MARTES 14 enero, 1ª semana del tiempo ordinario
primer libro de Samuel (1,9-20):
En aquellos dias, después de la comida en Siló, mientras el sacerdote Elí estaba sentado en su silla junto a la puerta del templo, Ana se levantó y, con el alma llena de amargura, se puso a rezar al Señor, llorando a todo llorar.
Y añadió esta promesa: «Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu sierva y le das a tu sierva un hijo varón, se lo entrego al Señor de por vida, y no pasará la navaja por su cabeza.»
Mientras ella rezaba y rezaba al Señor, Elí observaba sus labios. Y, como Ana hablaba para sí, y no se oía su voz aunque movía los labios, Elí la creyó borracha y le dijo: «¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? A ver si se te pasa el efecto del vino.»
Ana respondió: «No es así, Señor. Soy una mujer que sufre. No he bebido vino ni licor, estaba desahogándome ante el Señor. No creas que esta sierva tuya es una descarada; si he estado hablando hasta ahora, ha sido de pura congoja y aflicción.»
Entonces Elí le dijo: «Vete en paz. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.»
Ana respondió: «Que puedas favorecer siempre a esta sierva tuya.»
Luego se fue por su camino, comió, y no parecía la de antes. A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al Señor y se volvieron. Llegados a su casa de Ramá, Elcaná se unió a su mujer Ana, y el Señor se acordó de ella.
Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso de nombre Samuel, diciendo: «Al Señor se lo pedí.»
1Samuel 2,1-8 (el cántico de Ana) R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador
Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R/.
Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R/.
El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. R/.
Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R/.
Evangelio según san Marcos (1,21-28):
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.» Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Para vivir esta Palabra:
"Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha" dice el salmo, y lo vemos realizado en la historia de Ana, la madre de Samuel. Una mujer que, debido a su esterilidad, era menospreciada por todos. Estaba sumida en una dinámica negativa que no entendía y la hacía sufrir. Y recurre al Señor desde su profunda amargura, desahogándose, buscando un sentido a ese mal que parecía hacerla indigna de generar vida. Pide un signo -un hijo- al Señor, no para ella sino para su pueblo.
Dios está ahí, escucha nuestros lamentos y se convierte en fuente de esperanza y de vida.
El Evangelio de Marcos nos presenta uno de los primeros actos de la vida pública de Jesús. El Señor se presenta en la sinagoga como un maestro no de la Ley, sino del Espíritu. Se convierte inmediatamente en una referencia para sus vidas, una «autoridad», pero muy distinta de las otras autoridades religiosas. Éstas se quedaban sólo en las palabras. Pero en Jesús las palabras nacían de su experiencia profunda de Dios, de su testimonio de vida. Y esto impresiona extraordinariamente a los oyentes.
Y entonces surge el endemoniado. El mal se hace presente en la propia sinagoga y despliega todo su poder. Se materializa una primera tentación: reducir la persona de Jesús a una imagen falsa de Mesías, propia de las autoridades religiosas, evitando la gran «novedad» de Jesús. Jesús le hace callar. Lo expulsa de aquel hombre. Es un gran milagro que pone de manifiesto esa «autoridad» de Jesús, la presencia del Reino de Dios entre los hombres. Es la gran invitación a creer no en el Dios aprendido, sino en el que Vive en medio de los hombres.
Uno de los problemas actuales es que no hay muchos maestros de vida, quedan pocos, sobre todo en la esfera pública. Y es una pena. El problema es que muchas veces a las personas -incluso a muchos cristianos- les falta un referente de vida auténtico, una "autoridad" o quizás la tienen delante y no la valoran.
Uno de los problemas actuales es que no hay muchos maestros de vida, quedan pocos, sobre todo en la esfera pública. Y es una pena. El problema es que muchas veces a las personas -incluso a muchos cristianos- les falta un referente de vida auténtico, una "autoridad" o quizás la tienen delante y no la valoran.
LA VOZ DE UN FILÓSOFO GRIEGO
El hombre inteligente habla con autoridad cuando dirige su propia vida.
Platón
LUNES 13 enero, 1ª semana del tiempo ordinario
del primer libro de Samuel (1,1-8):
Había un hombre sufita, oriundo de Ramá, en la serranía de Efraín, llamado Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Fenina; Fenina tenía hijos, y Ana no los tenía. Aquel hombre solía subir todos los años desde su pueblo, para adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos en Siló, donde estaban de sacerdotes del Señor los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés. Llegado el día de ofrecer el sacrificio, repartía raciones a su mujer Fenina para sus hijos e hijas, mientras que a Ana le daba sólo una ración; y eso que la quería, pero el Señor la había hecho estéril. Su rival la insultaba, ensañándose con ella para mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril. Así hacía año tras año; siempre que subían al templo del Señor, solía insultarla así.
Una vez Ana lloraba y no comía. Y Elcaná, su marido, le dijo: «Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué te afliges? ¿No te valgo yo más que diez hijos?»
Salmo 115 R/. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R/.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R/.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén. R/.
Evangelio según san Marcos (1,14-20):
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
¿Cómo vivir esta Palabra?
"Reino de Dios" es la expresión que había llegado a formular la esperanza del judaísmo: la esperanza del momento en que Dios mismo tomaría en sus manos la dirección de la historia, sin intermediarios, y que esto sería el único medio de asegurar que ningún mal podría tocar a los fieles. Y esto es lo que viene a anunciar Jesús: que, definitivamente, la gran noticia de Dios presente en medio de los hombres para liberarlos ya es una realidad y que, por tanto, hay que cambiar de manera de pensar y de vivir (=tener ganas de ser liberado y vivir de acuerdo con esta liberación).
Y Jesús, para hacer ver que el Reinado de Dios está cerca, va formando una comunidad de gente a la que invita a ESTAR CON ÉL y a quienes promete que los TRANSFORMARÁ en pescadores, pero de hombres.
Los cristianos seguimos escuchando y diciendo que el Reino de Dios está cerca. Es más, decimos que está dentro de nosotros. Y decimos bien, pero ¿creemos lo que decimos?
Probablemente Simón y Andres, no llegaron a entender el alcance de la invitación, pero se lanzaron y dejaron sus barcas, sus redes, su casa. Era todo lo que tenían. Pero había algo en la llamada de aquel hombre y en su promesa que les convencía y unieron su vida a la Jesús.
"Venid conmigo". Llamada y respuesta personal. Aquí está el secreto.
LA VOZ DE SAN AGUSTÍN
"Tarde te amé, Belleza, tan antigua y tan nueva, ¡tarde te amé! Estabas dentro de mí, y yo te buscaba por fuera... Me lanzaba como una bestia sobre las cosas hermosas que habías creado. Estabas a mi lado, pero yo estaba muy lejos de Ti. Esas cosas... me tenían esclavizado. Me llamabas, me gritabas, y al fin, venciste mi sordera. Brillaste ante mí y me liberaste de mi ceguera... Aspiré tu perfume y te deseé. Te gusté, te comí, te bebí. Me tocaste y me abrasé en tu paz"
"Tarde te amé, Belleza, tan antigua y tan nueva, ¡tarde te amé! Estabas dentro de mí, y yo te buscaba por fuera... Me lanzaba como una bestia sobre las cosas hermosas que habías creado. Estabas a mi lado, pero yo estaba muy lejos de Ti. Esas cosas... me tenían esclavizado. Me llamabas, me gritabas, y al fin, venciste mi sordera. Brillaste ante mí y me liberaste de mi ceguera... Aspiré tu perfume y te deseé. Te gusté, te comí, te bebí. Me tocaste y me abrasé en tu paz"
DOMINGO DEL BAUTISMO DEL SEÑOR
12 ENERO 2014.(ciclo A)
Isaías 42, 1-4. 6-7
Así dice el Señor:
«Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu,
para que traiga el derecho a las naciones.
No gritará, no clamará,
no voceara por las calles.
La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho,
no vacilará ni se quebrará,
hasta implantar el derecho en la tierra,
y sus leyes que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia,
te he cogido de la mano,
te he formado, y te he hecho
alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión,
y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
Salmo 28, 1a y 2. 3ac-4. 3b y 9b-10 R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R.
El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R.
Hechos de los apóstoles 10, 34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
–«Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»
Evangelio según San Mateo 3, 13-17
En aquel tiempo, fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo
bautizara.
Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
—Soy yo el que necesito que tu me bautices, ¿y tú acudes a mí?
Jesús le contesto:
—Déjalo ahora. Esta bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y
vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz
del cielo que decía: —Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto.
bautizara.
Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
—Soy yo el que necesito que tu me bautices, ¿y tú acudes a mí?
Jesús le contesto:
—Déjalo ahora. Esta bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y
vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz
del cielo que decía: —Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto.
UNA NUEVA ETAPA
Antes de narrar su actividad profética,
los evangelistas nos hablan de una experiencia que va a transformar
radicalmente la vida de Jesús. Después de ser bautizado por Juan, Jesús se
siente el Hijo querido de Dios, habitado plenamente por su Espíritu. Alentado
por ese Espíritu, Jesús se pone en marcha para anunciar a todos, con su vida y
su mensaje, la Buena Noticia de un Dios amigo y salvador del ser humano.
No es extraño que, al invitarnos a
vivir en los próximos años “una nueva etapa evangelizadora”, el Papa nos
recuerde que la Iglesia necesita más que nunca “evangelizadores con Espíritu”.
Sabe muy bien que solo el Espíritu de Jesús nos puede infundir fuerza para
poner en marcha la conversión radical que necesita la Iglesia. ¿Por qué caminos?
Esta renovación de la Iglesia solo
puede nacer de la novedad del Evangelio. El Papa quiere que la gente de hoy
escuche el mismo mensaje que Jesús proclamaba por los caminos de Galilea, no
otro diferente. Hemos de “volver a la fuente y recuperar la frescura original
del Evangelio”. Solo de esta manera, “podremos romper esquemas aburridos en los
que pretendemos encerrar a Jesucristo”.
El Papa está pensando en una renovación
radical, “que no puede dejar las cosas como están; ya no sirve una simple administración”.
Por eso, nos pide “abandonar el cómodo criterio pastoral del siempre se ha
hecho así” e insiste una y otra vez: “Invito a todos a ser audaces y creativos
en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los
métodos evangelizadores de las propias comunidades”.
Francisco busca una Iglesia en la que
solo nos preocupe comunicar la Buena Noticia de Jesús al mundo actual. “Más que
el temor a no equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las
estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven
jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras
afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: Dadles
vosotros de comer”.
El Papa quiere que construyamos “una
Iglesia con las puertas abiertas”, pues la alegría del Evangelio es para todos
y no se debe excluir a nadie. ¡Qué alegría poder escuchar de sus labios una
visión de Iglesia que recupera el Espíritu más genuino de Jesús rompiendo
actitudes muy arraigadas durante siglos! “A menudo nos comportamos como
controladores de la gracia y no como facilitadotes. Pero la Iglesia no es una
aduana, es la casa del Padre donde hay lugar para cada uno con su vida a
cuestas”. (Jose A. Pagola)
11 enero de 2014, Sábado - 2ª Semana de Navidad
de la primera carta del apóstol san Juan 5,5-13
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo. Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios. Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene dentro el testimonio. Quien no cree a Dios le hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna.
Salmo 147 R/. Glorifica al Señor, Jerusalén
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.
Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R/.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.
evangelio según san Lucas 5,12-16:
Una vez, estando Jesús en un pueblo, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús cayó rostro a tierra y le suplicó: «Señor, si quieres puedes limpiarme.»
Y Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero, queda limpio.» Y en seguida le dejó la lepra.
Jesús le recomendó que no lo dijera a nadie, y añadió: «Ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés para que les conste.»
Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírle y a que los curara de sus enfermedades. Pero él solía retirarse a despoblado para orar.
¿Cómo vivir esta Palabra?
San Juan nos recuerda, en la primera lectura, que “quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida”. Sigue la lógica de lo dicho en su evangelio, en el que nos ha presentado a Jesús como “la Palabra y… en ella estaba la vida”, como “el pan de vida”, como el que ha venido “para que tengamos vida y vida en abundancia”.
Vivir con Jesús el día a día, sigue las leyes de las relaciones de amistad entre dos personas. Confianza, acudir uno a otro, sintonía, saber que eres querido y aceptado tal como eres, también discusiones, pero sin llegar a la separación, ... es un influjo de una persona sobre la otra. . Se necesita tiempo, roce, cariño, También necesitamos tiempo, tiempo para relacionarnos con Jesús, escuchar su palabra, conocer sus sentimientos, calar en sus intenciones y deseos… Él se buscaba su tiempo con su Padre, espacios de silencio, soledad, "desierto",
Confiado en su poder y en su amor y pedirle: “Señor, si quieres puedes limpiarme”, y su respuesta es inmediata: “Quiero, queda limpio”. Y mantener una relación de amistad con Jesús para que él nos pueda regalar constantemente vida… hace falta un trato continuo con él.
LA VOZ DE UN NOVELISTA
No hay mayor placer que el de encontrar un viejo amigo, salvo el de hacer uno nuevo."Rudyard Kipling (1865-1936), novelista británico
10 enero de 2014, VIERNES - 2ª Semana de Navidad
de la primera carta del apóstol san Juan 4,19–5,4:
Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano. Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él, En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no, son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.Salmo 71 R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra
Dios mío, confía tu juicio al rey,tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/.
Él rescatará sus vidas de la violencia,
su sangre será preciosa a sus ojos.
Que recen por él continuamente
y lo bendigan todo el día. R/.
Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.
evangelio según San Lucas 4,14-22a:
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él.Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.
¿Como vivir esta Palabra?
La palabra que nos llega por san Juan en este día, nos desafía. Sí, a decirnos claramente que el amor da Dios pasa por el amor a nuestro prójimo y hay que desafiarse a sacar todo rencor, amargura, odio (aún cuando en tu mente le des otro nombre más aceptable) con cualquier familiar, amigo, hermano/a de comunidad, etc …
Mira, observa y contempla a quien ves, a quienes se cruzan en tu camino o se sientan a tu mesa, o tu a la de ellos y detente a contemplarlos, a mirarlos interiormente con cariño, seguro que descubres que sí, que los amas y si no es así, pues ya tienes trabajo. No hay que esperar mucho, empieza hoy mismo. Amar es una decisión del corazón y una ejecución diaria guiada por la mente, un cultivo que se abona y cuida. Amar, tantas veces, no es nada espontáneo, exige esfuerzo, otras no, otras sale espontánea la ternura, el cariño, la amabilidad, los gestos, ... El desafío es ser consciente, prestar atención, ... y orar, orar es también un modo de amar, sobre todo cuando se van pasando nombres, caras, situaciones, delante del Señor. Es llevar la vida a la oración y luego a la vida lo contemplado y aprendido en la oración.
LA VOZ DE SAN PABLO
Ya podría entregar mi cuerpo a las llamas, .... Si me falta el amor no soy nada.
9 enero de 2014, JUEVES - 2ª Semana de Navidad
PRIMERA DE JUAN 4, 11-18
Si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amarnos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él. En esto ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor.Salmo 71 R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra
Dios mío, confía tu juicio al rey,tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan. R/.
Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R/.
evangelio según San Marcos (6,45-52):
Después que se saciaron los cinco mil hombres, Jesús en seguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra. Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado.Pero él les dirige en seguida la palabra y les dice: «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo.»
Entró en la barca con ellos, y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.
¿Cómo vivir esta Palabra?
En 8 versículos, encontramos 11 veces la palabra amor o algún tiempo verbal de amar. Un campo semántico con el que san Juan intenta expresar lo esencial del mensaje que ha recibido, visto y palpado en Jesús: tenemos que vivir en el Amor a pesar de todos los pesares. No desertar de Amar. Amar siempre porque es Dios mismo en nosotros. Permanecer en el Amor aunque humanamente den ganas de lo contrario. ¡Que insistencia! Es incansable Juan en esto.
Cuenta la tradición que cuando le preguntaban al ya anciano discípulo que había convivido con Jesús, que les dijera cosas de Él, solía repetir: hijitos ¡amaos! ¡amaos! .... ¡Impresionante! No contaba milagros ni anécdotas, ni sermones o recuerdos ni etc.... TODO lo resumía en este imperativo que concentra también TODO: quién es Dios, quiénes somos nosotros y lo que estamos llamados a ser y hacer siempre, en toda circunstancia, favorable o adversa.
Los cristianos estamos llamados a amar a nuestros hermanos, e incluso a nuestros enemigos, a la manera de Dios. Dios nos ama como somos y a pesar de lo que somos. Su amor es gratuito y desinteresado: ama por amar y sin pedir nada a cambio. Pero para que esto se haga vida en nosotros, primero tenemos que experimentar su Amor: “hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él”, leemos en la lectura.
Amor y fe van de la mano, mutuamente se fundamentan. La Beata Teresa de Calcuta, con esa intuición que tienen los santos para expresar de manera sencilla las cosas más sublimes, en lo que ella llamaba su “tarjeta de visita” había escrito: “el fruto de la fe es el amor”; y Santa Teresita de Lisieux, como fruto de su experiencia, expresó: “es la confianza y nada más que la confianza la que nos conduce al amor”. San Juan, en su carta, nos muestra la otra cara de la moneda y nos dice: “en esto ha llegado el amor a su plenitud: en que tengamos confianza”.
Si amamos, Dios permanece en nosotros. Amemos, es lo único que se nos pide. Así que ¡Ánimo! “No tengáis miedo soy yo”, es decir, "soy yo en ti cuando amas ¡no tengas miedo! Deja que Jesús se suba a tu barca, contigo. Acojamos el Amor de Dios aun en medio de las tormentas y amainará el viento en nuestras vidas, reinará su Paz.
Cuando a la gente se la habla de que "hay que amarse los unos a los otros" son muchos los que se te quedan mirando y te preguntan: ¿y amar, qué es: un calorcillo en el corazón? ¿Cómo se hace eso de amar, sobre todo cuando se trata de desconocidos o semiconocidos? ¿Amar son, tal vez, solamente algunos impresionantes gestos heroicos? (...) aquí una lista de 24 pequeñas maneras de amar:
La lista podría ser interminable y los ejemplos similares infinitos. Y ya sé que son minucias. Pero con muchos millones de pequeñas minucias como éstas el mundo se haría más habitable. (José Luis Martín Descalzo)
8 enero de 2014, MIÉRCOLES - 2ª Semana de Navidad
de la primera carta del apóstol san Juan 4,7-10:
“Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados”.
Salmo 71 R/. Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/.
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. R/.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R/.
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/.
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. R/.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R/.
evangelio según san Marcos 6,34-44:
“En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer. Él les replicó: Dadles vosotros de comer. Ellos le preguntaron: ¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer? Él les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. Cuando lo averiguaron le dijeron: Cinco, y dos peces.
Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres”.
Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres”.
¿Cómo vivir esta Palabra?
El amor es de Dios. En el fondo de todos los anhelos humanos se encuentra el amor. Y el amor, según la palabra que hoy se nos proclama, es de Dios. De tal manera que se da una coincidencia feliz y perfecta entre aquello que nosotros deseamos y lo que Dios nos ofrece.
Es verdad que con frecuencia, de manera personal, pero también como Iglesia de Jesús, no es fácil reconocer en nuestros mensajes y en nuestra vida, ese amor que constituye la única y vital comunicación de Dios con nosotros. Pero, aunque nuestra razón no tenga argumentos que puedan explicarlo, Dios se sigue empeñando, y nos ha ido entregando progresivamente el AMOR que es, hasta hacerse carne y acampar entre nosotros, para vivir plenamente la experiencia de nuestra humanidad.
En consecuencia, el amor que vivimos no es otra cosa que presencia de Dios en nosotros, y su invitación a acogerle en nuestra vida no tiene nada que ver con leyes, rutinas, preceptos o miedos. Más bien diremos que se trata de una llamada que -respetando al máximo nuestra libertad- espera anhelante que deseemos entrar en esa dinámica de “llegar a ser” plenamente el amor que somos.
Así que no perdamos ocasión de amar muchísimo en lo que se nos presenta y sobre todo se sale de nuestros cálculos. Como los discípulos que no creían que podían dar de comer a aquella muchedumbre. Jesús multiplica lo que ponemos en sus benditas manos. Que no le falten nuestros cinco panes y dos peces, dados con amor.
LA VOZ DE UN PERIODISTA
7 enero de 2014, MARTES - 2ª Semana de Navidad
de la primera carta del apóstol san Juan 3,22–4,6:
Queridos hermanos:
Cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Y este es su mandamiento; que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros por el Espíritu que nos dio.
Queridos: no os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo.
Podréis conocer en esto el espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo venido en la carne es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús no es de Dios: es del Anticristo. El cual habéis oído que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo.
Vosotros, hijos míos, sois de Dios y lo habéis vencido. Pues el que está en vosotros es más que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan según el mundo y el mundo les escucha.
Nosotros somos de Dios. Quien conoce a Dios nos escucha, quien no es de Dios no nos escucha.
En esto conocemos el espíritu de la verdad y el Espíritu del error.
Salmo 2 R/. Te daré en herencia las naciones
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy.
Pídemelo: te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra.» R/.
Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando. R/.
Evangelio según san Mateo 4,12-17.23-25:
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea.
Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:
“País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles, El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra de sombras de muerte, una luz les brilló.”
Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
“convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.”
Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.
Su fama se extendido por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba.
Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea.
Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:
“País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles, El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra de sombras de muerte, una luz les brilló.”
Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
“convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.”
Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.
Su fama se extendido por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba.
Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.
¿Cómo vivir esta Palabra?
San Juan en esta primera Carta, a una comunidad perseguida y acosada, les transmite la confianza esencial: «somos de Dios». Dios sigue escribiendo nuestra historia desde dentro, desde la memoria y el ser de su Hijo Jesús. Creer en el Jesús histórico e Hijo de Dios es vivir conforme a sus enseñanzas y el Espíritu con el que él vivió. Y si somos de Dios, estamos llenos de esperanza, tenemos nuestra vida depositada en Él y nadie ni nada puede hundirnos, aunque nos causen dolor o nos entristezan, porque las cosas se sienten como humanos que somos. Dice S. Juan: «lo que pidamos a Dios con fe, lo recibiremos de Dios, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que a Él le agrada.»
San Juan en esta primera Carta, a una comunidad perseguida y acosada, les transmite la confianza esencial: «somos de Dios». Dios sigue escribiendo nuestra historia desde dentro, desde la memoria y el ser de su Hijo Jesús. Creer en el Jesús histórico e Hijo de Dios es vivir conforme a sus enseñanzas y el Espíritu con el que él vivió. Y si somos de Dios, estamos llenos de esperanza, tenemos nuestra vida depositada en Él y nadie ni nada puede hundirnos, aunque nos causen dolor o nos entristezan, porque las cosas se sienten como humanos que somos. Dice S. Juan: «lo que pidamos a Dios con fe, lo recibiremos de Dios, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que a Él le agrada.»
Lo que a Dios le agrada es «amarnos como hermanos». Quien tiene y siente a Dios, que nos ha recuperado como creaturas nuevas, participa en la inmensa tarea de recrear el mundo y hacerlo Reino de Dios, espacio del amor, la alegría, la fraternidad y la esperanza. Ser, como dice el Papa Francisco, gozo del Evangelio de la nueva creación.
La alegría de sabernos queridos y salvados por Dios nos convierte en mensajeros de su Reino como lo era el mismo Jesús. El evangelio cura enfermedades, dolencias, y angustias. Así inicia su andadura Jesús. Nada de lo que nos suceda le es extraño a Dios, que sale a nuestro encuentro siempre para reconducirnos a la vida en plenitud. El dolor, la enfermedad, las necesidades y carencias…, todo puede conducirnos al Amor pleno por Jesucristo.
6 enero de 2014, LUNES - EPIFANÍA DEL SEÑOR
La alegría de sabernos queridos y salvados por Dios nos convierte en mensajeros de su Reino como lo era el mismo Jesús. El evangelio cura enfermedades, dolencias, y angustias. Así inicia su andadura Jesús. Nada de lo que nos suceda le es extraño a Dios, que sale a nuestro encuentro siempre para reconducirnos a la vida en plenitud. El dolor, la enfermedad, las necesidades y carencias…, todo puede conducirnos al Amor pleno por Jesucristo.
LA VOZ DEL PAPA FRANCISCO
La confesión cristiana de Jesús como único salvador, sostiene que toda la luz de Dios se ha concentrado en él, en su “vida luminosa”, en la que se desvela el origen y la consumación de la historia (Decl. Dominus Jesus). No hay ninguna experiencia humana, ningún itinerario del hombre hacia Dios, que no pueda ser integrado, iluminado y purificado por esta luz. Cuanto más se sumerge el cristiano en la aureola de la luz de Cristo, tanto más es capaz de entender y acompañar el camino de los hombres hacia Dios. (Lumen Fidei,35)
6 enero de 2014, LUNES - EPIFANÍA DEL SEÑOR
Isaías 60, 1-6
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz;la gloria del Señor amanece sobre ti!
Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos,
pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti.
Y caminarán los pueblos a tu luz,
los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta la vista en torno, mira:
todos ésos se han reunido, vienen a ti;
tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás, radiante de alegría;
tu corazón se asombrará, se ensanchará,
cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar
y te traigan las riquezas de los pueblos.
Te inundará una multitud de camellos,
de dromedarios de Madián y de Efá.
Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro,
y proclamando las alabanzas del Señor.
Salmo 71 R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes,para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan. R.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R.
Efesio 3, 2-3a. 5-6
Hermanos:Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro.
Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
Evangelio según san Mateo 2, 1-12
Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes.Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo. »
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:
"Y tú, Belén, tierra de Judea,
no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea,
pues de ti saldrá un jefe
que será el pastor de mi pueblo Israel."»
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
¿Cómo vivir esta Palabra?
El día 6 de enero se celebra la fiesta de
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El Señor ha venido como LUZ para todos. Sobre la humanidad hay una gran luz, es como un amanecer que señala un nuevo día para toda la creación y los pueblos. Ahora caminando a la luz del Señor llegaremos a ser nosotros mismos y a encontrarnos con Él. Los sabios de oriente nos representan a todos, a quienes con sincero corazón buscan a Dios, el sentido de esta vida que nos ha sido regalada y la revelación de qué hacer con ella. La Luz es el Amor que habita en el corazón de cada ser humano para ser dado, entregado a los demás, eso sín, no sin esfuerzo, no sin realizar un camino, como lo hicieron los sabios de oriente.
Con la venida de Cristo se cumplieron las promesas hechas a Israel. En la Epifanía celebramos que Jesús vino a salvar no sólo a Israel sino a todos los pueblos.
LA VOZ DE UN MONJE TRAPENSE
También ahora como entonces, hay almas que buscan a Dios… Mas por desgracia, no todos llegan a encontrarlo; no todos miran a la estrella que es la fe, ni se atreven a adentrarse en esos caminos que conducen a Él, que son la humildad, el renunciamiento, el sacrificio y casi siempre la Cruz.
Cuando esta noche en el coro, me acordaba, sin yo quererlo, de mis días infantiles, de mi casa… de los Reyes…, mis hábitos blancos me decían otra cosa… También yo, como los Magos, vine a buscar un Portal… Ya no soy niño, a quien hay que dar juguetes. Las ilusiones ahora son más grandes y no son de esta vida… Las ilusiones del mundo, como juguetes de niño, hacen feliz cuando se esperan…, después, todo es cartón. Ilusiones del cielo… ilusión que dura la vida y que después no defrauda. ¡Qué contentos volverían los Magos después de haber visto a Dios! Yo también le veré..., no hay más que esperar un poco. Pronto llegará la mañana y con ella la luz. ¡Qué feliz será el despertar! (San Rafaél Arnaiz Barón (1911-1938), monje trapense español Escritos espirituales, 06/01/1937)
Cuando esta noche en el coro, me acordaba, sin yo quererlo, de mis días infantiles, de mi casa… de los Reyes…, mis hábitos blancos me decían otra cosa… También yo, como los Magos, vine a buscar un Portal… Ya no soy niño, a quien hay que dar juguetes. Las ilusiones ahora son más grandes y no son de esta vida… Las ilusiones del mundo, como juguetes de niño, hacen feliz cuando se esperan…, después, todo es cartón. Ilusiones del cielo… ilusión que dura la vida y que después no defrauda. ¡Qué contentos volverían los Magos después de haber visto a Dios! Yo también le veré..., no hay más que esperar un poco. Pronto llegará la mañana y con ella la luz. ¡Qué feliz será el despertar! (San Rafaél Arnaiz Barón (1911-1938), monje trapense español Escritos espirituales, 06/01/1937)
5 enero de 2014, 2º DOMINGO de Navidad
Eclesiástico 24, 1-2. 8-12
La sabiduría se alaba a sí misma, se gloría en medio de su pueblo,
abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades.
En medio de su pueblo será ensalzada,
y admirada en la congregación plena de los santos;
recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos
y será bendita entre los benditos.
El Creador del universo me ordenó, el Creador estableció mi morada:
«Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.»
Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás.
En la santa morada, en su presencia, ofrecí culto y en Sión me establecí;
en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder.
Eché raíces entre un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad,
y resido en la congregación plena de los santos.
Salmo 147 R. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.
Ha puesto paz en tus fronteras, e sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. R.
Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos, R.
Efesios 1, 3-6. 15-18
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.
El nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por eso yo, que he oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.
evangelio según san Juan 1, 1-18
En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino, y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal,
ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Éste es de quien dije:
"El que viene detrás de mí pasa delante de mí,
porque existía antes que yo."»
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés,
la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:
Dios Hijo único, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer.
RECUPERAR LA FRESCURA DEL EVANGELIO
En el prólogo del evangelio de Juan se
hacen dos afirmaciones básicas que nos obligan a revisar de manera radical
nuestra manera de entender y de vivir la fe cristiana, después de veinte siglos
de no pocas desviaciones, reduccionismos y enfoques poco fieles al Evangelio de
Jesús.
La primera afirmación es ésta: “La
Palabra de Dios se ha hecho carne”. Dios no ha permanecido callado,
encerrado para siempre en su misterio. Nos ha hablado. Pero no se nos ha
revelado por medio de conceptos y doctrinas sublimes. Su Palabra se ha
encarnado en la vida entrañable de Jesús para que la puedan entender y acoger
hasta los más sencillos.
La segunda afirmación dice así: “A
Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo único, que está en el seno del Padre, es
quien lo ha dado a conocer”. Los teólogos hablamos mucho de Dios, pero
ninguno de nosotros lo ha visto. Los dirigentes religiosos y los predicadores
hablamos de él con seguridad, pero ninguno de nosotros ha visto su rostro. Solo
Jesús, el Hijo único del Padre, nos ha contado cómo es Dios, cómo nos quiere y
cómo busca construir un mundo más humano para todos.
Esta dos afirmaciones están en el
trasfondo del programa renovador del Papa Francisco. Por eso busca una Iglesia
enraizada en el Evangelio de Jesús, sin enredarnos en doctrinas o
costumbres “no directamente ligadas al
núcleo del Evangelio”. Si no lo hacemos así, “no será el Evangelio lo que se
anuncie, sino algunos acentos doctrinales o morales que proceden de
determinadas opciones ideológicas”.
La actitud del Papa es clara. Solo en
Jesús se nos ha revelado la misericordia de Dios. Por eso, hemos de volver a la
fuerza transformadora del primer anuncio evangélico, sin eclipsar la Buena
Noticia de Jesús y “sin obsesionarnos por una multitud de doctrinas que se
intenta imponer a fuerza de insistencia”.
El Papa piensa en una Iglesia en la que
el Evangelio pueda recuperar su fuerza de atracción, sin quedar obscurecida por
otras formas de entender y vivir hoy la fe cristiana. Por eso, nos invita a
“recuperar la frescura original del Evangelio” como lo más bello, lo más
grande, lo más atractivo y, al mismo tiempo, lo más necesario”, sin encerrar a
Jesús “en nuestros esquemas aburridos”.
No nos podemos permitir en estos
momentos vivir la fe sin impulsar en nuestras comunidades cristianas la
conversión a Jesucristo y a su Evangelio a la que nos llama el Papa. Él mismo
nos pide a todos “que apliquemos con generosidad y valentía sus orientaciones
sin prohibiciones ni miedos”. (Jose Antonio Pagola)
LA VOZ DE SAN ROMÁN EL MELÓDICO (siglo VI, compositor de himnos)
En verdad, la alegría viene del nacimiento en el establo. Hoy los coros angélicos se alegran; todas las naciones celebran a la Virgen inmaculada; nuestro padre Adán se regocija porque hoy ha nacido del Salvador. Pueblos, digamos: “Bendito eres tú, nuestro Dios, recién nacido, gloria ti!” (del himno de Navidad)
4 enero, SÁBADO, tiempo de Navidad
de la primera carta del apóstol san Juan 3, 7-10
Hijos míos, que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo, como él es justo. Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo. Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado, porque su germen permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.
Salmo 97: "Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios"
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes. R/.
Al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R/.
evangelio según san Juan 1,35-42
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.»
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?»
Él les dijo: «Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»
¿cómo vivir esta Palabra?
“¿Dónde vives? Venid y lo veréis”
Juan y Andrés no olvidaron nunca ese encuentro fundante de sus vidas con Jesús. Hay momentos inolvidables.
El Papa Francisco nos cuenta cómo fue lo suyo con Jesús: “La fe, para mí, nació del encuentro con Jesús. Un encuentro personal, que tocó mi corazón y dio una nueva dirección y un nuevo sentido a mi existencia… Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso”.
Jesús de Nazaret ha salido a nuestro encuentro, poniéndose en nuestro camino, siguiéndole llegaremos a la vida plena, porque ya cada año, cada mes, cada día cuenta para la vida eterna.
LA VOZ DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO (1696-1787), obispo y doctor de la Iglesia 1ª Meditación para la Octava de Navidad
Señor, yo soy la oveja que, por andar tras mis placeres y caprichos, me he perdido miserablemente; mas Vos, Pastor y juntamente Cordero divino, sois aquel que habéis venido del cielo a salvarme, sacrificándoos cual víctima sobre la cruz en satisfacción de mis pecados. Si yo, quiero enmendarme, ¿qué debo temer? ¿Por qué no debo confiarlo todo de vos, mi Salvador, que habeis nacido de intento para salvarme? ¿Qué mayor señal de misericordia podíais darme?
3 enero, VIERNES, tiempo de Navidad
de la primera carta de Juan 2,29;3,1-6:
Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él. Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro. Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley. Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado. Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le ha visto ni conocido.
Salmo 97 R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera,
gritad, vitoread, tocad. R/.
Tañed la cítara para el Señor
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas
aclamad al Rey y Señor. R/.
Evangelio según san Juan 1,29-34:
Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: "Trás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua es para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado el Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
¿Cómo vivir esta Palabra?
Juan Bautista da testimonio de Jesús y lo señala como el que tiene el poder de salvar del pecado. Juan Bautista fue un profeta con una gran personalidad y capacidad de convocatoria, pero no se quedaba con la gente, ni buscaba su propia gloria y reconocimiento. Indica el camino a los demás, les dice que sigan a Jesús.
Alrededor del Bautista se había formado una comunidad de discípulos que continuaran después de su su muerte sus enseñanzas. Algunos de sus discípulos siguieron a Jesús y Juan no se lo impidió, al contrario les oriento a Él.
Gran lección la de Juan para todos los tiempos: orientar hacia Jesús. Cada uno ha de realizar su propio camino y en el mundo del Espíritu, cuando las cosas de verdad son de Dios, no hay competitividades ni envidias, sólo la búsqueda de la voluntad de Dios y el respeto de lo que cada uno es y a lo que está llamado.
Revisemos nuestra FE y SINCERIDAD para reconocer lo que somos y situarnos así cada día del año nuevo que ya empieza a pasar sus días, uno detrás de otro.
LA VOZ DE SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ. EDITH STEIN (1891-1942), carmelita descalza, mártir, copatrona de Europa.
“El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”
En el Apocalipsis, el apóstol Juan escribe: “Vi entonces en medio del trono…un Cordero en pie con señales de haber sido degollado” (Ap 5,6). Cuando el vidente de Patmos contempló esta visión, aún estaba vivo en él el recuerdo inolvidable de ese día junto al Jordán, cuando Juan el Bautista le señaló al “Cordero de Dios” que “quita el pecado del mundo”…
Pero, el Señor ¿por qué había elegido el cordero como símbolo privilegiado? ¿Por qué se mostró, incluso, de ese modo en el trono de la eterna gloria? Porque él estaba libre de pecado y era humilde como un cordero; y porque él había venido para “dejarse llevar como cordero al matadero” (Is 53,7). Todo eso también lo presenció Juan cuando el Señor se dejó atar en el Monte de los Olivos. Allí, en el Gólgota, fue llevado a cumplimiento el auténtico sacrificio de reconciliación. A partir de entonces los antiguos sacrificios perdieron su eficacia; y pronto desaparecerían del todo, igual que el antiguo sacerdocio, cuando el templo fue destruido. Todo esto lo vivió Juan de cerca. Por eso no le asombraba ver al Cordero en el Trono.
Igual que el Cordero tuvo que ser matado para ser elevado sobre el trono de la gloria, así el camino hacia la gloria conduce a todos los elegidos para “el banquete de bodas” a través del sufrimiento y de la cruz. El que quiera desposar al Cordero tiene que dejarse clavar con él en la cruz. Para esto están llamados todos los que están marcados con la sangre del Cordero (cf Ex 12,7), y éstos son todos los bautizados. Pero no todos entienden esta llamada y la siguen. (Las Bodas del Cordero, 14/9/1940)
2 enero, JUEVES, tiempo de Navidad
(san Basilio y san Gregorio Nacianceno)
de la primera carta del apóstol san Juan 2,22-28
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna. Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas –y es verdadera y no mentirosa– según os enseñó, permanecéis en él. Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.Salmo 97 R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios
Cantad al Señor un cántico nuevo,porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.
evangelio según san Juan 1,19-28
Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
Él dijo: «No lo soy.»
«¿Eres tú el Profeta?»
Respondió: «No.»
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
¿Cómo vivir esta Palabra?
Este conocimiento se debe a la promesa del Señor: “Yo pondré mi ley en el fondo de su ser y la escribiré en su corazón”. (Jer. 31,33).
El Espíritu Santo, que hemos recibido en el Bautismo, nos enseña acerca de todas las cosas. Él nos guía a la verdad completa (Jn. 16,13). La ley ya no está fuera de nosotros, está dentro, en el fondo del alma.
Nuestra alegría está colmada, ya que por la Encarnación del Verbo tenemos acceso a esta gracia en que estamos. Sólo tenemos que permanecer en ella, guardarla en el corazón, como Marça y dejar que germine y dé frutos de vida eterna, puesto que guardar su Palabra y permanecer en Él es promesa de vida eterna.
Inmersos en la celebración de los misterios de la Natividad del Señor, Juan Bautista nos invita a tres cosas:
1. Ser auténticos, es decir, no autoengañarnos ni disimular: Yo no soy el Mesías, ni Elías, ni el Profeta. Asumir con verdad nuestra propia realidad, esto nos hace auténticos y nos libera de la tensión de “tener que ser” lo que no somos ni estamos llamados a ser.
2. Anunciar el consuelo, buenas noticias: cuando el Bautista dice de sí mismo: “yo soy voz que clama: en el desierto preparad un camino al Señor”, está citando el libro de la consolación del profeta Isaías, (Is. 40,3) donde se animaba al pueblo desterrado a ser valiente y volver al Dios de todo consuelo..
3. Ceder la primacía al Señor, no ponernos nosotros como referencia de la salvación. El Señor es Jesús y no nosotros. Nosotros no somos dignos de desatarle la correa de la sandalia, sino que somos sus enviados, sus testigos, sus ministros. El Señor es el que desata las cadenas y lava nuestros pies manchados por el pecado y nos restituye a la vida de la gracia.
LA VOZ DE SAN GREGORIO
El obispo de Nacianzo decía: «es necesario acordarse de Dios con más frecuencia de lo que respiramos»«En la oración, tenemos que dirigir nuestro corazón a Dios para entregarnos a Él como ofrenda que debe ser purificada y transformada»
«En la oración, vemos todo a la luz de Cristo, dejamos caer nuestras máscaras y nos sumergimos en la verdad y en la escucha de Dios, alimentando el fuego del amor».
1 enero, MIÉRCOLES,
santa MARÍA MADRE de DIOS
Santa María de la Paz - Basilica de santa María la Mayor en Roma |
del libro de los Números 6, 22-27
El Señor habló a Moisés:
–«Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas:
"El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor se fije en ti
y te conceda la paz."
Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré. »
–«Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas:
"El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor se fije en ti
y te conceda la paz."
Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré. »
Salmo 66 R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R.
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R.
Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
Como sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! Padre.» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
Como sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! Padre.» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
evangelio según san Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
¿Cómo vivir esta Palabra?Contemplemos con María el rostro de Cristo: en aquel Niño… es Dios quien viene a visitarnos “para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (cf. Lc 1, 79). María lo contempla… interrogándose sobre el sentido de los prodigios que rodean el misterio de la Navidad.
La Navidad es misterio de alegría. Los ángeles… han anunciado el acontecimiento a los pastores como "una gran alegría, que lo será para todo el pueblo" (Lc 2, 10). (…) Alegría, a pesar de estar lejos de casa, a pesar de la pobreza del pesebre, a pesar de la indiferencia del pueblo, a pesar de la hostilidad del poder.
La Navidad es misterio de amor. Amor del Padre, que ha enviado al mundo a su Hijo unigénito, para darnos su misma vida (cf. 1 Jn 4, 8-9). Amor del "Dios con nosotros", el Emmanuel (cf. Mt 1,23), que ha venido a la tierra para morir en la cruz. En el frío Portal, en medio del silencio, la Virgen Madre presiente ya en su corazón el drama del Calvario… El Príncipe de la paz, que nace hoy en Belén, dará su vida en el Gólgota para que en la tierra reine el amor.
La Navidad es misterio de paz. Desde el portal de Belén se eleva hoy un llamamiento apremiante para que el mundo no caiga en la suspicacia, la sospecha y la desconfianza, aunque el trágico fenómeno del terrorismo acreciente incertidumbres y temores. Los creyentes de todas las religiones, junto con los hombres de buena voluntad, abandonando cualquier forma de intolerancia y discriminación, están llamados a construir la paz…
Junto a ti, Virgen Madre, permanecemos en contemplación ante el pesebre donde está acostado el Niño, para participar de tu mismo asombro ante la inmensa condescendencia de Dios. Danos tus ojos, María, para descifrar el misterio que se oculta tras la fragilidad de los miembros de tu Hijo. Enséñanos a reconocer su rostro en los niños de toda raza y cultura. Ayúdanos a ser testigos creíbles de su mensaje de paz y de amor, para que también los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, caracterizado aún por tensos contrastes e inauditas violencias, reconozcan en el Niño que está en tus brazos al único Salvador del mundo, fuente inagotable de la auténtica paz, a la que todos aspiran en lo más íntimo de su corazón. (Juan Pablo II)
LA VOZ DEL PAPA FRANCISCO
LA FRATERNIDAD, FUNDAMENTO Y CAMINO PARA LA PAZ. El primer mensaje para el Día Mundial de la Paz, 1 enero 2014, que envía el Papa Francisco, en su primer año de pontificado a los 77 años cumplidos en noviembre.
Son a modo de nueve llamadas a la fraternidad humana y sobrenatural.
1/ La fraternidad es una dimensión esencial del hombre.
“La viva conciencia de este carácter relacional del hombre nos lleva a ver y a tratar a cada persona como una verdadera hermana y un verdadero hermano; sin ella, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera”.
2/ «¿Dónde está tu hermano?» (Gn4,9).
“El relato de Caín y Abel nos enseña que la humanidad lleva inscrita en sí una vocación a la fraternidad, pero también la dramática posibilidad de su traición”.
3/ «Y todos ustedes son hermanos» (Mt 23,8).
“la fraternidad humana ha sido regenerada en y por Jesucristo con su muerte y resurrección. La cruz es el “lugar” definitivo donde se funda la fraternidad, que los hombres no son capaces de generar por sí mismos”.
4/ La fraternidad fundamento y camino para la paz
La paz –afirma Juan Pablo II– es un bien indivisible. O es de todos o no es de nadie. Sólo es posible alcanzarla realmente y gozar de ella, como mejor calidad de vida y como desarrollo más humano y sostenible, si se asume en la práctica, por parte de todos, una “determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común
5/ La fraternidad, premisa para vencer la pobreza.
“Este deber concierne en primer lugar a los más favorecidos. Sus obligaciones hunden sus raíces en la fraternidad humana y sobrenatural, y se presentan bajo un triple aspecto: el deber de solidaridad, que exige que las naciones ricas ayuden a los países menos desarrollados; el deber de justicia social, que requiere el cumplimiento en términos más correctos de las relaciones defectuosas entre pueblos fuertes y pueblos débiles; el deber de caridad universal”.
6/ El redescubrimiento de la fraternidad en la economía.
“Las graves crisis financieras y económicas –que tienen su origen en el progresivo alejamiento del hombre de Dios y del prójimo, en la búsqueda insaciable de bienes materiales, por un lado, y en el empobrecimiento de las relaciones interpersonales y comunitarias, por otro –han llevado a muchos a buscar el bienestar, la felicidad y la seguridad en el consumo y la ganancia más allá de la lógica de una economía sana”.
7/ La fraternidad extingue la guerra.
“Por eso, hago mío el llamamiento de mis Predecesores a la no proliferación de las armas y al desarme de parte de todos, comenzando por el desarme nuclear y químico”.
8/. La corrupción y el crimen organizado se oponen a la fraternidad.
“Pienso en el drama lacerante de la droga, con la que algunos se lucran despreciando las leyes morales y civiles”,
“Pienso en la prostitución que cada día cosecha víctimas inocentes, sobre todo entre los más jóvenes, robándoles el futuro; pienso en la abominable trata de seres humanos, en los delitos y abusos contra los menores, en la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo, en la tragedia frecuentemente desatendida de los emigrantes con los que se especula indignamente en la ilegalidad”.
“Pienso en el drama lacerante de la droga, con la que algunos se lucran despreciando las leyes morales y civiles”,
“Pienso en la prostitución que cada día cosecha víctimas inocentes, sobre todo entre los más jóvenes, robándoles el futuro; pienso en la abominable trata de seres humanos, en los delitos y abusos contra los menores, en la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo, en la tragedia frecuentemente desatendida de los emigrantes con los que se especula indignamente en la ilegalidad”.
9/. La fraternidad ayuda a proteger y a cultivar la naturaleza.
“En particular, el sector agrícola es el sector primario de producción con la vocación vital de cultivar y proteger los recursos naturales para alimentar a la humanidad. A este respecto, la persistente vergüenza del hambre en el mundo me lleva a compartir con ustedes la pregunta: ¿cómo usamos los recursos de la tierra?”
“En particular, el sector agrícola es el sector primario de producción con la vocación vital de cultivar y proteger los recursos naturales para alimentar a la humanidad. A este respecto, la persistente vergüenza del hambre en el mundo me lleva a compartir con ustedes la pregunta: ¿cómo usamos los recursos de la tierra?”
- Concluye el Papa:
Los cristianos creemos que en la Iglesia somos miembros los unos de los otros, que todos nos necesitamos unos a otros, porque a cada uno de nosotros se nos ha dado una gracia según la medida del don de Cristo, para la utilidad común (cf. Ef 4,7.25; 1 Co 12,7).
Cristo ha venido al mundo para traernos la gracia divina, es decir, la posibilidad de participar en su vida. Esto lleva consigo tejer un entramado de relaciones fraternas, basadas en la reciprocidad, en el perdón, en el don total de sí, según la amplitud y la profundidad del amor de Dios, ofrecido a la humanidad por Aquel que, crucificado y resucitado, atrae a todos a sí: “Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros; como yo les he amado, ámense también entre ustedes. La señal por la que conocerán todos que son discípulos míos será que se aman unos a otros” (Jn 13,34-35). Ésta es la buena noticia que reclama de cada uno de nosotros un paso adelante, un ejercicio perenne de empatía, de escucha del sufrimiento y de la esperanza del otro, también del más alejado de mí, poniéndonos en marcha por el camino exigente de aquel amor que se entrega y se gasta gratuitamente por el bien de cada hermano y hermana.