pero tenemos unas manos para colaborar en arreglar el mundo.
Jesús, en el Evangelio, reúne a discípulos y a cuantos le seguían para hablarles de la misión y del seguimiento. Sus consignas siguen siendo válidas hoy para nosotros. Nos invita a “tomar la cruz propia” y a “seguirle”, es decir a caminar en la vida como él camino, a hacer la historia de hoy como él hizo la de entonces. Y el cirineo nuestro es él mismo, porque Jesús resucitado camina a nuestro lado y su Espíritu nos empuja a avanzar por la vía del amor, estemos viviendo lo que estemos viviendo.
LA VOZ DE UN MONJE ESPAÑOL
Enséñame a ser manso con los que no me quieren, o me desprecian... Enséñame esa ciencia que Tú desde la cumbre del Calvario muestras al mundo entero.
San Rafael Arnaiz Barón (1911-1938), monje trapense español
Escritos Espirituales 07/04/1938
20 febrero JUEVES, 6ª semana del tiempo ordinario
de la carta del Apóstol Santiago 2,1-9:
No juntéis la fe en Nuestro Señor Jesucristo glorioso con la acepción de personas. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado. Al otro, en cambio: Estate ahí de pie o siéntate en el suelo. Si hacéis eso ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino, que prometió a los que le aman? Vosotros, en cambio, habéis afrentado al pobre. Y sin embargo, ¿no son los ricos los que os tratan con despotismo y los que os arrastran a los tribunales? ¿No son ellos los que denigran ese nombre tan hermoso que lleváis como apellido? ¿Cumplís la ley soberana que enuncia la Escritura: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo?» Perfectamente. Pero si mostráis favoritismos, cometéis un pecado y la Escritura prueba vuestro delito.Salmo 33 R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Bendigo al Señor en todo momento,su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha v lo salva de sus angustias. R/.
Evangelio según San Marcos 8,27-33:
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Felipe; por el camino preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas.» Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?» Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías.» Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.Y empezó a instruirlos: «El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los senadores, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar a los tres días. Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió, y de cara a los discípulos increpó a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!»PARA VIVIR ESTA PALABRA
Santiago es muy claro y no se anda con rodeos, nos dice: “no juntéis la fe con la acepción de personas”. La confesión de fe no sólo es de palabra, sino que debe estar respaldada por las obras, ésta es la fe que salva. La mejor manera de demostrar nuestra fe es mediante la caridad, cumpliendo la ley del amor para con el prójimo. Nos dice San Pablo en la carta a los romanos: “El que ama al prójimo ha cumplido la ley” (Rom. 13,8); y en otro lugar: “la caridad es, por tanto la ley en su plenitud” (Rom. 13,10).
Toda la vida del cristiano debe estar orientada a este fin: amor a Dios y al prójimo. Todos nuestros sacrificios, oraciones y limosnas carecen de sentido si no tienen como fin último el amor al hermano: “si no tengo caridad, nada soy” (1 Cor. 13,2). El apóstol Santiago le llama la ley soberana que enuncia la Escritura: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Hacer acepción de personas, es decir, diferenciar a las personas por su estatus social o su nivel económico o su profesión o su procedencia, o lo que sea, considerando a unas más que a otras va en contra de la voluntad de Dios, ya que Él nos ha hecho a todas iguales en dignidad. La dignidad más grande es que somo hijos e hijas de Dios, todo lo demás son "inventos" humanos. La igualdad radical de los seres humanos es confesión de fe cristiana, aunque luego en la práctica no seamos capaces de tratar igual de bien a cualquier persona y siempre acabamos haciendo distinciones, acepción de personas.
Intentemos traer a la mente siempre que toda persona es digna y tratémosla como nos gustaría que nos tratasen a nosotros.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
19 febrero MIÉRCOLES, 6ª semana del tiempo ordinario
de la carta del Apóstol Santiago 1,19-27:
Tened esto presente, mis queridos hermanos: sed todos prontos para escuchar, lentos para hablar y lentos para la ira. Porque la ira del hombre no produce la justicia que Dios quiere. Por lo tanto, eliminad toda suciedad y esa maldad que os sobra y aceptad dócilmente la Palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos, pues quien escucha la Palabra y no la pone en práctica, se parece a aquel que se miraba la cara en el espejo, y apenas se miraba, daba media vuelta y se olvidaba de cómo era. Pero el que se concentra en la ley perfecta, la de la libertad, y es constante, no para oír y olvidarse, sino para ponerla por obra, éste encontrará la felicidad en practicarla. Hay quien se cree religioso y no tiene a raya su lengua; pero se engaña, su religión no tiene contenido. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.Salmo 14 R/. ¿Quién puede habitar en tu monte santo, Señor?
El que procede honradamentey practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R/.
El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R/.
El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.
Evangelio según san Marcos 8,22-26:
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Le trajeron un ciego pidiéndole que lo tocase. Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: «¿Ves algo?» Empezó a distinguir y dijo: «Veo hombres, me parecen árboles, pero andan.» Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró; estaba curado, y veía todo con claridad.Jesús lo mandó a casa diciéndole: «No se lo digas a nadie en el pueblo.»
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Santiago, como buen hebreo, recuerda al creyente que primero es escuchar y luego actuar. A nosotros muchas veces nos ocurre lo contrario: hacemos, hacemos y luego nos paramos. El shemá Israel recuerda al pueblo de Dios también que lo primero es la actitud de ESCUCHA: escucha Israel.
La fe es obediencia a lo escuchado. Sin escucha de la Palabra no habría fe. Y la fe crece volviendo a escuchar y reflexionando para poner en práctica lo escuchado. No se puede quedar en el mundo de las ideas; al final es la vida la que dice y convence.
La escucha de la Palabra no es un acto exterior en nosotros, porque la Palabra de Dios “ha sido plantada” en nosotros. Por eso, para escucharla, también hace falta un mínimo de capacidad de interioridad.
Santiago identifica la Palabra de Dios y “la ley perfecta, la de la libertad”. La Palabra, entonces, no es un conjunto de normas a cumplir, sino un camino de libertad a descubrir y vivir.
Finalmente, nos desvela qué significa practicar o vivir la Palabra: “visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo”.
En el evangelio, Jesús acoge la petición de los que se acercan con el ciego, y como en otros relatos de curaciones, se aleja para tener un encuentro profundo y personal con él. El texto, aunque es corto, describe claramente la cercanía de Jesús con este hombre: “tomó de la mano al ciego… poner saliva en sus ojos, le impuso las manos...”
Jesús puede curar todas nuestras cegueras, pero hemos de dejarnos tocar por El, hemos de consentir hacer este camino con El, ir reconociendo qué es lo que vemos y qué es lo que aún no vemos.
Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar; pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar. (Winston Churchill)
17 febrero MARTES, 6ª semana del tiempo ordinario
de la carta del apóstol Santiago 1,12-18:
Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. Cuando alguien se ve tentado, no diga que Dios lo tienta; Dios no conoce la tentación al mal y él no tienta a nadie. A cada uno le viene la tentación cuando su propio deseo lo arrastra y seduce; el deseo concibe y da a luz el pecado, y el pecado, cuando se comete, engendra muerte. Mis queridos hermanos, no os engañéis. Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni periodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas.
Salmo 93 R/. Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor
Dichoso el hombre a quien tú educas,
al que enseñas tu ley,
dándole descanso tras los años duros. R/.
Porque el Señor no rechaza a su pueblo,
ni abandona su heredad:
el justo obtendrá su derecho,
y un porvenir los rectos de corazón. R/.
Cuando me parece que voy a tropezar,
tu misericordia, Señor, me sostiene;
cuando se multiplican mis preocupaciones,
tus consuelos son mi delicia. R/.
evangelio según san Marcos 8,14-21:
En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían mas que un pan en la barca. Jesús les recomendó: «Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes.»
Ellos comentaban: «Lo dice porque no tenemos pan.» Dándose cuenta, les dijo Jesús: «¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?» Ellos contestaron: «Doce.» «¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?» Le respondieron: «Siete.» Él les dijo: «¿Y no acabáis de entender?»
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Santiago sigue animando a ver en la prueba una oportunidad para experimentar la autenticidad de la propia fe. «¡Feliz quien soporta la prueba¡». Dichoso el que mantiene la fe y la esperanza en medio de la tentación y las tribulaciones de la vida. Sabiendo también que éstas no vienen de Dios. Lo que si contamos es con la fuerza de Dios, con su Espíritu Santo para vencer como Jesús y convertir esa ocasión en una ocasión para AMAR de verdad y con libertad, no porque las circunstancias me lo faciliten o lo impiden. Amar es un acto de la libertad. Aunque alrededor no haya facilidades, es desde dentro donde se decide Amar en toda ocasión. Costará más, por supuesto, pero teniendo los ojos fijos en Jesús, es posible.
Jesús pone en guardia a los discípulos porque se les cuela la mentalidad (levadura) de los fariseos y de Herodes ¿Aún no entendéis que Dios se ha hecho presente a través de Jesús, para remediar nuestros males y dar sentido a nuestra vida en una nueva creación, en la instauración del Reinado del Amor que es tarea de todos nosotros? Este es el reto al que nos invita Jesús, a poner en marcha esta nueva forma de vivir.
Mantener los ojos "viendo" y los oídos "escuchando" no es fácil. Es más facil funcionar automáticamente, pero eso no es vivir humanamente. Aprender en cada situación a ver con la mirada de Jesús y oir como él escucha es un don a pedir cada día. Desarrollar la atención consciente no es una técnica solo de la espiritualidad oriental, es también una exigencia para el cristiano/a, llamado/a a darse cuenta de lo que vive y vive a su alrededor.
LA VOZ DE SANTA GERTRUDIS
¡Oh, si solamente aquí abajo pudiera percibir un poco, los delicados rayos de tu belleza…, por lo menos saborear anticipadamente tu dulzura, saborearte de antemano, tu que eres mi herencia elegida! (cf Sal. 15,5)… Tú eres el espejo resplandeciente de la santa Trinidad que permite contemplar a los de mirada pura y limpio corazón (Mt 5,8): allí arriba cara a cara, aquí abajo sólo un reflejo. (Santa Gertrudis d'Helfta (1256-1301), monja benedictina, Ejercicios, n° 5 ; SC 127)
16 febrero, lunes, 6ª semana del tiempo ordinario
de la carta del apóstol Santiago 1,1-11:
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus dispersas. Hermanos míos, teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase de pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la constancia llega hasta el final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna. En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que se la pida a Dios. Dios da generosamente y sin echar en cara, y él se la dará. Pero tiene que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo, porque quien titubea se parece al oleaje del mar sacudido y agitado por el viento. Un individuo así no se piense que va a recibir nada del Señor; no sabe lo que quiere y no sigue rumbo fijo. El hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale el sol y con su ardor seca la hierba, cae la flor, y su bello aspecto perece; así se marchitará también el rico en sus empresas.
Salmo 118 R/. Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor
Antes de sufrir, yo andaba extraviado,
pero ahora me ajusto a tu promesa. R/.
Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes. R/.
Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R/.
Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R/.
Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R/.
Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo. R.
evangelio según san Marcos 8,11-13:
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: «¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación.» Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
La CARTA DE SANTIAGO es una especie de "homilía", que contiene una serie de exhortaciones morales. Su estilo sentencioso se asemeja al de los escritos sapienciales del Antiguo Testamento. Los temas expuestos se van sucediendo de manera bastante libre, a veces por una semejanza verbal o por una antítesis. Estas exhortaciones, destinadas a servir de guía para la vida cristiana, están dirigidas a "las doce tribus de la Dispersión" (1. 1), es decir, a las comunidades judeocristianas diseminadas fuera de Palestina, que constituían el "nuevo Israel". El autor de esta Carta es identificado comúnmente con Santiago, "el hermano del Señor" que presidía la comunidad de Jerusalén y ocupó un lugar relevante en la "asamblea" de los Apóstoles.Santiago insiste, sobre todo, en la necesidad de probar la autenticidad de la fe. En el texto de hoy por la PERMANENCIA en ella a pesar de las dificultades o pruebas. Permanecer anclados en la fe no es fácil. "Rugen tormentas y a veces nuestra barca parece que ha perdido el timón" dice una canción, pero sabemos que es precisamente en la dificultad donde se ve realmente aquello que creemos y valoramos. Santiago nos hace este sencillo razonamiento, si eres constante llegarás a la perfección. Si ves que te falta, pídelo a Dios que él da con generosidad. Y nos enfrenta con una pregunta crucial ¿de verdad sabes lo que quieres? Porque hay gente sin rumbo, dice, que no sabe lo que quiere.
Es necesario siempre saber dónde se está, saber dónde se quiere ir y tener la voluntad para llegar allí. Con la ayuda de Dios se puede.
Si quieres, guardarás los mandatos del Señor,
Dichoso el que, con vida intachable,
Hermanos:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: «Todavía puede volver el reino a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá.»
Hemos pecado con nuestros padres,
En aquellos días, Pablo y Bernabé dijeron a los judíos: «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."»
Alabad al Señor, todas las naciones,
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Jesús envía a sus discípulos sin dinero, sin alforja y sin otro calzado, es decir, sin seguridades. Ligeros de equipaje, pobres y, por tanto, ¡¡libres!!.
La riqueza ata. Cuando se tienen bienes hay que estar al cuidado de ellos. Si se pierden por accidente, por robo o por lo que sea, se pierde la paz, se pone uno nervioso. Además a lo que tienes siempre le quieres añadir algo más, pues una cosa llama a la otra.
Jesús no descalifica los medios humanos, siempre que se queden en medios, pero lo malo es que se convierten en fines. No tenemos que perder nunca de vista lo esencial. Y lo esencial es el Reino de Dios, el Evangelio, sus valores y las actitudes que brillaron en Jesús.
Jesús tampoco quiere que pierdan el tiempo por el camino. De ahí la prohibición de saludar. Porque no era un simple decir "hola" o "adios" como hoy, sino que en el mundo judío tenía su "protocolo ceremonioso". Esta prohibición muestra la urgencia de su misión. Jesús no prohíbe la cortesía pero entre los judíos el saludar “correctamente” requería tiempo y ceremonia. La palabra griega ASPAZOMAI “significa literalmente atraer a uno; de ahí saludar, dar la bienvenida". Un saludo o una despedida se hacían generalmente con abrazos y besos que indica la posibilidad de retraso en el viaje debido a los frecuentes saludos.
Cuando el rey Salomón llegó a viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras dioses extranjeros; su corazón ya no perteneció por entero al Señor como el corazón de David, su padre. Salomón siguió a Astarté, diosa de los fenicios, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo lo que el Señor reprueba; no siguió plenamente al Señor como su padre David. Entonces construyó una ermita a Camós, ídolo de Moab, en el monte que se alza frente a Jerusalén, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo otro tanto para sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y sacrificaban en honor de sus dioses.
Dichosos los que respetan el derecho
Esta mujer pagana se gana a Jesús. Impresionado por una fe tan espontánea y sincera Jesús se lo dice. Es una fe auténtica, sencilla y conmovedora que se convierte en modélica para los destinatarios del Evangelio y que les garantiza a la vez que en la mesa salvífica de Jesús hay también pan para ellos.
Este episodio ayuda a percibir algo del Misterio que envuelve a todo ser humano y su capacidad de relación con Jesús y por tanto con el Padre-Madre de todos, sin exclusión. El mismo Jesús, como auténtico ser humano tuvo que vivir el proceso de aprender observando las reacciones y actitudes de las personas, cuál es de verdad la voluntad del Padre; ésta se manifiesta en los acontecimientos de la vida.
La actitud de la mujer sirofenicia abre un nuevo horizonte en la vida de Jesús y en la comunidad cristiana. A través de ella, él descubre mejor que el proyecto del Padre es para todos los que buscan la vida y quieren liberarse de las cadenas que los aprisionan, que les impiden tener vida en plenitud.
A lo largo de las páginas del evangelio de Marcos, hay una apertura creciente hacia los demás, sin exclusión y, especialmente, hacia la mujer. Marcos lleva a los lectores y a las lectoras a abrirse, poco a poco, a la realidad del mundo de alrededor y a superar ideas preconcebidas que impiden el desarrollo de todas las potencialidades de cada ser humano (varón o mujer) y la convivencia pacífica entre la gente.
Se cita frecuentemente la frase de Einstein según la cual “es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”. La verdad de esta frase no reside en la autoridad de Einstein, sino en lo fácil que es constatar su veracidad en el día a día. Pues bien, el pasaje del encuentro de Jesús con la mujer sirofenicia nos hace ver que no es imposible. El Evangelio lleva en sí el poder de desintegrar prejuicios, una auténtica ‘energía positiva’ para conseguir la igualdad radical de todos los seres humanos, cuya onda expansiva aún no ha llegado a dónde tiene que llegar.
Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón, la casa que había construido, los manjares de su mesa, toda la corte sentada a la mesa, los camareros con sus uniformes sirviendo, las bebidas, los holocaustos que ofrecía en el templo del Señor, se quedó asombrada y dijo al rey: «¡Es verdad lo que me contaron en mi país de ti y tu sabiduría! Yo no quería creerlo; pero ahora que he venido y lo veo con mis propios ojos, resulta que no me habían dicho ni la mitad. En sabiduría y riquezas superas todo lo que yo había oído. ¡Dichosa tu gente, dichosos los cortesanos que están siempre en tu presencia, aprendiendo de tu sabiduría! ¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que, por el amor eterno que tiene a Israel, te ha elegido para colocarte en el trono de Israel y te ha nombrado rey para que gobiernes con justicia!»
La reina regaló al rey cuatro mil quilos de oro, gran cantidad de perfumes y piedras preciosas; nunca llegaron tantos perfumes como los que la reina de Saba regaló al rey Salomón.
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho, como el mediodía. R/.
La boca del justo expone la sabiduría,
su lengua explica el derecho:
porque lleva en el corazón la ley de su Dios,
y sus pasos no vacilan. R/.
El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva,
porque se acogen a él. R/.
Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo: «¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina.»
Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió: «Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»
Para los fariseos, la salvación es fruto del cumplimiento de la ley y ello implicaba el complimiento de toda una serie de prescripciones y normas externas. Frente a esta idea de salvación Jesús clarifica que no es lo externo, sino el interior lo que hay que cuidar, porque las normas pueden cumplirse y aparentar estar "limpio", pero el corazón puede estar impuro.
El corazón se refiere al centro de "operaciones" de la persona, de donde surge el querer, la voluntad, las decisiones.
Sabemos que se puede llevar una "doble vida", una vida “externa” aparentemente impecable, y por dentro ser enormemente desgraciados. Porque hay heridas que sanar, porque no escuchamos nuestras emociones, nuestros deseos, porque a veces no vivimos desde nosotros sino desde lo que otros esperan y desean. Por eso necesitamos cultivar lo de dentro, la interioridad. Necesitamos escuchar y acoger la voz de Dios que nos habla al corazón, que nos dice que somos sus hijos e hijas muy amados. Esa es la voz que nos sana y que nos permite vivir en libertad y en autenticidad. Esa es la voz que nos salva.
Jesús es muy concreto habla de lo que hace impuro al ser humano, por ejemplo la envidia. La persona envidiosa tiene un gran complejo de inferioridad y siempre expresará su envidia hacia los demás criticando y desvalorizando ya sea en aspectos físicos, intelectuales, emocionales, posibilidades de éxito. El envidioso se provoca daño a sí mismo y lastima a los demás. La energía que emana de este sentimiento es muy fuerte, negativa y destructiva. Y así podríamos comentar cada una de esas "negatividades" que pueden salir del interior de un ser humano.
Mi alma se consume y anhela
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos (los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
En aquellos días, Salomón convocó a palacio, en Jerusalén, a los ancianos de Israel, a los jefes de tribu y a los cabezas de familia de los israelitas, para trasladar el arca de la alianza del Señor desde la ciudad de David, o sea Sión. Todos los israelitas se congregaron en torno al rey Salomón, en el mes de Etanín (el mes séptimo), en la fiesta de las Tiendas. Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los sacerdotes cargaron con el arca del Señor, y los sacerdotes levitas llevaron la tienda del encuentro, más los utensilios del culto que había en la tienda. El rey Salomón, acompañado de toda la asamblea de Israel reunida con él ante el arca, sacrificaba una cantidad incalculable de ovejas y bueyes.
Oímos que estaba en Efrata,
Así dice el Señor:
En las tinieblas brilla como una luz
Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios, pues allí estaba la ermita principal. En aquel altar ofreció Salomón mil holocaustos. En Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo:
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
LA VOZ DE UN Coach y experto en desarrollo personal
acendrada es la promesa del Señor;
él es escudo para los que a él se acogen. R.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor,
y tañeré en honor de tu nombre. R.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido,
de David y su linaje por siempre. R.
Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: Pídeme lo que quieras, que te lo doy. Y le juró: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Ella salió a preguntarle a su madre: ¿Qué le pido? La madre le contestó: La cabeza de Juan, el Bautista. Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista. El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.
Herodes sabía que no debía hacerlo, pero vencido por su propia debilidad, "cumpliendo" lo que nunca debía hacer jurado, y secundando los deseos de una mujer depravada y sin escrúpulos.
Juan es la otra cara de la moneda. Si Herodes representa la debilidad, Juan encarna la fortaleza, la coherencia y la sinceridad. No se equivocaba Herodes al respetar y venerar a Juan, de quien el mismo Jesús había dicho: “En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista” (Mt 11,11).
El Santo Padre, Francisco, en su visita a la Basílica de san Pablo Extramuros, a mediados de abril del pasado año, nos advertía contra los ídolos de la ambición, del carrerismo y la tendencia a prevalecer sobre los demás, Y, como si estuviera hablando de Juan, nos animaba a “testimoniar a Dios con la palabra y con la vida en la cotidianidad”. Esa es la coherencia que Juan practicó y por la cual murió
Es cierto que lo primero es confesar que ninguno estamos exentos de contradicciones e incoherencias entre lo que predicamos y pensamos y nuestra vida, por eso, la coherencia de Juan nos motiva y anima a intentar cada día ser un poquito mas coherentes y ejemplares.
Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón: "Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: "Si tus hijos saben comportase, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel.""
Bendito eres, Señor,
En aquellos dias, el rey David ordenó a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él:
Dichoso el que está absuelto de su culpa,
En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
En aquellos dias, Absalón fue a dar en un destacamento de David. Iba montado en un mulo, y, al meterse el mulo bajo el ramaje de una encina copuda, se le enganchó a Absalón la cabeza en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que cabalgaba se le escapó. Lo vio uno y avisó a Joab: «¡Acabo de ver a Absalón colgado de una encina!» Agarró Joab tres venablos y se los clavó en el corazón a Absalón. David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela subió al mirador, encima de la puerta, sobre la muralla, levantó la vista y miró: un hombre venía corriendo solo. El centinela gritó y avisó al rey. El rey dijo: «Retírate y espera ahí.» Se retiró y esperó alli. Y en aquel momento llegó el etíope y dijo: «¡Albricias, majestad! ¡El Señor te ha hecho hoy justicia de los que se habían rebelado contra ti!»El rey le preguntó: «¿Está bien mi hijo Absalón?»
Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.»
Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey: "Ese perro muerto, ¿se pone a maldecir a mi señor? ¡Déjame ir allá, y le corto la cabeza!" Pero el rey dijo: "¡No os metáis en mis asuntos, hijos de Seruyá! Déjale que maldiga, que, si el Señor le ha mandado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas?" Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: "Ya veis. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y os extraña ese benjaminita! Dejadlo que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. Quizás el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy." David y los suyos siguieron su camino.
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
"Ya no lo protege Dios." R.
Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito, invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo. R.
Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor. R.
Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: "Déjanos ir y meternos en los cerdos." Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país.
Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia." El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.
Así dice el Señor:
Portones, alzad los dinteles,
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones". Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Avisaron a David que Urías no había ido a su casa. Al día siguiente, David lo convidó a un banquete y lo emborrachó. Al atardecer, Urías salió para acostarse con los guardias de su señor, y no fue a su casa. A la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la mandó por medio de Urías. El texto de la carta era: Pon a Urías en primera línea, donde sea más recia la lucha, y retiraos dejándolo solo, para que lo hieran y muera. Joab, que tenía cercada la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más aguerridos. Los de la ciudad hicieron una salida, trabaron combate con Joab y hubo bajas en el ejército entre los oficiales de David; murió también Urías, el hitita”.
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R/.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre. R/.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa. R/.
Dijo también: ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas. Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado”.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Hemos visto otras veces a David en sus mejores momentos; hemos admirado su fe y sus relaciones con Dios. Hoy le vemos en su fragilidad y debilidad, "aprovechado" e injusto, cometiendo un delito con premeditación. Tendrá que venir más tarde el profeta Natán a hacerle ver su pecado. El poder se le ha subido y se cree que puede hacer lo que se le antoje y disponer de las vidas de las personas.
En el Evangelio siguen las comparaciones sobre el Reino. Son muy sugerentes: semilla que crece sin que el ser humano intervenga en ese milagro de la potencia de la vida. Grano de mostaza que con ser tan diminuto puede superar las expectativas y convertirse en arbusto.
En la parábola de la semilla llama la atención su autonomía: crece por sí misma. La misma semilla luchará por sí sola, con la potencia que lleva dentro para salir adelante, Tarda su tiempo pero al final ahí está el milagro de la vida que vence.
Jesús hace hincapié en el crecimiento de la semilla y del Reino al margen de nosotros. Es una buena lección de humildad: todo no depende de nostros, hay Uno que ha creado la semilla con este poder y la lleva adelante. La cooperación humana es importante, pero no es la única fuerza que actúa, la grandeza de Dios está ahí, aunque esté escondida. ¡Es una buena Noticia! El Reino va adelante porque es de Dios y Él actúa, aun cuando parezca que no actúa o mejor, a nosotros nos pasa desapercibido. La semilla está depositada en nuestros corazones, y a no ser que nos empeñemos en lo contrario, crecerá, se desarrollará y dará su fruto.
LA VOZ DE PADRE PÍO
El acto de fe más bello es el que brota de los labios en plena oscuridad, en medio de los sacrificios, los sufrimientos, en el supremo esfuerzo de una voluntad firme de hacer el bien. Como el rayo, este acto de fe rasga las tinieblas de tu alma; en medio de los relámpagos de la tormenta te levanta y te conduce a Dios.
16 febrero, 6º domingo del tiempo ordinario
Eclesiástico 15, 16-21
Si quieres, guardarás los mandatos del Señor,
porque es prudencia cumplir su voluntad;
ante ti están puestos fuego y agua:
echa mano a lo que quieras;
delante del hombre están muerte y vida:
le darán lo que él escoja.
Es inmensa la sabiduría del Señor,
es grande su poder y lo ve todo;
los ojos de Dios ven las acciones,
él conoce todas las obras del hombre;
no mandó pecar al hombre,
ni deja impunes a los mentirosos.
Salmo 118 R. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R.
Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas. R.
Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu voluntad. R.
Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes,
y lo seguiré puntualmente;
enséñame a cumplir tu voluntad
y a guardarla de todo corazón. R.
de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 6-10
Hermanos:
Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.
Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino, como está escrito: «Ni ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.»
Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu. El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.
evangelio según san Mateo 5, 17-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.
Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado.
Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado", merece la condena del fuego.
Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.
Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio". Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.
Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno.
Si tu mano derecha te hace caer, córtasela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno.
Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio.
Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor".
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir "si" o "no". Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»
NO A LA GUERRA ENTRE NOSOTROS
Los
judíos hablaban con orgullo de la Ley de Moisés. Según la tradición, Dios mismo
la había regalado a su pueblo. Era lo mejor que habían recibido de él. En esa
Ley se encierra la voluntad del único Dios verdadero. Ahí pueden encontrar todo
lo que necesitan para ser fieles a Dios.
También para Jesús la Ley es
importante, pero ya no ocupa el lugar central. Él vive y comunica otra
experiencia: está llegando el reino de Dios; el Padre está buscando abrirse
camino entre nosotros para hacer un mundo más humano. No basta quedarnos con
cumplir la Ley de Moisés. Es necesario abrirnos al Padre y colaborar con él en
hacer una vida más justa y fraterna.
Por eso, según Jesús, no basta cumplir
la ley que ordena “No matarás”. Es necesario, además, arrancar de nuestra vida
la agresividad, el desprecio al otro, los insultos o las venganzas. Aquel que
no mata, cumple la ley, pero si no se libera de la violencia, en su corazón no
reina todavía ese Dios que busca construir con nosotros una
vida
más humana.
Según algunos observadores, se está
extendiendo en la sociedad actual un lenguaje que refleja el crecimiento de la
agresividad. Cada vez son más frecuentes los insultos ofensivos proferidos solo
para humillar, despreciar y herir. Palabras nacidas del rechazo, el
resentimiento, el odio o la venganza.
Por otra parte, las conversaciones
están a menudo tejidas de palabras injustas que reparten condenas y siembran
sospechas. Palabras dichas sin amor y sin respeto, que envenenan la convivencia
y hacen daño. Palabras nacidas casi siempre de la irritación, la mezquindad o
la bajeza.
No es este un hecho que se da solo en
la convivencia social. Es también un grave problema en la Iglesia actual. El
Papa Francisco sufre al ver divisiones, conflictos y enfrentamientos de
“cristianos en guerra contra otros cristianos”. Es un estado de cosas tan
contrario al Evangelio que ha sentido la necesidad de dirigirnos una llamada
urgente: “No a la guerra entre nosotros”.
Así habla el Papa: “Me duele comprobar
cómo en algunas comunidades cristianas, y aún entre personas consagradas,
consentimos diversas formas de odios, calumnias, difamaciones, venganzas,
celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta
persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a
evangelizar con esos comportamientos?”. El Papa quiere trabajar por una Iglesia
en la que “todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros, cómo os dais
aliento mutuamente y cómo os acompañáis”. (Jose A. Pagola)
15 febrero, Sábado, 5ª semana del tiempo ordinario
del primer libro de los Reyes 12,26-32;13,33-34
En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: «Todavía puede volver el reino a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá.»
Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: «¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!»
Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a pecar a Israel, porque unos iban a Betel y otros a Dan. También edificó ermitas en los altozanos; puso de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví. Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que había hecho. En Betel estableció a los sacerdotes de las ermitas que había construido. Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes de los altozanos a gente de la plebe; al que lo deseaba lo consagraba sacerdote de los altozanos. Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.
Salmo 105 R/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo
Hemos pecado con nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas. R/.
En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R/.
Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el pais de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R/.
Evangelio según san Marcos 8,1-10
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discipulos y les dijo: «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres dias conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.» Le replicaron sus discípulos: «¿Y de dónde se puede sacar pan, aqui, en despoblado, para que se queden satisfechos?» Él les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?» Ellos contestaron: «Siete.» Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discipulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
El evangelio de hoy nos recuerda la actitud de Jesús ante la gente que le seguía y que se encontraba en situación de debilidad, “ si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar”. “Me da lastima de esta gente”, “siento compasión por esta gente”.
Jesús tenía entrañas de compasión y motivado por ellas nos se cansó de hacer el bien a todos los que se acercaban a él.En esta ocasión multiplicó los panes y los peces para dar de comer a la desfallecida multitud que le seguía.
Está a nuestro alcance tener las misma entrañas de misericordia y de compasión que Jesús y desde ellas hacer también nosotros todo el bien que nos sea posible a nuestros hermanos y hermanas necesitados.
SAN JUAN CRISÓSTOMO
Homilías sobre el Evangelio de Mateo, 82; PG 87,737
Nuestro pastor se nos da como alimento
“¿Quién proclamará las proezas del Señor, quién cantará sus alabanzas?” (Sal 106,2) ¿Qué pastor ha alimentado jamás a su rebaño con su propio cuerpo? A menudo, las madres confían a sus hijos a una nodriza. Pero Jesucristo no puede aceptar esto para sus ovejas. Él mismo nos alimenta con su propia sangre y así nos convierte en un solo cuerpo con Él.
Considerad, hermanos míos, que Cristo nació de nuestra sustancia humana. Pero, me diréis ¿qué importa? Esto no tiene que ver con todos los hombres. ¡Perdón, hermano! Es para todos una gran ventaja. El hecho que haya venido y haya tomado la condición humana concierne a toda la humanidad. Y si ha venido por todos, también ha venido por cada uno en particular. Talvez me diréis: -¿Porqué, entonces, no todos los hombres han recibido el fruto que les debía llegar con esta venida?- ¡No acuséis a Jesús que ha escogido este medio para la salvación de todos! El fallo está en los que rechazan este beneficio. Porque en la eucaristía, Jesús se une a cada uno de sus fieles, los hace renacer, los alimenta de si mismo, no los abandona a otro y así los convence una vez más de que realmente tomó nuestra carne.
Considerad, hermanos míos, que Cristo nació de nuestra sustancia humana. Pero, me diréis ¿qué importa? Esto no tiene que ver con todos los hombres. ¡Perdón, hermano! Es para todos una gran ventaja. El hecho que haya venido y haya tomado la condición humana concierne a toda la humanidad. Y si ha venido por todos, también ha venido por cada uno en particular. Talvez me diréis: -¿Porqué, entonces, no todos los hombres han recibido el fruto que les debía llegar con esta venida?- ¡No acuséis a Jesús que ha escogido este medio para la salvación de todos! El fallo está en los que rechazan este beneficio. Porque en la eucaristía, Jesús se une a cada uno de sus fieles, los hace renacer, los alimenta de si mismo, no los abandona a otro y así los convence una vez más de que realmente tomó nuestra carne.
14 febrero, VIERNES, 5ª semana del tiempo ordinario
fiesta de san Cirilo y san Metodio, dos hermanos santos, Patronos de Europa
Con la carta Egregiae virtutis del 31 de diciembre d 1980, Juan Pablo II proclamó a Cirilio y Metodio copatronos de toda Europa, junto con San Benito.
san Valentín, sacerdote que celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados, a pesar de la prohibición del emperador Claudio II. Valentín murió mártir en el año 270.
Hechos de los apóstoles 13,46-49:
En aquellos días, Pablo y Bernabé dijeron a los judíos: «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."»
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región.
Salmo 116,1.2 R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R/.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R/.
evangelio según san Lucas 10,1-9:
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni calzado de repuesto; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Jesús envía a sus discípulos sin dinero, sin alforja y sin otro calzado, es decir, sin seguridades. Ligeros de equipaje, pobres y, por tanto, ¡¡libres!!.
La riqueza ata. Cuando se tienen bienes hay que estar al cuidado de ellos. Si se pierden por accidente, por robo o por lo que sea, se pierde la paz, se pone uno nervioso. Además a lo que tienes siempre le quieres añadir algo más, pues una cosa llama a la otra.
Jesús no descalifica los medios humanos, siempre que se queden en medios, pero lo malo es que se convierten en fines. No tenemos que perder nunca de vista lo esencial. Y lo esencial es el Reino de Dios, el Evangelio, sus valores y las actitudes que brillaron en Jesús.
Jesús tampoco quiere que pierdan el tiempo por el camino. De ahí la prohibición de saludar. Porque no era un simple decir "hola" o "adios" como hoy, sino que en el mundo judío tenía su "protocolo ceremonioso". Esta prohibición muestra la urgencia de su misión. Jesús no prohíbe la cortesía pero entre los judíos el saludar “correctamente” requería tiempo y ceremonia. La palabra griega ASPAZOMAI “significa literalmente atraer a uno; de ahí saludar, dar la bienvenida". Un saludo o una despedida se hacían generalmente con abrazos y besos que indica la posibilidad de retraso en el viaje debido a los frecuentes saludos.
LA VOZ DE UN FILÓSOFO
«no se ama en serie de instantes súbitos, de puntos que se encienden y se apagan como la chispa de la magneto, sino que se está amando con continuidad... El amor es una fluencia, un chorro de materia anímica, un fluido que mana con continuidad como de una fuente» (Ortega y Gasset, Estudios sobre el amor, Madrid, 1970, páginas 68-69).
Paz y ternura
“Cuando entréis en una casa, decid primero: ‘Paz a esta casa’”. Jesús insistirá mucho, particularmente después de la Resurrección, en la paz, convirtiéndola en un valor típicamente evangélico porque es típicamente humano. Es un signo de la presencia de Dios, y de su ausencia cuando falta.
La paz, así entendida, no se impone por la fuerza, ni por apoyos extraños, políticos, económicos, militares. Estos pueden ayudar o, en su caso, estorbar, pero la paz se funda en la convicción de lo que presenta y en cómo se presenta. Por eso, la primera actitud que debe adoptar el seguidor de Jesús, en cualquier lugar donde se encuentre, es DAR PAZ, OFRECER PAZ, como hacía Jesús.
Y aquí entra en juego, la ternura. Pobre del enviado, del apóstol, sin ternura. Por encima del mensaje, por encima de los medios de los que nos servimos para entregarlo, está la misericordia y la compasión, el corazón de Dios que es siempre benigno, siempre misericordioso, del cual nosotros somos el rostro. Quizá la mayor equivocación que podamos cometer como evangelizadores, sea entrar al trapo de la agresividad y violencia que reinan por doquier. Envuelto en agresividad, nuestro mensaje no es creíble y nosotros tampoco.
La ternura y la paz son valores que se complementan y enriquecen mutuamente. Lo mismo que no pueden darse tampoco sin confianza, sin pobreza evangélica y sin abandono en la providencia. Son valores de los más importantes para introducir e introducirnos en el Reino de Dios según el estilo de Jesús, del cual nos llamamos seguidores, como san Cirilo y san Metodio.
13 febrero, JUEVES, 5ª semana del tiempo ordinario
del primer libro de los Reyes 11,4-13
Cuando el rey Salomón llegó a viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras dioses extranjeros; su corazón ya no perteneció por entero al Señor como el corazón de David, su padre. Salomón siguió a Astarté, diosa de los fenicios, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo lo que el Señor reprueba; no siguió plenamente al Señor como su padre David. Entonces construyó una ermita a Camós, ídolo de Moab, en el monte que se alza frente a Jerusalén, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo otro tanto para sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y sacrificaban en honor de sus dioses.
El Señor se encolerizó contra Salomón, porque había desviado su corazón del Señor Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y que precisamente le había prohibido seguir a dioses extranjeros; pero Salomón no cumplió esta orden. Entonces el Señor le dijo: "Por haberte portado así conmigo, siendo infiel al pacto y a los mandatos que te di, te voy a arrancar el reino de las manos para dárselo a un siervo tuyo. No lo haré mientras vivas, en consideración a tu padre David; se lo arrancaré de la mano a tu hijo. Y ni siquiera le arrancaré todo el reino; dejaré a tu hijo una tribu, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, mi ciudad elegida."
Salmo 105 R/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo
Dichosos los que respetan el derecho
y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo,
visítame con tu salvación. R/.
Emparentaron con los gentiles,
imitaron sus costumbres;
adoraron sus ídolos
y cayeron en sus lazos. R/.
Inmolaron a los demonios
sus hijos y sus hijas.
La ira del Señor se encendió contra su pueblo,
y aborreció su heredad. R/.
evangelio según san Marcos 7,24-30
En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Se alojó en una casa, procurando pasar desapercibido, pero no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró en seguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era griega, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. Él le dijo: "Deja que coman primero los hijos. No está bien echarles a los perros el pan de los hijos." Pero ella replicó: "Tienes razón, Señor; pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños." Él le contestó: "Anda, vete, que, por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija." Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
En ocasiones los escritores judíos describían a los gentiles como “perros”. Puede haber cierta suavización con el diminutivo “perrillos”. Con humildad, inteligencia y rapidez, la mujer da una respuesta ingeniosa a Jesús. La respuesta de la mujer parte de la misma alegoría utilizada por Jesús y le da la vuelta para ponerla a su favor. Sin negar la primacía histórico-salvífica de Israel y el centro de la misión de Jesús, rechaza la idea del exclusivismo del campo de acción de Jesús. Jesús entiende la réplica de la mujer como un signo en el plan de Dios.Esta mujer pagana se gana a Jesús. Impresionado por una fe tan espontánea y sincera Jesús se lo dice. Es una fe auténtica, sencilla y conmovedora que se convierte en modélica para los destinatarios del Evangelio y que les garantiza a la vez que en la mesa salvífica de Jesús hay también pan para ellos.
Este episodio ayuda a percibir algo del Misterio que envuelve a todo ser humano y su capacidad de relación con Jesús y por tanto con el Padre-Madre de todos, sin exclusión. El mismo Jesús, como auténtico ser humano tuvo que vivir el proceso de aprender observando las reacciones y actitudes de las personas, cuál es de verdad la voluntad del Padre; ésta se manifiesta en los acontecimientos de la vida.
La actitud de la mujer sirofenicia abre un nuevo horizonte en la vida de Jesús y en la comunidad cristiana. A través de ella, él descubre mejor que el proyecto del Padre es para todos los que buscan la vida y quieren liberarse de las cadenas que los aprisionan, que les impiden tener vida en plenitud.
A lo largo de las páginas del evangelio de Marcos, hay una apertura creciente hacia los demás, sin exclusión y, especialmente, hacia la mujer. Marcos lleva a los lectores y a las lectoras a abrirse, poco a poco, a la realidad del mundo de alrededor y a superar ideas preconcebidas que impiden el desarrollo de todas las potencialidades de cada ser humano (varón o mujer) y la convivencia pacífica entre la gente.
Se cita frecuentemente la frase de Einstein según la cual “es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”. La verdad de esta frase no reside en la autoridad de Einstein, sino en lo fácil que es constatar su veracidad en el día a día. Pues bien, el pasaje del encuentro de Jesús con la mujer sirofenicia nos hace ver que no es imposible. El Evangelio lleva en sí el poder de desintegrar prejuicios, una auténtica ‘energía positiva’ para conseguir la igualdad radical de todos los seres humanos, cuya onda expansiva aún no ha llegado a dónde tiene que llegar.
LA VOZ DE ORÍGENES
Todas las curaciones que Jesús hizo, como los evangelistas las contaron, se efectuaron entonces para que los que las vieran tuvieran fe. Pero estos acontecimientos son sólo el símbolo de todo lo que sucede por el poder de Jesús, porque no hay época donde lo que se escribe no se realiza, exactamente del mismo modo.
Todas las curaciones que Jesús hizo, como los evangelistas las contaron, se efectuaron entonces para que los que las vieran tuvieran fe. Pero estos acontecimientos son sólo el símbolo de todo lo que sucede por el poder de Jesús, porque no hay época donde lo que se escribe no se realiza, exactamente del mismo modo.
12 febrero, MIÉRCOLES, 5ª semana del tiempo ordinario
del primer libro de los Reyes 10,1-10
En aquellos días, la reina de Sabá oyó la fama de Salomón y fue a desafiarle con enigmas. Llegó a Jerusalén con una gran caravana de camellos cargados de perfumes y oro en gran cantidad y piedras preciosas. Entró en el palacio de Salomón y le propuso todo lo que pensaba. Salomón resolvió todas sus consultas; no hubo una cuestión tan oscura que el rey no pudiera resolver.Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón, la casa que había construido, los manjares de su mesa, toda la corte sentada a la mesa, los camareros con sus uniformes sirviendo, las bebidas, los holocaustos que ofrecía en el templo del Señor, se quedó asombrada y dijo al rey: «¡Es verdad lo que me contaron en mi país de ti y tu sabiduría! Yo no quería creerlo; pero ahora que he venido y lo veo con mis propios ojos, resulta que no me habían dicho ni la mitad. En sabiduría y riquezas superas todo lo que yo había oído. ¡Dichosa tu gente, dichosos los cortesanos que están siempre en tu presencia, aprendiendo de tu sabiduría! ¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que, por el amor eterno que tiene a Israel, te ha elegido para colocarte en el trono de Israel y te ha nombrado rey para que gobiernes con justicia!»
La reina regaló al rey cuatro mil quilos de oro, gran cantidad de perfumes y piedras preciosas; nunca llegaron tantos perfumes como los que la reina de Saba regaló al rey Salomón.
Salmo 36 R/. La boca del justo expone la sabiduría
Encomienda tu camino al Señor,confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho, como el mediodía. R/.
La boca del justo expone la sabiduría,
su lengua explica el derecho:
porque lleva en el corazón la ley de su Dios,
y sus pasos no vacilan. R/.
El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva,
porque se acogen a él. R/.
evangelio según san Marcos 7,14-23
En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga.»Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo: «¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina.»
Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió: «Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»
PARA VIVIR ESTA PALABRA
El corazón se refiere al centro de "operaciones" de la persona, de donde surge el querer, la voluntad, las decisiones.
Sabemos que se puede llevar una "doble vida", una vida “externa” aparentemente impecable, y por dentro ser enormemente desgraciados. Porque hay heridas que sanar, porque no escuchamos nuestras emociones, nuestros deseos, porque a veces no vivimos desde nosotros sino desde lo que otros esperan y desean. Por eso necesitamos cultivar lo de dentro, la interioridad. Necesitamos escuchar y acoger la voz de Dios que nos habla al corazón, que nos dice que somos sus hijos e hijas muy amados. Esa es la voz que nos sana y que nos permite vivir en libertad y en autenticidad. Esa es la voz que nos salva.
Que el Señor nos conceda Luz para ver "las impurezas interiores" y nos atrevamos a purificarnos. Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios (al Amor que nos rodea por todas partes).
LA VOZ DE SAN GREGORIO NACIANCENO
"Tratemos de ser como Cristo, pues también Cristo se hizo como nosotros: tratemos de ser dioses por medio de él, pues él mismo se hizo hombre por nosotros. Cargó con lo peor, para darnos lo mejor" (Oratio 1, 5: SC 247, 78).
11 febrero, MARTES, 5ª semana del tiempo ordinario
del primer libro de los Reyes 8,22-23.27-30
En aquellos días, Salomón, en pie ante el altar del Señor, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos al cielo y dijo:
"¡Señor, Dios de Israel! Ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú, fiel a la alianza con tus vasallos, si caminan de todo corazón en tu presencia. Aunque ¿es posible que Dios habite en la tierra? Si no cabes en el cielo y en lo más alto del cielo, ¡cuánto menos en este templo que he construido! Vuelve tu rostro a la oración y súplica de tu siervo, Señor, Dios mío, escucha el clamor y la oración que te dirige hoy tu siervo. Día y noche estén tus ojos abiertos sobre este templo, sobre el sitio donde quisiste que residiera tu nombre. ¡Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio! Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo, Israel, cuando recen en este sitio; escucha tú, desde tu morada del cielo, y perdona."
Salmo 83 R/. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R/.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío. R/.
Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Fliate, oh Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido. R/.
Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. R/.
evangelio según san Marcos 7,1-13
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos (los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»
Y añadió: «Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas.»
PARA VIVIR ESTA PALABRA
¿Dónde está realmente la casa de Dios? ¿Dónde vive Dios? ¿Dónde está su morada? ¿Dónde sus atrios y templos? ¿Son sus templos sólo de ladrillo y piedra? ¿Dónde y cuándo sentimos estar en la casa de Dios? ¿Qué significa vivir en la casa de Dios?
Tenerte por compañero y amigo, soñarte, viéndote, cada día, dejarte abierto el corazón, abrir el corazón a los demás, buscarte, quererte y quererse, ser bálsamo para el corazón que sufre, reír con los que ríen y llorar con los que lloran, oído atento y manos dispuestas. Sentirte parte de la vida, sentirte VIVO en la oración, en el trabajo, en la familia, en los niños, en los ancianos… Sí, dichosos los que viven contigo, los que hacen de su vida tu casa y de tu vida, también, su casa.
“Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres”. Duras palabras las de este relato evangélico. Como siempre el evangelio sorprende por su actualidad. A poco que pensemos veremos que no hemos cambiado tanto. La hipocresía, queramos o no, está presente en nuestras vidas. Y en nuestra relación con Dios, también. En mayor o menor medida, pero ahí está. Reconocer que nos cuesta cambiar, que nos aferramos a costumbres y tradiciones…. y que juzgamos a través de ellas… que hablamos mucho de Dios, pero poco con Dios… tal vez si fuéramos capaces de reconocerlo, daríamos un gran paso hacia el AMOR. Un gran paso hacia Dios. (COMENTARIO DE Dña. María Teresa Fernández Baviera, OP )
la voz de san Agustin
Sumo,
óptimo, poderosísimo, omnipotensísimo, misericordiosísimo y
justísimo;
secretísimo y presentísimo, hermosísimo y fortísimo, estable
e
incomprensible, inmutable, mudando todas las cosas; nunca
nuevo y
nunca viejo; renuevas todas las cosas y conduces a la vejez
a los soberbios,y no lo saben; siempre obrando y siempre en reposo; siempre
recogiendo y
nunca necesitado; siempre sosteniendo, llenando y
protegiendo; siempre
creando, nutriendo y perfeccionando; siempre buscando y
nunca falto de
nada. Amas y no sientes pasión; tienes celos y estás seguro;
te arrepientes
y no sientes dolor; te aíras y estás tranquilo; cambias de
acciones, pero no
de plan; recibes lo que encuentras y nunca has perdido nada;
nunca estás
pobre y te gozas con las ganancias; no eres avaro y exiges
intereses. Te
ofrecemos de más para hacerte nuestro deudor; pero ¿quién es
el que tiene
algo que no sea tuyo? Pagas deudas sin deber nada a nadie y
perdonando
deudas, sin perder nada con ello? ¿Y qué es cuanto hemos
dicho, Dios mío,
vida mía, dulzura mía santa, o qué es lo que puede decir
alguien cuando
habla de ti? (aut quid dicit aliquis, cum de te dicit?) Al
contrario, ¡ay de los
que se callan acerca de ti!, porque no son más que mudos
charlatanes.
10 febrero LUNES, 5ª semana del tiempo ordinario
del primer libro de los Reyes 8,1-7.9-13
En aquellos días, Salomón convocó a palacio, en Jerusalén, a los ancianos de Israel, a los jefes de tribu y a los cabezas de familia de los israelitas, para trasladar el arca de la alianza del Señor desde la ciudad de David, o sea Sión. Todos los israelitas se congregaron en torno al rey Salomón, en el mes de Etanín (el mes séptimo), en la fiesta de las Tiendas. Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los sacerdotes cargaron con el arca del Señor, y los sacerdotes levitas llevaron la tienda del encuentro, más los utensilios del culto que había en la tienda. El rey Salomón, acompañado de toda la asamblea de Israel reunida con él ante el arca, sacrificaba una cantidad incalculable de ovejas y bueyes.
Los sacerdotes llevaron el arca de la alianza del Señor a su sitio, al camarín del templo, al Santísimo, bajo las alas de los querubines, pues los querubines extendían las alas sobre el sitio del arca y cubrían el arca y los varales por encima. En el arca sólo había las dos tablas de piedra que colocó allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor pactó con los israelitas, al salir de Egipto. Cuando los sacerdotes salieron del Santo, la nube llenó el templo, de forma que los sacerdotes no podían seguir oficiando, a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba el templo. Entonces Salomón dijo: "El Señor puso el sol en el cielo, el Señor quiere habitar en la tiniebla; y yo te he construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre."
Salmo 131 "Levántate, Señor, ven a tu mansión."
Oímos que estaba en Efrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies. R.
Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido. R.
evangelio según san Marcos 6, 53-56
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Dios desea habitar en medio de su pueblo. Las tablas de la Alianza representaban la "memoria sagrada" de Isarel, el recuerdo vivo de haber sido elegidos y tener una misión en medio del mundo: mostrar un modo de vivir como pueblo de Dios, que es suyo y le obedece, haciendo su voluntad, es decir logrando una comunión de vida. Salomón construye el templo y la "nube" toma posesión de él. Es la shekiná, la sombra del altísimo, su Presencia, invisible pero perceptible por la fe. A Dios se le puede encontrar, tiene su casa. Para Israel es el templo de salomón. Para el cristiano es Jesucristo, Dios hecho hombre.
Al hacerse hombre todo hombre también lleva la Presencia de Dios, es su templo. De alguna manera se ha unido a todo ser humano.
En el evangelio vemos a Dios entre los seres humanos, de él sale la gracia sanadora y salvadora. Quien toca a Jesús toca a Dios. Y Dios quiere la salud, la vida plena de sus hijos e hijas.
Tenemos la suerte de ·poder "tocar" a Jesús en la Eucaristía, en el pobre, en su Palabra y en la comunidad. Son 4 lugares teológicos en los que ha asegurado que está.
LA VOZ DE SAN AGUSTÍN
¿De qué te extrañas, enfermo? Llama también tú a Jesús, no te creas sano. El enfermo que recibe al médico es un enfermo con esperanza. (SERMON 174)
9 febrero DOMINGO, 5º domingo tiempo ordinario
del libro de Isaías 58, 7-10
Así dice el Señor:
«Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo,
viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne.
Entonces romperá tu luz como la aurora,
enseguida te brotará la carne sana;
te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor, y te responderá;
gritarás, y te dirá: «Aquí estoy. »
Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. »
Salmo 11 1 R. El justo brilla en las tinieblas como una luz.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos. R.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor. R.
Su corazón está seguro, sin temor.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R.
primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-5
Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la. sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
evangelio según san Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo. »
SALIR A LAS PERIFERIAS
Jesús da a conocer con dos imágenes
audaces y sorprendentes lo que piensa y espera de sus seguidores. No han de
vivir pensando siempre en sus propios intereses, su prestigio o su poder.
Aunque son un grupo pequeño en medio del vasto Imperio de Roma, han de ser la
“sal” que necesita la tierra y la “luz” que le hace falta al mundo.
“Vosotros sois la sal de la tierra”.
Las gentes sencillas de Galilea captan espontáneamente el lenguaje de Jesús.
Todo el mundo sabe que la sal sirve, sobre todo, para dar sabor a la comida y
para preservar los alimentos de la corrupción. Del mismo modo, los discípulos
de Jesús han de contribuir a que las gentes saboreen la vida sin caer en la
corrupción.
“Vosotros sois la luz del mundo”.
Sin la luz del sol, el mundo se queda a oscuras y no podemos orientarnos ni
disfrutar de la vida en medio de las tinieblas. Los discípulos de Jesús pueden
aportar la luz que necesitamos para orientarnos, ahondar en el sentido último
de la existencia y caminar con esperanza.
Las dos metáforas coinciden en algo muy
importante. Si permanece aislada en un recipiente, la sal no sirve para nada.
Solo cuando entra en contacto con los alimentos y se disuelve con la comida,
puede dar sabor a lo que comemos. Lo mismo sucede con la luz. Si permanece
encerrada y oculta, no puede alumbrar a nadie. Solo cuando está en medio de las
tinieblas puede iluminar y orientar. Una Iglesia aislada del mundo no puede ser
ni sal ni luz.
El Papa Francisco ha visto que la
Iglesia vive hoy encerrada en sí misma, paralizada por los miedos, y demasiado
alejada de los problemas y sufrimientos como para dar sabor a la vida moderna y
para ofrecerle la luz genuina del Evangelio. Su reacción ha sido inmediata:
“Hemos de salir hacia las periferias”.
El Papa insiste una y otra vez:
“Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, que
una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrase a las propias
seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termina
clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos”.
La llamada de Francisco está dirigida a
todos los cristianos: “No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en
nuestros templos”. “El Evangelios nos invita siempre a correr el riesgo del
encuentro con el rostro del otro”. El Papa quiere introducir en la Iglesia lo
que él llama “la cultura del encuentro”. Está convencido de que “lo que
necesita hoy la iglesia es capacidad de curar heridas y dar calor a los
corazones”.
7 febrero, VIERNES, 4ª semana del tiempo ordinario
del primer libro de Reyes 3,4-13
En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios, pues allí estaba la ermita principal. En aquel altar ofreció Salomón mil holocaustos. En Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo:
«Pídeme lo que quieras.»
Respondió Salomón:
«Tú le hiciste una gran promesa a tu siervo, mi padre David, porque caminó en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón; y le has cumplido esa gran promesa, dándole un hijo que se siente en su trono: es lo que sucede hoy. Pues bien, Señor, Dios mío, tú has hecho que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy un muchacho y no sé desenvolverme. Tu siervo se encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable, innumerable. Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?»
Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, y Dios le dijo:
«Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Y te daré también lo que no has pedido: riquezas y fama, mayores que las de rey alguno.»
Salmo 118 R. Enséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras. R.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes. R.
Mis labios van enumerando los mandamientos de tu boca.
Mi alegría es el camino de tus preceptos. R.
san Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
-«Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco. »
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Salomón supo realizar su petición a Dios, supo priorizar, ir a lo esencial, a lo más importante. A veces, no es tan fácil quedarse con UN DESEO. Deseamos tantas cosas que si te dicen pide un deseo, uno solo... ¿qué dirías?.
Salomón, viendo su situación de rey, no pidió riquezas, ni la muerte de sus enemigos, sino que se centró en la MISIÓN que tenía por delante y en lo que necesitaba para ello “un corazón sabio y prudente para acertar con el gobierno”.
La clave está en que se descentró de sí mismo y pidió lo que necesitaba para la misión que tenía que realizar. La había asumido y desde ahí pide, se sabe necesitado. Y Señor alabó que había sabido pedir, pensando en su pueblo. Y le concedió lo pedido y más.
Y en el Evangelio también Jesús piensa antes en lo que necesitan los que le buscan. Se olvida de sus planes “Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco” y empieza a enseñar con calma a quienes lo necesitan y han salido a buscarle. Las ovejas, lo primero. Tanto en la primera lectura como en la segunda las ovejas, la gente con necesidad de un pastor.
“Le dio lastima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor y se puso a enseñarles con calma”. Las preguntas surgen espontáneas: ¿cuál es mi prioridad?
LA VOZ DE UN Coach y experto en desarrollo personal
“SÉ EL PROTAGONISTA PRINCIPAL DE TU VIDA, TEN CLARAS TUS PRIORIDADES, ANTES DE HACER ALGO, DECIDE LO QUE ES MÁS IMPORTANTE PARA TI Y A CONTINUACIÓN: HAZLO”. (Francisco Lutzardo)
7 febrero, VIERNES, 4ª semana del tiempo ordinario
del libro del Eclesiástico 47,2-13
Como la grasa es lo mejor del sacrificio, así David es el mejor de Israel. Jugaba con leones como con cabritos, y con osos como con corderillos; siendo un muchacho, mató a un gigante, removiendo la afrenta del pueblo, cuando su mano hizo girar la honda, y derribó el orgullo de Goliat. Invocó al Dios Altísimo, quien hizo fuerte su diestra para eliminar al hombre aguerrido y restaurar el honor de su pueblo. Por eso le cantaban las mozas, alabándolo por sus diez mil. Ya coronado, peleó y derrotó a sus enemigos vecinos, derrotó a los filisteos hostiles, quebrantando su poder hasta hoy. De todas sus empresas daba gracias, alabando la gloria del Dios Altísimo; de todo corazón amó a su Creador, entonando salmos cada día; trajo instrumentos para servicio del altar y compuso música de acompañamiento; celebró solemnemente fiestas y ordenó el ciclo de las solemnidades; cuando alababa el nombre santo, de madrugada, resonaba el rito. El Señor perdonó su delito y exaltó su poder para siempre; le confirió el poder real y le dio un trono en Jerusalén.Salmo 17 R. Bendito sea mi Dios y Salvador.
Perfecto es el camino de Dios,acendrada es la promesa del Señor;
él es escudo para los que a él se acogen. R.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor,
y tañeré en honor de tu nombre. R.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido,
de David y su linaje por siempre. R.
Evangelio según San Marcos 6,14-29
En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían: Juan Bautista ha resucitado, y por eso los poderes actúan en él. Otros decían: Es Elías. Otros: Es un profeta como los antiguos. Herodes, al oírlo, decía: Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado. Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: Pídeme lo que quieras, que te lo doy. Y le juró: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Ella salió a preguntarle a su madre: ¿Qué le pido? La madre le contestó: La cabeza de Juan, el Bautista. Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista. El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Marcos nos presenta el martirio de Juan Bautista en la fortaleza de Maqueronte, a 700 metros de altura, cerca del mar Muerto. La decisión de la muerte de Juan fue obra de Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, con la colaboración de dos mujeres. Herodías, nieta de Herodes el Grande, casada con su tío Filipo y separada de él para unirse con otro tío, Herodes Antipas, hermanastro de Filipo. Y Salomé, hija de Herodías y Filipo, que fatalmente se encuentra en Maqueronte, danza ante la corte de tal forma que Herodes juró concederle el premio que quisiera, aunque fuera la mitad de su reino, escogiendo ella, después de consultar a su madre, la cabeza de Juan.Herodes sabía que no debía hacerlo, pero vencido por su propia debilidad, "cumpliendo" lo que nunca debía hacer jurado, y secundando los deseos de una mujer depravada y sin escrúpulos.
Juan es la otra cara de la moneda. Si Herodes representa la debilidad, Juan encarna la fortaleza, la coherencia y la sinceridad. No se equivocaba Herodes al respetar y venerar a Juan, de quien el mismo Jesús había dicho: “En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista” (Mt 11,11).
El Santo Padre, Francisco, en su visita a la Basílica de san Pablo Extramuros, a mediados de abril del pasado año, nos advertía contra los ídolos de la ambición, del carrerismo y la tendencia a prevalecer sobre los demás, Y, como si estuviera hablando de Juan, nos animaba a “testimoniar a Dios con la palabra y con la vida en la cotidianidad”. Esa es la coherencia que Juan practicó y por la cual murió
Es cierto que lo primero es confesar que ninguno estamos exentos de contradicciones e incoherencias entre lo que predicamos y pensamos y nuestra vida, por eso, la coherencia de Juan nos motiva y anima a intentar cada día ser un poquito mas coherentes y ejemplares.
LA VOZ DE JUAN PABLO II
Estos testigos, especialmente los que han afrontado el martirio, son un signo elocuente y grandioso que se nos pide contemplar e imitar. Ellos muestran la vitalidad de la Iglesia; son para ella y la humanidad como una luz, porque han hecho resplandecer en las tinieblas la luz de Cristo. (“Ecclesia in Europa” §13)
6 febrero, JUEVES, 4ª semana del tiempo ordinario
Primera Lectura: I Reyes 2,1-4.10-12
Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón: "Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: "Si tus hijos saben comportase, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel.""
David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de David. Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó.
R/. Tú eres Señor del universo
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.R/.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra.R/.
Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria.R/.
Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.R/.
Evangelio: Marcos 6,7-13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: "Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa." Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
David, estando para morir, deja su testamento espiritual a su hijo Salomón: “¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos…; para que tengas éxito en todas tus empresas…”
David sabe por experiencia que cuando el hombre se aparta de Dios y de sus mandamientos, puede llegar a cometer verdaderas aberraciones.
Marcos en otro pasaje de su evangelio nos dice que Jesús eligió a Doce de entre sus discípulos para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar. Aquí presenta el envío a los Doce con una misión muy concreta: predicar la conversión, expulsar los males y sanar.
La conversión es una tarea de cada día. Cada día necesitamos volvernos de cara al Señor y dar la espalda a tantos “señores” que, bajo múltiples y seductoras apariencias, quieren distraernos y apartarnos del Él. Por eso necesitamos que continuamente nos prediquen, nos recuerde la Palabra que hemos de avanzar en el camino de la conversión, del cambio a mejor. Siempre podemos introducir "mejoras" en nuestra vida. La experiencia, el conocimiento de uno mismo, nos hacen ver que hay cosas superfluas que hemos de dejar y otras más esenciales, adquirir. Y eso se logra con "entrenamiento" y constancia.
El texto habla del desprendimiento material que Jesús recomendó a sus discípulos para que ganaran en libertad y menos "peso". Es andar ligero de equipaje para avanzar. Y el que la gente vea ya a una persona desprendida, libre, feliz sin tener mucho, sino porque capta un ser humano auténtico, lleno de Dios y que anima a vivir con el sentido de la vida que propone Jesús (el Amor en todo), es ya evangelizar y sanar.
LA VOZ DEL PAPA EN "LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO"
Cuando se asume un estilo misionero .. el anuncio se concentra en
lo esencial, que es
lo más bello,
lo más grande,
lo más atractivo y al mismo tiempo
lo más necesario.
La propuesta se simplifica, sin perder por ello profundidad y verdad, y así
se vuelve más contundente y radiante. (Evangelii Gaudium, 35)
5 febrero, MIÉRCOLES, 4ª semana del tiempo ordinario
del 2 libro de Samuel 24,2.9-17
En aquellos dias, el rey David ordenó a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él:
«Id por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, a hacer el censo de la población, para que yo sepa cuánta gente tengo. » Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá quinientos mil. Pero, después de haber hecho el censo del pueblo, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor:
«He cometido un grave error. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, porque ha hecho una locura».
Antes que David se levantase por la mañana, el profeta Gad, vidente de David, recibió la palabra del Señor.
«Vete a decir a David: "Así dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno, y yo lo ejecutaré.”»
Gad se presentó a David y le notificó:
«¿Qué castigo escoges? Tres años de hambre en tu territorio, tres meses huyendo perseguido por tu enemigo, o tres días de peste en tu territorio. ¿Qué le respondo al Señor, que me ha enviado?»
David contestó:
«¡Estoy en un gran apuro! Mejores caer en manos de Dios, que es compasivo, que caer en manos de hombres.»
Y David escogió la peste. Eran los días de la recolección del trigo. El Señor mandó entonces la peste a Israel, desde la mañana hasta el tiempo señalado. Y desde Dan hasta Berseba, murieron setenta mil hombres del pueblo. El ángel extendió su mano hacia Jerusalén para asolarla. Entonces David, al ver al ángel que estaba hiriendo a la población, dijo al Señor:
«¡Soy yo el que ha pecado! ¡Soy yo el culpable! ¿Qué han hecho estas ovejas? Carga la mano sobre mi y sobre mi familia.»
El Señor se arrepintió del castigo, y dijo al ángel, que estaba asolando a la población:
«¡Basta! ¡Detén tu mano!»
Sal 31 R. Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito. R.
Había pecado, lo reconocí,
no te encubri mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R.
Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará. R.
Tú eres mi refugio, me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación. R.
Evangelio según San Marcos 6,1-6
En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
-« ¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?»
Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía:
-«No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Marcos da esta breve noticia de una de las visitas de Jesús a Nazaret. La gente de Nazaret, como tanta gente de hoy, tenía sus propias ideas sobre la sabiduría, la grandeza, la importancia, el poder, el éxito… no dan crédito al Jesús que ahora tienen delante. Están atados a la idea preconcebida que tenían de Él.
También nosotros tenemos prejuicios firmemente establecidos. Como los paisanos de Jesús, con frecuencia no estamos dispuestos a aceptar que alguien que puede ser mi vecino, mi compañero, al que conozco de toda la vida… pueda aportarnos algo.
A veces ese prejuicio es tan fuerte que ni siquiera la propia realidad que lo desmiente nos hace cambiar de opinión. Jesús sana. Lo saben, pero no lo pueden aceptar porque es uno de ellos y no encuentran razón para que sea diferente y pueda hacerlo.
La consecuencia: se "perdieron" lo que Jesús quería manifestarles, Jesús no pudo realizar allí ningún milagro. Traducido a nuestro lenguaje de hoy, quizá pudiéramos decir que nuestros prejuicios en torno a Dios, a Jesús, y también a nuestros hermanos los seres humanos, nos impiden abrir los ojos, el corazón y la mente y descubrir y acoger tanta gracia, belleza, amistad, solidaridad, amor, búsqueda de justicia, alegría, generosidad… que podemos tener muy cerca.
LA VOZ DE UN DRAMATURGO
“El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece” (Jacinto Benavente)
4 febrero, MARTES, 4ª semana del tiempo ordinario
del segundo libro de Samuel 18,9-10.14b.24-25a.30–19,3:
En aquellos dias, Absalón fue a dar en un destacamento de David. Iba montado en un mulo, y, al meterse el mulo bajo el ramaje de una encina copuda, se le enganchó a Absalón la cabeza en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que cabalgaba se le escapó. Lo vio uno y avisó a Joab: «¡Acabo de ver a Absalón colgado de una encina!» Agarró Joab tres venablos y se los clavó en el corazón a Absalón. David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela subió al mirador, encima de la puerta, sobre la muralla, levantó la vista y miró: un hombre venía corriendo solo. El centinela gritó y avisó al rey. El rey dijo: «Retírate y espera ahí.» Se retiró y esperó alli. Y en aquel momento llegó el etíope y dijo: «¡Albricias, majestad! ¡El Señor te ha hecho hoy justicia de los que se habían rebelado contra ti!»El rey le preguntó: «¿Está bien mi hijo Absalón?»
Respondió el etíope: «¡Acaben como él los enemigos de vuestra majestad y cuantos se rebelen contra ti!» Entonces el rey se estremeció, subió al mirador de encima de la puerta y se echó a llorar, diciendo mientras subía: «¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! iHijo mío, Absalón! ¡Ojalá hubiera muerto yo en vez de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!» A Joab le avisaron: «El rey está llorando y lamentándose por Absalón.» Así la victoria de aquel dia fue duelo para el ejército, porque los soldados oyeron decir que el rey estaba afligido a causa de su hijo. Y el ejército entró aquel día en la ciudad a escondidas, como se esconden los soldados abochornados cuando han huído del combate.
Salmo 21,26b-27 R/. Te alabarán, Señor, los que te buscan
Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan:
viva su corazón por siempre. R/.
Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán las familias de los pueblos.
Ante él se postrarán las cenizas de la tumba,
ante él se inclinarán los que bajan al polvo. R/.
Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor. R/.
evangelio según san Marcos 5,21-43:
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.»
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos, y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado.
Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando: «¿Quién me ha tocado el manto?»
Los discípulos le contestaron: «Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿Quién me ha tocado?"»
Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo.
Él le dijo: «Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.»
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?»
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe.»
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.
Entró y les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.»
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le djo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Entre tanta gente que rodeaba a Jesús, el texto evangélico nos dice que es la mujer enferma quien, por detrás, le toca el manto. Ni siquiera lo toca a él, sino a su manto. Al punto, es normal que los discípulos le dijeran: «Ves cómo te apretuja la gente y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”» Jesús sabía que alguien le había tocado queriendo, no por accidente. Y quiere sacar a esta persona de su anonimato, que exprese su fe en público porque es un ejemplo para todos. Ella se acerca asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado. Dios ensalza a los humildes y es lo que hace con esta mujer. La alaba en público, no tiene nada de qué avergonzarse. Una mujer impura no podía tocar al maestro, pero Jesús se salta estas leyes que excluyen a las personas. Y, por su fe, se marchó en paz y con salud.
¡Levántate!
(comentario de Juan Pablo II a los jóvenes en Chile 1987)
Queridos jóvenes ¡Sólo Cristo puede dar la verdadera respuesta a todas vuestras dificultades! El mundo está necesitado de vuestra respuesta personal a las Palabras de vida del Maestro: “Contigo hablo, levántate”. Estamos viendo cómo Jesús sale al paso de la humanidad, en las situaciones más difíciles y penosas. El milagro realizado en casa de Jairo nos muestra su poder sobre el mal. Es el Señor de la vida, el vencedor de la muerte… ¡Buscad a Cristo! ¡Mirad a Cristo! ¡Vivid en Cristo! Este es mi mensaje: “Que Jesús sea “la piedra angular” (cf. Ef 2, 20), de vuestras vidas y de la nueva civilización que en solidaridad generosa y compartida tenéis que construir. No puede haber auténtico crecimiento humano en la paz y en la justicia, en la verdad y en la libertad, si Cristo no se hace presente con su fuerza salvadora.”
¿Qué significa construir vuestra vida en Cristo? Significa dejaros comprometer por su amor. Un amor que pide coherencia en el propio comportamiento, que exige acomodar la propia conducta a la doctrina y a los mandamientos de Jesucristo y de su Iglesia; un amor que llena nuestras vidas de una felicidad y de una paz que el mundo no puede dar (cf. Jn 14, 27), a pesar de que tanto la necesita. No tengáis miedo a las exigencias del amor de Cristo. Temed, por el contrario, la pusilanimidad, la ligereza, la comodidad, el egoísmo; todo aquello que quiera acallar la voz de Cristo que, dirigiéndose a cada una, a cada uno, repite: “Contigo hablo, levántate” ( Mc 5, 41).
Mirad a Cristo con valentía, contemplando su vida a través de la lectura sosegada del Evangelio; tratándole con confianza en la intimidad de vuestra oración, en los sacramentos, especialmente en la Sagrada Eucaristía…
Si tratáis a Cristo, oiréis también vosotros en lo más íntimo del alma los requerimientos del Señor, sus insinuaciones continuas. Jesús continúa dirigiéndose a vosotros y repitiéndoos: “Contigo hablo, levántate”
¿Qué significa construir vuestra vida en Cristo? Significa dejaros comprometer por su amor. Un amor que pide coherencia en el propio comportamiento, que exige acomodar la propia conducta a la doctrina y a los mandamientos de Jesucristo y de su Iglesia; un amor que llena nuestras vidas de una felicidad y de una paz que el mundo no puede dar (cf. Jn 14, 27), a pesar de que tanto la necesita. No tengáis miedo a las exigencias del amor de Cristo. Temed, por el contrario, la pusilanimidad, la ligereza, la comodidad, el egoísmo; todo aquello que quiera acallar la voz de Cristo que, dirigiéndose a cada una, a cada uno, repite: “Contigo hablo, levántate” ( Mc 5, 41).
Mirad a Cristo con valentía, contemplando su vida a través de la lectura sosegada del Evangelio; tratándole con confianza en la intimidad de vuestra oración, en los sacramentos, especialmente en la Sagrada Eucaristía…
Si tratáis a Cristo, oiréis también vosotros en lo más íntimo del alma los requerimientos del Señor, sus insinuaciones continuas. Jesús continúa dirigiéndose a vosotros y repitiéndoos: “Contigo hablo, levántate”
3 febrero 2014, LUNES, 4ª semana del tiempo ordinario
del segundo libro de Samuel 15,13-14.30;16,5-13ª
En aquellos días, uno llevó esta noticia a David: "Los israelitas se han puesto de parte de Absalón." Entonces David dijo a los cortesanos que estaban con él en Jerusalén: "¡Ea, huyamos! Que, si se presenta Absalón, no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, no sea que él se adelante, nos alcance y precipite la ruina sobre nosotros, y pase a cuchillo la población." David subió la Cuesta de los Olivos; la subió llorando, la cabeza cubierta y los pies descalzos. Y todos sus compañeros llevaban cubierta la cabeza y subían llorando. Al llegar el rey David a Bajurín, salió de allí uno de la familia de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá, insultándolo según venía. Y empezó a tirar piedras a David y a sus cortesanos -toda la gente y los militares iban a derecha e izquierda del rey-, y le maldecía: "¡Vete, vete, asesino, canalla! El Señor te paga la matanza de la familia de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón, mientras tú has caído en desgracia, porque eres un asesino."Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey: "Ese perro muerto, ¿se pone a maldecir a mi señor? ¡Déjame ir allá, y le corto la cabeza!" Pero el rey dijo: "¡No os metáis en mis asuntos, hijos de Seruyá! Déjale que maldiga, que, si el Señor le ha mandado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas?" Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: "Ya veis. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y os extraña ese benjaminita! Dejadlo que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. Quizás el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy." David y los suyos siguieron su camino.
Salmo 3,2-3.4-5.6-7 R/. Levántate, Señor, sálvame
Señor, cuántos son mis enemigos,cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
"Ya no lo protege Dios." R.
Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito, invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo. R.
Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor. R.
evangelio según san Marcos 5,1-20
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello: "¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes." Porque Jesús le estaba diciendo: "Espíritu inmundo, sal de este hombre." Jesús le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Él respondió: "Me llamo Legión, porque somos muchos." Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: "Déjanos ir y meternos en los cerdos." Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país.
Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia." El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Este episodio se nos puede hacer difícil de entender, si se toma al pie de la letra, pero el mensaje que nos deja es de total actualidad. Se trata de la recuperación de la dignidad de una persona que aparentemente está perdida y al margen de toda posibilidad de vuelta a su inserción en la vida familiar. Pero no se puede dar a nadie por perdido.
Cuántos buenos ejemplos tenemos también hoy con personas que parecían irrecuperables, por ejemplo de la droga y sin embargo con proyectos adecuados y personas dedicadas a su recuperación lo logran. También muchas de estas personas "recuperadas" son un ejemplo y motivación para otros.
En tiempos de Jesús las enfermedades y muchos males eran interpretados como posesión de demonios. Jesús sana, reinserta a las personas en su entorno familiar y social. Es lo que hace con esta persona. La devuelve a su casa y a los suyos, y él se convierte en un evangelizador en su zona, la Decapólis, que eran diez ciudades importantes del territorio. La suya Gerasa, era una de estas ciudades. No eran de Israel, sino que tenían su propio estatuto como ciudades griegas.
A través del anuncio de esta persona que ha tenido un encuentro personal sanador con el Señor, el mensaje de Jesús llega a personas que no eran de Israel. Liberado del mal Jesús lo convierte en anunciador del Evangelio, de la buena noticia de su liberación en medio de los suyos.
Decápolis
Grupo de 10 ciudades helenísticas, localizadas todas en Transjordania, excepto una, Escitópolis (la Bet-sán del AT), que estaba en el extremo oriental de la llanura de Esdraelón sobre una importante encrucijada al oeste del Jordán. Como su población era mayormente helenística, Pompeyo las transformó en ciudades libres subordinadas al legado de Siria (63 a.C.). Probablemente quería impulsar su proceso de helenización, e impedir que fueran tomadas nuevamente por los judíos. Las ciudades administraban sus propios asuntos y acuñaban sus propias monedas (que databan según una era propia). Están enumeradas por Plinio: Damasco, Filadelfia (la Rabá de Amón del AT), Rafana, Escitópolis, Gadara, Hipo, Dión, Pella, Gerasa y Canatá. De tanto en tanto se eliminaba alguna de la lista, mientras se agregaban otras. En la lista de Ptolomeo del s II (vs 15, 22) falta Rafana, pero se añaden otras nueve (Abila, Abila Lisantie, Capitolias, Saana, Ina, Samulis, Heliópolis, Adra y Gadora), lo que hace un total de 18. Durante el tiempo de Herodes el Grande, Hipo y Gadara pertenecían a su reino por habérselas dado Augusto. Más tarde Nerón le dio Abila a Agripa II. La independencia de estas ciudades terminó en el s III d.C., cuando fueron agregadas a la provincia de Arabia. Los Evangelios mencionan varias veces la Decápolis. Multitudes de Decápolis siguieron a Jesús (Mt. 4:25)
LA VOZ DE UN COMENTARISTA GRIEGO DEL SIGLO XI.
se significa por esto que los demonios entran en los hombres que viven como los puercos, revolcándose en el barro de la voluptuosidad, los despeñan en el precipicio de la perdición, y los ahogan en el mar de esta vida. (Teofilato)
2 de febrero de 2014, Fiesta de la Presentación de Jesús
(Día de la Vida Consagrada)
del libro de Malaquías 3,1-4:
Así dice el Señor:
"Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotros deseáis. Miradlo entrar. ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos".
Salmo 23 R/. El Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria.
Portones, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra. R/.
Portones, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria. R/.
de la carta a los Hebreos 2,14-18:
Los hijos de una familia son todos de la misma carne y sangre, y de nuestra carne y sangre participó también Jesús; así, muriendo, aniquiló al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo, y liberó a todos los que por miedo a la muerte pasaban la vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote compasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar así los pecados del pueblo. Como él ha pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar a los que ahora pasan por ella.
evangelio según san Lucas 2,22-40:
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones". Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel".
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma".
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
FE SENCILLA
El relato del nacimiento de Jesús es
desconcertante. Según Lucas, Jesús nace en un pueblo en el que no hay sitio
para acogerlo. Los pastores lo han tenido que buscar por todo Belén hasta que
lo han encontrado en un lugar apartado, recostado en un pesebre, sin más
testigos que sus padres.
Al parecer, Lucas siente necesidad de
construir un segundo relato en el que el niño sea rescatado del anonimato para
ser presentado públicamente. ¿Qué lugar más apropiado que el Templo de
Jerusalén para que Jesús sea acogido solemnemente como el Mesías enviado por
Dios a su pueblo?
Pero, de nuevo, el relato de Lucas va a
ser desconcertante. Cuando los padres se acercan al Templo con el niño, no
salen a su encuentro los sumos sacerdotes ni los demás dirigentes religiosos.
Dentro de unos años, ellos serán quienes lo entregarán para ser crucificado.
Jesús no encuentra acogida en esa religión segura de sí misma y olvidada del
sufrimiento de los pobres.
Tampoco vienen a recibirlo los maestros
de la Ley que predican sus “tradiciones humanas” en los atrios de aquel Templo.
Años más tarde, rechazarán a Jesús por curar enfermos rompiendo la ley del
sábado. Jesús no encuentra acogida en doctrinas y tradiciones religiosas que no
ayudan a vivir una vida más digna y más sana.
Quienes acogen a Jesús y lo reconocen
como Enviado de Dios son dos ancianos de fe sencilla y corazón abierto que han
vivido su larga vida esperando la salvación de Dios. Sus nombres parecen
sugerir que son personajes simbólicos. El anciano se llama Simeón (“El Señor ha
escuchado”), la anciana se llama Ana (“Regalo”). Ellos representan a tanta
gente de fe sencilla que, en todos los pueblos de todas los tiempos, viven con
su confianza puesta en Dios.
Los dos pertenecen a los ambientes más
sanos de Israel. Son conocidos como el “Grupo de los Pobres de Yahvé”. Son
gentes que no tienen nada, solo su fe en Dios. No piensan en su fortuna ni en
su bienestar. Solo esperan de Dios la “consolación” que necesita su pueblo, la
“liberación” que llevan buscando generación tras generación, la “luz” que
ilumine las tinieblas en que viven los pueblos de la tierra. Ahora sienten que
sus esperanzas se cumplen en Jesús.
Esta fe sencilla que espera de Dios la
salvación definitiva es la fe de la mayoría. Una fe poco cultivada, que se
concreta casi siempre en oraciones torpes y distraídas, que se formula en
expresiones poco ortodoxas, que se despierta sobre todo en momentos difíciles
de apuro. Una fe que Dios no tiene ningún problema en entender y acoger.
(Jose A. Pagola)
1 FEBRERO 2014, SÁBADO, 3ªsemana del tiempo ordinario
Samuel 12,1-7a.10-17
En aquellos días, el Señor envió a Natán a David.
Entró Natán ante el rey y le dijo: «Había dos hombres en un pueblo, uno rico y
otro pobre. El rico tenía muchos rebaños de ovejas y bueyes; el pobre sólo
tenía una corderilla que había comprado; la iba criando, y ella crecía con él y
con sus hijos, comiendo de su pan, bebiendo de su vaso, durmiendo en su regazo:
era como una hija. Llegó una visita a casa del rico, y no queriendo perder una
oveja o un buey, para invitar a su huésped, cogió la cordera del pobre y
convidó a su huésped.»
David se puso furioso contra aquel hombre y dijo a Natán: «Vive Dios, que el
que ha hecho eso es reo de muerte. No quiso respetar lo del otro; pues pagará cuatro
veces el valor de la cordera.»
Natán dijo a David: «¡Eres tú! Pues bien, la espada no se apartará nunca de tu
casa; por haberme despreciado, quedándote con la mujer de Urías, el hitita, y
matándolo a él con la espada amoníta. Asi dice el Señor: "Yo haré que de
tu propia casa nazca tu desgracia; te arrebataré tus mujeres y ante tus ojos se
las daré a otro, que se acostará con ellas a la luz del sol que nos alumbra. Tú
lo hiciste a escondidas, yo lo haré ante todo Israel, en pleno día."»
David respondió a Natán: «¡He pecado contra el Señor!»
Natán le dijo: «El Señor ha perdonado ya tu pecado, no morirás. Pero, por haber
despreciado al Señor con lo que has hecho, el hijo que te ha nacido morirá.»
Natán marchó a su casa. El Señor hirió al niño que la mujer de Urías había dado
a David, y cayó gravemente enfermo. David pidió a Dios por el niño, prolongó su
ayuno y de noche se acostaba en el suelo. Los ancianos de su casa intentaron
levantarlo, pero él se negó y no quiso comer nada con ellos.
Salmo 50 R/. Oh Dios, crea en mí un corazón
puro
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R/.
¡Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.
Evangelio según san Marcos 4,35-41
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.»
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo
acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca
hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo
despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» El
viento cesó y vino una gran calma.
Él les dijo: «¿Por qué
sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?»
Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero quién es éste? ¡Hasta
el viento y las aguas le obedecen!»
PARA VIVIR ESTA PALABRA
David reconoce el mal que ha hecho, gracias al profeta Natán que le hace ver de
una forma creativa, a través de una narración, su propia ceguera. Es fácil decir lo que
merecen los demás, pero hasta que Natán no le descubre, que es él quien ha
hecho el mal no se arrepiente. Este es el paso de las tinieblas a la luz:
recibir la luz, reconocer y actuar en consecuencia con humildad, pidiendo
perdón. “Dios siempre perdona” es una realidad, sólo necesita que uno reconozca
su pecado.
Marcos nos presenta a Jesús como Señor de la naturaleza, que es capaz de
acallar el mar, que en la biblia es el símbolo del mal. Ante Jesús el mal no
puede menos que retroceder y enmudecer. Los discípulos no acaban de creérselo, de
captar quien es Jesús. Les falta confianza y cuando falta la confianza hay
cobardía. El miedo actúa inhibiendo a las personas. Tiene una función en
nuestra psicología para la superviviencia, pero si es el miedo el que domina a
la persona la anula y se apodera de ella haciéndole incapaz de arriesgarse.
Vencer los miedos ¡qué difícil! Con Jesús es posible y nos anima: ¡no seais
cobardes! Pablo dirá, habiendo entendido este mensaje: todo lo puedo en Aquel
que me conforta. Cuando hay Alguien animándote ¿a qué le vas a temer? Nada nos
separará del amor de Dios; ni las peores tormentas. La barca de la Iglesia
sigue su rumbo hacia adelante. Que no la frenemos con nuestros miedos.
LA
VOZ DE UN LIDER
No es valiente el que no tiene miedo,
sino el
que sabe conquistarlo. Nelson Mandela
Samuel 12,1-7a.10-17
En aquellos días, el Señor envió a Natán a David.
Entró Natán ante el rey y le dijo: «Había dos hombres en un pueblo, uno rico y otro pobre. El rico tenía muchos rebaños de ovejas y bueyes; el pobre sólo tenía una corderilla que había comprado; la iba criando, y ella crecía con él y con sus hijos, comiendo de su pan, bebiendo de su vaso, durmiendo en su regazo: era como una hija. Llegó una visita a casa del rico, y no queriendo perder una oveja o un buey, para invitar a su huésped, cogió la cordera del pobre y convidó a su huésped.»
David se puso furioso contra aquel hombre y dijo a Natán: «Vive Dios, que el que ha hecho eso es reo de muerte. No quiso respetar lo del otro; pues pagará cuatro veces el valor de la cordera.»
Natán dijo a David: «¡Eres tú! Pues bien, la espada no se apartará nunca de tu casa; por haberme despreciado, quedándote con la mujer de Urías, el hitita, y matándolo a él con la espada amoníta. Asi dice el Señor: "Yo haré que de tu propia casa nazca tu desgracia; te arrebataré tus mujeres y ante tus ojos se las daré a otro, que se acostará con ellas a la luz del sol que nos alumbra. Tú lo hiciste a escondidas, yo lo haré ante todo Israel, en pleno día."»
David respondió a Natán: «¡He pecado contra el Señor!»
Natán le dijo: «El Señor ha perdonado ya tu pecado, no morirás. Pero, por haber despreciado al Señor con lo que has hecho, el hijo que te ha nacido morirá.»
Natán marchó a su casa. El Señor hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y cayó gravemente enfermo. David pidió a Dios por el niño, prolongó su ayuno y de noche se acostaba en el suelo. Los ancianos de su casa intentaron levantarlo, pero él se negó y no quiso comer nada con ellos.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R/.
¡Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.
Evangelio según san Marcos 4,35-41
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.» Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» El viento cesó y vino una gran calma.
Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?»
Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»
PARA VIVIR ESTA PALABRA
David reconoce el mal que ha hecho, gracias al profeta Natán que le hace ver de una forma creativa, a través de una narración, su propia ceguera. Es fácil decir lo que merecen los demás, pero hasta que Natán no le descubre, que es él quien ha hecho el mal no se arrepiente. Este es el paso de las tinieblas a la luz: recibir la luz, reconocer y actuar en consecuencia con humildad, pidiendo perdón. “Dios siempre perdona” es una realidad, sólo necesita que uno reconozca su pecado.
sino el que sabe conquistarlo. Nelson Mandela
31 enero 2014, VIERNES, 3ª semana del tiempo ordinario
PARA LA FAMILIA SALESIANA: FIESTA DE SAN JUAN BOSCO ¡Felicidades!
u
UN BUEN LIBRO
segundo libro de Samuel 11,1-4a. 5-10a.13-17
“Al año siguiente, en la época en que los reyes van a la guerra, David envió a Joab con sus oficiales y todo Israel, a devastar la región de los amonitas y sitiar a Rabá. David, mientras tanto, se quedó en Jerusalén; y un día, a eso del atardecer, se levantó de la cama y se puso a pasear por la azotea del palacio, y desde la azotea vio a una mujer bañándose, una mujer muy bella. David mandó a preguntar por la mujer, y le dijeron: Es Betsabé, hija de Alián, esposa de Urías, el hitita. David mandó a unos para que se la trajesen. Después Betsabé volvió a su casa, quedó encinta y mandó este aviso a David: Estoy encinta. Entonces David mandó esta orden a Joab: Mándame a Urías, el hitita. Joab se lo mandó. Cuando llegó Urías, David le preguntó por Joab, el ejército y la guerra. Luego le dijo: Anda a casa a lavarte los pies. Urías salió del palacio, y detrás de él le llevaron un regalo del rey. Pero Urías durmió a la puerta del palacio, con los guardias de su señor; no fue a su casa.Avisaron a David que Urías no había ido a su casa. Al día siguiente, David lo convidó a un banquete y lo emborrachó. Al atardecer, Urías salió para acostarse con los guardias de su señor, y no fue a su casa. A la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la mandó por medio de Urías. El texto de la carta era: Pon a Urías en primera línea, donde sea más recia la lucha, y retiraos dejándolo solo, para que lo hieran y muera. Joab, que tenía cercada la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más aguerridos. Los de la ciudad hicieron una salida, trabaron combate con Joab y hubo bajas en el ejército entre los oficiales de David; murió también Urías, el hitita”.
Salmo 50. R/. Misericordia, Señor: hemos pecado
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R/.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre. R/.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa. R/.
evangelio según san Marcos 4,26-34
“En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega.Dijo también: ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas. Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado”.
PARA VIVIR ESTA PALABRA
Hemos visto otras veces a David en sus mejores momentos; hemos admirado su fe y sus relaciones con Dios. Hoy le vemos en su fragilidad y debilidad, "aprovechado" e injusto, cometiendo un delito con premeditación. Tendrá que venir más tarde el profeta Natán a hacerle ver su pecado. El poder se le ha subido y se cree que puede hacer lo que se le antoje y disponer de las vidas de las personas.
En el Evangelio siguen las comparaciones sobre el Reino. Son muy sugerentes: semilla que crece sin que el ser humano intervenga en ese milagro de la potencia de la vida. Grano de mostaza que con ser tan diminuto puede superar las expectativas y convertirse en arbusto.
En la parábola de la semilla llama la atención su autonomía: crece por sí misma. La misma semilla luchará por sí sola, con la potencia que lleva dentro para salir adelante, Tarda su tiempo pero al final ahí está el milagro de la vida que vence.
Jesús hace hincapié en el crecimiento de la semilla y del Reino al margen de nosotros. Es una buena lección de humildad: todo no depende de nostros, hay Uno que ha creado la semilla con este poder y la lleva adelante. La cooperación humana es importante, pero no es la única fuerza que actúa, la grandeza de Dios está ahí, aunque esté escondida. ¡Es una buena Noticia! El Reino va adelante porque es de Dios y Él actúa, aun cuando parezca que no actúa o mejor, a nosotros nos pasa desapercibido. La semilla está depositada en nuestros corazones, y a no ser que nos empeñemos en lo contrario, crecerá, se desarrollará y dará su fruto.
LA VOZ DE DON BOSCO
“En cada joven, aún en el más abandonado hay un punto accesible
al bien, y es deber de todo educador encontrar esa cuerda sensible y hacerla vibrar”