2 octubre, MIÉRCOLES, 27 semana tiempo ordinario
(santos ángeles custodios)
El rey me preguntó: «¿Qué te pasa, que tienes mala cara? Tú no estás enfermo, sino triste.»
Me llevé un susto, pero contesté al rey: «Viva su majestad eternamente. ¿Cómo no he de estar triste cuando la ciudad donde se hallan enterrados mis padres está en ruinas, y sus puertas consumidas por el fuego?»
El rey me dijo: «¿Qué es lo que pretendes?»
Me encomendé al Dios del cielo y respondí: «Si a su majestad le parece bien, y si está satisfecho de su siervo, déjeme ir a Judá a reconstruir la ciudad donde están enterrados mis padres.»
El rey y la reina, que estaba sentada a su lado, me preguntaron: «¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás?»
Al rey le pareció bien la fecha que le indiqué y me dejó ir.
Pero añadí: «Si a su majestad le parece bien, que me den cartas para los gobernadores de Transeufratina, a fin de que me faciliten el viaje hasta Judá. Y una carta dirigida a Asaf, superintendente de los bosques reales para que me suministren tablones para las puertas de la ciudadela de templo, para el muro de la ciudad y para la casa donde me instalaré.»
Gracias a Dios, el rey me lo concedió todo.
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras. R/.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.» R/.
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha. R/.
Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías. R/.
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
A otro le dijo: «Sígueme.»
Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.»
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.»
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»
Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»
1 octubre, MARTES, 26 SEMANA del tiempo ordinario
(santos ángeles custodios)
del libro de Nehemías 2,1-8
Era el mes de Nisán del año veinte del rey Artajerjes. Tenía el vino delante, y yo tomé la copa y se la serví. En su presencia no debía tener cara triste.El rey me preguntó: «¿Qué te pasa, que tienes mala cara? Tú no estás enfermo, sino triste.»
Me llevé un susto, pero contesté al rey: «Viva su majestad eternamente. ¿Cómo no he de estar triste cuando la ciudad donde se hallan enterrados mis padres está en ruinas, y sus puertas consumidas por el fuego?»
El rey me dijo: «¿Qué es lo que pretendes?»
Me encomendé al Dios del cielo y respondí: «Si a su majestad le parece bien, y si está satisfecho de su siervo, déjeme ir a Judá a reconstruir la ciudad donde están enterrados mis padres.»
El rey y la reina, que estaba sentada a su lado, me preguntaron: «¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás?»
Al rey le pareció bien la fecha que le indiqué y me dejó ir.
Pero añadí: «Si a su majestad le parece bien, que me den cartas para los gobernadores de Transeufratina, a fin de que me faciliten el viaje hasta Judá. Y una carta dirigida a Asaf, superintendente de los bosques reales para que me suministren tablones para las puertas de la ciudadela de templo, para el muro de la ciudad y para la casa donde me instalaré.»
Gracias a Dios, el rey me lo concedió todo.
Salmo 136 R/. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti
Junto a los canales de Babilonianos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras. R/.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.» R/.
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha. R/.
Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías. R/.
Evangelio según san Lucas 9,57-62:
En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.»Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»
A otro le dijo: «Sígueme.»
Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.»
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.»
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»
Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»
¿Cómo vivir esta la Palabra?
La figura de Nehemías y también la de Esdras, viviendo en la corte de Persia, nos recuerdan otra serie de personajes judíos similares: José en Egipto, Daniel en Babilonia, Mardoqueo y Ester también en Persia. Nehemías gozaba de buena posición en la corte persa, era el copero mayor, con cierta cercanía al rey Artajerjes. Pero como buen judío no era feliz fuera de su tierra y sabiendo además que Jerusalén “está en ruinas y sus puertas consumidas por el fuego”. El rey nota su tristeza. Nehemías le abre su corazón y le pide que le deje ir a Jerusalén a “reconstruir la ciudad donde están enterrados mis padres”. Algo a lo que el rey accedió y le dio los medios para llevar a cabo tal obra. Obra que será completada por Esdras en su aspecto religioso.
Las raices del ser humano son muy hondas y por muy "a gusto" que esté en otro lugar, hay algo que le conecta con su origen. No es sólo la Jerusalén terrena, es la Jerusalén celeste la que todos anhelamos y a la que estamos llamados a habitar como nuestra tierra definitiva.
El evangelio de hoy nos presenta el diálogo de Jesús con tres aspirantes anónimos a ser sus discípulos. Los tres, con distintos matices, quieren seguirle. Jesús les impone exigencias aparentemente duras. Todas ellas están en función de seguirle radicalmente a Él y de la proclamación de la buena noticia del Reinado de Dios.
Ante esto, no caben condiciones, componendas, medias tintas, razones familiares, distracciones…
La iglesia celebra hoy la fiesta y el recuerdo de los ángeles custodios. He aquí lo que dice de ellos el Catecismo de la Iglesia Católica: “Desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. ‘Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida’ (S. Basileo)” (336).
Ángeles Custodios
De la tradición bíblica nace el sentido del ángel protector, guardián o custodio:
- Del pueblo (Israel): «He aquí que voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado» (Ex 23. 20).
- De las personas: Abrahám dice a Isaac, que marcha en busca de esposa: «... El enviará su ángel delante de ti.... (Gn24, 7). Compañero y guardián de Tobías (5, 4): presenta las oraciones y buenas obras de Tobit ante Dios, le cura... ( 11, 12 ). Pedro es liberado de la prisión por el «ángel del Señor» y se dirige a «casa de María, madre de Juan, por sobrenombre Marcos», donde los reunidos, extrañados, contestan a la sirvienta Rode que ha acudido a la puerta, «será su ángel» (Hch 12, 7-15).
- De los niños: Dice Jesús: «Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños: porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos» (Mt 18, 10). El ángel del Señor protege la vida e infancia de Jesús, avisando a José del peligro e indicándole lo que éste ha de hacer (Mt 1, 20; 2, 13.19).
En la liturgia de las horas del día, en su oficio de lectura, se propone un fragmento de uno de los sermones de San Bernardo, abad, sobre el salmo 90, en el que leemos reflexiones como éstas:
«Señor, ¿qué es el hombre para que te ocupes de él?... Para que ninguno de los seres celestiales deje de tomar parte en esta solicitud por nosotros, envías a los espíritus bienaventurados para que nos sirvan y nos ayuden, los constituyes nuestros guardianes, mandas que sean nuestros ayos...»
«A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Estas palabras deben inspirarte una gran reverencia... por la presencia de los ángeles, devoción por su benevolencia, confianza por su custodia. Porque ellos están presentes junto a ti, y lo están para tu bien. Están presentes para protegerte, lo están en beneficio tuyo... Debemos estarles agradecidos, pues que cumplen con tanto amor esta orden, nos ayudan en nuestras necesidades, que son tan grandes... Correspondamos a su amor, honrémoslos cuanto podamos y según debemos. Sin embargo, no olvidemos que todo nuestro amor y honor ha de tener por objeto a aquél de quien procede todo, tanto para ellos como para nosotros, gracias al cual podemos amar y honrar, ser amados y honrados».
«En él, hermanos, amemos con verdadero afecto a sus ángeles, pensando que un día hemos de participar con ellos de la misma herencia y que, mientras llega este día, el Padre los ha puesto junto a nosotros, a manera de tutores y administradores..., y viviremos así a la sombra del Omnipotente».
1 octubre, MARTES, 26 SEMANA del tiempo ordinario
(SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS)
de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 17--11, 2
Hermanos:El que se gloría que se gloríe en el Señor, porque no está aprobado el que se recomienda él solo, sino el que está recomendado por el Señor. Ojalá me toleraseis unos cuantos desvaríos; bueno, ya sé que me los toleráis. Tengo celos de vosotros, los celos de Dios; quise desposaros con un solo marido, presentándoos a Cristo como una virgen intacta.
Salmo 130, 1. 2. 3 R/. "Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor"
Señor, mi corazón no es ambicioso,ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas que superan mi capacidad.
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
Espere Israel en el Señor ahora y por siempre.
Evangelio según san mateo 18, 1-4
En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:- ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
- Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos.
¿Cómo vivir esta Palabra?
Jesús, poniendo el ejemplo de los niños, invita a vivir actitudes como la confianza, la transparencia, la sinceridad, la limpieza de corazón, el necesitar de los otros para vivir y crecer.
Celebramos hoy la memoria de una santa, Teresa del niño Jesús, cuya espiritualidad ella misma identificó como el hacerse pequeña. Dejó escrito su experiencia de amor con Dios, llamándola de "infancia espiritual", ue se santificó con estas actitudes infantiles y, después de vivirlas, nos dejó por escrito el modo cómo entendió ella lo que, desde entonces, se ha dado en llamar Infancia Espiritual.
“Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los cielos”. “Volver a ser” significa que se ha dejado de ser niños, pero el fondo del ser se mantiene con la confianza de los niños en sus padres y la sinceridad, porque el niño cuando es muy niño lo dice todo como lo vió. De mayor ya va aprendiendo a mentir, pero cuando son niños lo cuentan todo.
San Pedro lo expresaba así: “Rechazad toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias. Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación” (I Pe 2,1-2).
Los niños son sencillos y sinceros, si ven un peligro acuden a los brazos de sus padres, si quieren algo se lo piden a ellos, los necesitan para vivir. Asi el creyente, acude a su Padre, se abandona en sus brazos, y vive esa relación filial libre de de toda desconfianza. En un niño cabe la travesura, no la corrupción; cabe la equivocación, no la maldad.
La voz de Teresa del niño Jesús
"Para mí, orar consiste en elevar el corazón, en levantar los ojos al cielo, en manifestar mi graitud y mi amor lo mismo en el gozo que en la prueba.”; “Te ruego que poses tus divinos ojos sobre un gran número de almas pequeñas.” Teresita se contaba a sí misma entre las almas pequeñas, decía “Yo soy un alma minúscula, que sólo puede ofrecer pequeñeces a nuestro Señor.”
30 septiembre, LUNES 26 SEMANA del tiempo ordinario
DÍA DE SAN JERÓNIMO PATRÓN DE LOS BIBLISTAS
de la profecía de Zacarías 8,1-8:
En aquellos días, vino la palabra del Señor de los ejércitos: «Así dice el Señor de los ejércitos: Siento gran celo por Sión, gran cólera en favor de ella. Así dice el Señor: Volveré a Sión y habitaré en medio de Jerusalén. Jerusalén se llamará Ciudad Fiel, y el monte del Señor de los ejércitos, Monte Santo. Así dice el Señor de los ejércitos: De nuevo se sentarán en las calles de Jerusalén ancianos y ancianas, hombres que, de viejos, se apoyan en bastones.Las calles de Jerusalén se llenarán de muchachos y muchachas que jugarán en la calle. Así dice el Señor de los ejércitos: Si el resto del pueblo lo encuentra imposible aquel día, ¿será también imposible a mis ojos? –oráculo del Señor de los ejércitos–. Así dice el Señor de los ejércitos: Yo libertaré a mi pueblo del país de oriente y del país de occidente, y los traeré para que habiten en medio de Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios con verdad y con justicia.»
Salmo 101 R/. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria
Los gentiles temerán tu nombre,los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R/.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R/.
Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia,
para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R/.
Evangelio según san Lucas 9,46-50:
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro.»
¡VIVE LA PALABRA!
Recibe el Evangelio de Cristo, convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo.
“Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios”.
El profeta Zacarías, cuyo nombre significa "Yahwhe se acuerda", recuerda al pueblo repatriado del destierro por el decreto de Ciro I, que el templo se está reconstruyendo, pero no faltan problemas, por lo que el pueblo, en algunas ocasiones se desilusiona. Tanto el profeta Ageo como Zacarías, procuran levantarle el ánimo, recordándole el amor y celo que Dios siente por su pueblo, que seguirá siendo su Dios, que habitará nuevamente en Jerusalén, que será llamada ciudad fiel y como señal de esto, anuncian la paz en que vivirán sus habitantes: Los ancianos se sentarán en las calles de Jerusalén y los niños corretearán por ellas y aunque a algunos esto les parezca imposible, Dios lo hará realidad, liberará a su pueblo y los traerá para que habite en medio de Jerusalén. “Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios con verdad y con justicia”.
El Dios fiel siempre es propicio a su pueblo a pesar de la infidelidad del mismo
Pidamos fidelidad al Señor que tanto nos ama y proclamemos al mundo que, a pesar de los problemas, Dios sigue siempre en medio de nosotros.
Pidamos fidelidad al Señor que tanto nos ama y proclamemos al mundo que, a pesar de los problemas, Dios sigue siempre en medio de nosotros.
“El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mi”
Los apóstoles quieren ser los primeros, por eso discuten sobre quién es más importante entre ellos. Jesús les da una gran lección: tomando a un niño de la mano lo puso a su lado y dijo esas inolvidables palabras: “Quien acoge a un niño, me acoge a mi y al que me ha enviado”. Debemos tener en cuenta que los niños en Israel no tenían ninguna importancia, por tanto el que los acoge, acoge lo más pequeño de la sociedad.
Ante esto, los apóstoles cambian de conversación, acusando al Maestro a algunos que “sin ser sus discípulos, hablan y realizan milagros en su nombre. Aquí viene la segunda lección de Jesús: “No se lo impidáis: el que no está contra vosotros está a favor vuestro”.
Aprendamos:
1º La humildad: no queramos ser más que los otros;
2º Acogida de la verdad del otro, reconociendo lo bueno que Dios ha puesto en los demás.
2º Acogida de la verdad del otro, reconociendo lo bueno que Dios ha puesto en los demás.
Hoy la Iglesia celebra a san Jerónimo, que dedicó toda su vida al Estudio y traducción de la Escritura, imitemos su esfuerzo por estudiarla y enseñarla a los demás.
la voz de san Jerónimo
"Si, como dice el apóstol Pablo, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, y el que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo» (Prólogo al Comentario sobre el profeta Isaías)
29 septiembre, DOMINGO 26 del tiempo ordinario
Lectio Lucas 16,19-31:
La parábola de Lázaro y el rico
1. ORACIÓN INICIAL
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a
entrar en tu Palabra que nos es dada en la sagrada Escritura.
Tú la has explicado a los discípulos en el camino de Emaús.
Les ayudaste a descubrir la presencia del Amor del Padre en los acontecimientos
dolorosos de tu condena y muerte. Y la cruz, que parecía ser el final de toda
esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las
personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente
a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos
experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú
estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de
paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y
enviado tu Espíritu. Amén.
2. LECTURA
Introducción
La parábola del pobre Lázaro, sentado delante de la
puerta del rico, es un fiel espejo, en el que se refleja no sólo la situación
de la sociedad del tiempo de Jesús, sino también nuestra sociedad del siglo
XXI. La parábola es una denuncia fuerte y radical de esta situación, porque
indica claramente que Dios piensa al contrario de nosotros. En la parábola
aparece tres personas: el pobre, el rico y el padre Abrahán. El pobre tiene un
nombre, pero no habla. No cuenta para nada. Sus únicos amigos son los perros
que lamen sus heridas. El rico no tiene nombre (epulón significa “rico” en
griego), pero habla siempre e insiste. Quiere tener razón, pero no lo consigue.
El padre Abrahán es padre de los dos y ama a los dos y llama al rico que está
en el infierno, pero no consigue obtener que el rico cambie de opinión y se
convierta. Durante la lectura trata de poner mucha atención a la conversación
del rico con el padre Abrahán, a los argumentos del rico y a los argumentos del
padre Abraham.
El texto:
19 «Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino,
y celebraba todos los días espléndidas fiestas. 20 Y uno
pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, 21 deseaba
hartarse de lo que caía de la mesa del rico...pero hasta los perros venían y le
lamían las llagas. 22 Sucedió, pues, que murió el pobre y
los ángeles le llevaron al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue
sepultado.
23 «Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio
a lo lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno. 24 Y,
gritando, dijo: `Padre Abrahán, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje
en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en
esta llama.' 25 Pero Abrahán le dijo: `Hijo, recuerda que
recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro,
al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú
atormentado. 26 Y además, entre nosotros y vosotros se
interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros,
no puedan hacerlo; ni de ahí puedan pasar hacia nosotros.'
27 «Replicó: `Pues entonces, te ruego, padre, que le envíes a
la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para
que les advierta y no vengan también ellos a este lugar de tormento.' 29Abrahán
le dijo: `Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan.'30 Él
dijo: `No, padre Abrahán, que si alguno de entre los muertos va a ellos, se
convertirán.' 31 Le contestó: `Si no oyen a Moisés y a los
profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.'»
(Haz silencio y desea, pidiendo al Padre, que su Palabra entre en ti y en el mundo para iluminar nuestra
vida).
3. MEDITACIÓN
En Lucas 9, 51 Jesús inicia su viaje a Jerusalén
decididamente, esa Pascua va a ser “definitiva” y los discípulos y discípulas
le acompañan en el camino. Hay dos temas
claves en los capítulos 15 y 16: la parábolas de la misericordia, el amor de
Dios por todos, la acogida incluso del que lo ha abandonado pero vuelve a él
(hijo pródigo). En el capítulo 16 nos presenta la parábola del pobre Lázaro para
revelar su amor de predilección por el pobre y el peligro para quien “pasa” del
problema de la pobreza y de la injusticia social. Lázaro, cuyo nombre significa
“Dios ayuda”, representa el grito de los pobres en tiempos de Jesús, del tiempo
de Lucas y de todos los tiempos.
Hoy los pobres mueren a millones, víctimas de la “rapacidad”
política de los países ricos.
El pobre muere y es llevado por los ángeles al seno de Abrahán. El seno de
Abrahán es la fuente de la vida, de donde nace el pueblo de Dios. Lázaro, el
pobre, pertenece al pueblo de Dios, forma parte del pueblo de Abrahán del cual
está excluido en la tierra (estaba en la
puerta del rico). El rico que piensa ser hijo de Abrahán, también él muere y es
sepultado. Pero no va al seno de Abrahán, ¡porque no es hijo de Abrahán, del
Pueblo de Dios!
Lucas 16,23-26: La
primera conversación entre el rico sin nombre y el padre Abrahán.
La parábola es como una ventana que Jesús abre para nosotros sobre el otro lado de la vida, el lado
desde Dios. No se trata del cielo. Se trata del verdadero lado de la vida
descubierto sólo por la fe y que el rico sin fe no percibe. La ideología
dominante se lo impide. Y es solamente a la luz de la muerte, cuando la
ideología se desintegra en la cabeza del rico y cuando despunta para él el
verdadero valor de la vida. El rico sufre, el pobre es feliz.
El rico, situado
“en el otro lado de la vida” descubre que Lázaro es su única posibilidad
de salvación. ¡Perdió su oportunidad en la vida y la tenía delante en el pobre!
El rico sin nombre es un judío (cristiano) “devoto”, conoce a Abrahán y lo
llama Padre. Abrahán responde y lo llama hijo.
En realidad esta parábola de Jesús va dirigida a los
ricos vivos. En cuanto vivos, tienen todavía la posibilidad de convertirse en
hijos de Abrahán, si abren la puerta a Lázaro, al pobre, al único que en nombre
de Dios puede ayudarles. Sólo así es posible tender un puente en el gran abismo
que los separa.
En la respuesta de Abrahán al rico aparece la verdad de las cuatro maldiciones:
(Lc 6,24-26).
«Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre.
¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.
¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!,
pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.
Lucas 16, 27-29: La
segunda conversación entre el rico y Abrahán.
“Tengo cinco hermanos”. “¡Manda a Lázaro!”. Lázaro, el pobre, es el único
verdadero intermediario entre Dios y los ricos.
La respuesta de Abrahán es clara: “Ellos tienen a Moisés
y a los Profetas; ¡que lo escuchen!” ¡Tienen la Biblia! El rico tenía la
Biblia. La conocía hasta de memoria. Pero no se daba cuenta que la Biblia
tuviese algo que ver con los pobres a su puerta. ¡La clave con la que el rico
puede entender la Biblia es el pobre sentado a su puerta!
Lucas 16,30-31: La
tercera conversación entre Abrahán y el rico
El rico continúa insistiendo: “¡No, padre, pero si alguno de los muertos va
a ellos, se convertirán!” El rico reconoce que se ha equivocado, porque habla
de convertirse, cosa en la que jamás ha pensado en su vida. ¡Él quiere un
milagro, una resurrección! Pero este tipo de resurrección no existe. La única
resurrección es la de Jesucristo. Jesús resucitado viene a nosotros en la
persona del pobre, del que no tiene derechos, del que no tiene tierra, del que
no tiene qué comer, de quien no tiene techo, del que no tiene salud. En su
respuesta final, Abrahán es breve y decidido: “Si no escuchan a Moisés y a los
Profetas, tampoco se convencerán si un muerto resucita”. ¡Y termina así la
parábola! La clave para entender el sentido de la Biblia y de la salvación es
el pobre Lázaro, sentado delante de la puerta del rico.
El rico, quien aparentemente lo tiene todo, y se encierra
en sí mismo, pierde a Dios, pierde la conexión con la fuente de la vida
verdadera, pierde la vida, se pierde a sí mismo, pierde el nombre, pierde la
posibilidad de “desplegar todo su ser en esta vida”, vive inconsciente del
sentido verdadero de la vida, instalado en la comodidad y pasar el tiempo, pero
no vive, porque no ayuda a vivir a quien lo necesita.
El pobre es Lázaro, es “ Dios ayuda”. Dios viene
hasta nosotros en la persona de quien nos necesita, “sentado a nuestra puerta”.
Lázaro es también figura del mismo Jesús, el Mesías pobre
y siervo, que no fue aceptado, pero cuya muerte cambió radicalmente todas las
cosas. Y a la luz de la muerte de este pobre, todo ha cambiado y la historia ha
entrado en un “nuevo comienzo”.
El lugar del tormento es la situación de la persona sin
Dios. Aunque el rico piensa que tiene religión y fe, no sabe estar con Dios,
porque no abre la puerta al pobre. Más adelante encontraremos en san Lucas a
otro rico que sí abrió sus puertas a Jesús y se convirtió: Zaqueo (Lc 19,1-10).
Nosotros, nosotras, ¡estamos vivos! ¡estamos a tiempo de
situarnos “en el otro lado de la vida, desde Dios y ayudando al necesitado”!
Algunas preguntas
a)
¿Que llama más tu atención? ¿Por qué?
b) Compara la situación del pobre y del rico antes y después de la muerte. Aplícalas a la vida, a tu vida.
c) Hay personas que, como el rico de la parábola, esperan milagros para poder
creer en Dios. Pero Dios pide que se crea a Moisés y a los profetas. Y yo, ¿hacia
qué lado tiende mi corazón: hacia el milagro o hacia la palabra de Dios?
Oración final
* Salmo 15(14): Señor ¿quién puede habitar en tu
santuario?
Señor, ¿quién vivirá en tu tienda?,
¿quién habitará en tu monte santo?
El de conducta íntegra
que actúa con rectitud,
que es sincero cuando piensa
y no calumnia con su lengua;
que no daña a conocidos
ni agravia a su vecino;
que se aparta del que hace lo malo
y honra a los que aman a Dios;
que jura en verdad y no retracta;
que no presta a usura su dinero
ni acepta soborno contra el inocente.
Quien obra así jamás vacilará. Gloria al Padre y al Hijo..
* Señor Jesús, te damos gracias por tu Palabra que nos ha
hecho ver mejor la voluntad del Padre.
Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos
comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver.
Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo
escuchar, sino también poner en práctica la Palabra.
Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del
Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.
COMPROMISO (al menos para la semana):
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.
23 «Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno. 24 Y, gritando, dijo: `Padre Abrahán, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.' 25 Pero Abrahán le dijo: `Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. 26 Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan hacerlo; ni de ahí puedan pasar hacia nosotros.'
27 «Replicó: `Pues entonces, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también ellos a este lugar de tormento.' 29Abrahán le dijo: `Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan.'30 Él dijo: `No, padre Abrahán, que si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán.' 31 Le contestó: `Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.'»
El pobre muere y es llevado por los ángeles al seno de Abrahán. El seno de Abrahán es la fuente de la vida, de donde nace el pueblo de Dios. Lázaro, el pobre, pertenece al pueblo de Dios, forma parte del pueblo de Abrahán del cual está excluido en la tierra (estaba en la puerta del rico). El rico que piensa ser hijo de Abrahán, también él muere y es sepultado. Pero no va al seno de Abrahán, ¡porque no es hijo de Abrahán, del Pueblo de Dios!
La parábola es como una ventana que Jesús abre para nosotros sobre el otro lado de la vida, el lado desde Dios. No se trata del cielo. Se trata del verdadero lado de la vida descubierto sólo por la fe y que el rico sin fe no percibe. La ideología dominante se lo impide. Y es solamente a la luz de la muerte, cuando la ideología se desintegra en la cabeza del rico y cuando despunta para él el verdadero valor de la vida. El rico sufre, el pobre es feliz.
En la respuesta de Abrahán al rico aparece la verdad de las cuatro maldiciones: (Lc 6,24-26).
«Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre.
¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.
¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!,
pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.
“Tengo cinco hermanos”. “¡Manda a Lázaro!”. Lázaro, el pobre, es el único verdadero intermediario entre Dios y los ricos.
El rico continúa insistiendo: “¡No, padre, pero si alguno de los muertos va a ellos, se convertirán!” El rico reconoce que se ha equivocado, porque habla de convertirse, cosa en la que jamás ha pensado en su vida. ¡Él quiere un milagro, una resurrección! Pero este tipo de resurrección no existe. La única resurrección es la de Jesucristo. Jesús resucitado viene a nosotros en la persona del pobre, del que no tiene derechos, del que no tiene tierra, del que no tiene qué comer, de quien no tiene techo, del que no tiene salud. En su respuesta final, Abrahán es breve y decidido: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán si un muerto resucita”. ¡Y termina así la parábola! La clave para entender el sentido de la Biblia y de la salvación es el pobre Lázaro, sentado delante de la puerta del rico.
b) Compara la situación del pobre y del rico antes y después de la muerte. Aplícalas a la vida, a tu vida.
c) Hay personas que, como el rico de la parábola, esperan milagros para poder creer en Dios. Pero Dios pide que se crea a Moisés y a los profetas. Y yo, ¿hacia qué lado tiende mi corazón: hacia el milagro o hacia la palabra de Dios?
¿quién habitará en tu monte santo?
El de conducta íntegra
que actúa con rectitud,
que es sincero cuando piensa
y no calumnia con su lengua;
que no daña a conocidos
ni agravia a su vecino;
que se aparta del que hace lo malo
y honra a los que aman a Dios;
que jura en verdad y no retracta;
que no presta a usura su dinero
ni acepta soborno contra el inocente.
Quien obra así jamás vacilará. Gloria al Padre y al Hijo..
COMPROMISO (al menos para la semana):
28 septiembre, sábado, 25 semana del tiempo ordinario
de la profecía de Zacarías 2,5-9.14-15ª.
Alcé la vista y vi a un hombre con un cordel de medir. Pregunté: «¿Adónde vas?»Me contestó: «A medir Jerusalén, para comprobar su anchura y longitud.»
Entonces se adelantó el ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, diciéndole: «Corre a decirle a aquel muchacho: "Por la multitud de hombres y ganado que habrá, Jerusalén será ciudad abierta; yo la rodearé como muralla de fuego y mi gloria estará en medio de ella –oráculo del Señor–."»
«Alégrate y goza, hija de Sión, que yo vengo a habitar dentro de ti –oráculo del Señor–. Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos, y serán pueblo mío, y habitaré en medio de ti.»
Jeremías 31,10.11-12ab.13 R/. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,anunciadla en las islas remotas:
«El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como un pastor a su rebaño.» R/.
«Porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte.»
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor. R/.
Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas. R/.
Evangelio según san Lucas 9,43b-45:
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.»Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.
No es posible evitar el dolor. Dolor y vida, a veces, muchas, van unidos, pero no debería ser la desesperación nuestra respuesta, sino la alegría en forma de serenidad y paz. Porque nuestra alegría se fundamenta en la esperanza, nace de la Pascua.
Unas líneas más arriba, las lecturas nos llamaban a la alegría y ahora, Jesús nos anuncia su pasión y muerte… y no habla de resurrección. En un entorno de alegría por las cosas “que hacía”, Jesús parece querer aguar la fiesta. Y los discípulos, desconcertados, en su interior, se rebelaban contra estas palabras que anuncian muerte y sufrimiento. Pero no preguntan… Tal vez les daba miedo mostrar su propia ignorancia. No había llegado el momento de entender. Más adelante lo entenderán todo.
Por un lado Jesús responde a las necesidades de la gente, y hace realidad sueños y esperanzas… Por otro lado anuncia que lo apresarán y será torturado ... Algo no encaja.
Jesús llega a las personas, lo sienten amigo y salvador, y les cambia la vida, pero… otros, en cambio, lo verán enemigo y querrán quitarlo de en medio porque les estorba y les complica la vida, y les hace perder sus pequeñas, o grandes, parcelas de poder. Está claro que Jesús no significa lo mismo para todos.
Y ¿para ti?
La voz de san Jerónimo
Un servidor de Jesucristo, no posee nada que no sea al mismo Jesucristo
27 septiembre, viernes, 25 semana del tiempo ordinario
(san Vicente de Paul)
de la profecía de Ageo 2,1b-10
El año segundo del reinado de Darlo, el día veintiuno del séptimo mes, vino la palabra del Señor por medio del profeta Ageo: «Di a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote, y al resto del pueblo: "¿Quién entre vosotros vive todavía, de los que vieron este templo en su esplendor primitivo? ¿Y qué veis vosotros ahora? ¿No es como si no existiese ante vuestros ojos? ¡Ánimo!, Zorobabel –oráculo del Señor–, ¡Ánimo!, Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote; ¡Ánimo!, pueblo entero –oráculo del Señor–, a la obra, que yo estoy con vosotros –oráculo del Señor de los ejércitos–. La palabra pactada con vosotros cuando salíais de Egipto, y mi espíritu habitan con vosotros: no temáis. Asi dice el Señor de los ejércitos: Todavía un poco más, y agitaré cielo y tierra, mar y continentes. Pondré en movimiento los pueblos; vendrán las riquezas de todo el mundo, y llenaré de gloria este templo –dice el Señor de los ejércitos–. Mía es la plata y mío es el oro –dice el Señor de los ejércitos–. La gloria de este segundo templo será mayor que la del primero –dice el Señor de los ejércitos–; y en este sitio daré la paz –oráculo del Señor de los ejércitos.–"»Salmo R/. Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío»
Hazme justicia, oh Dios,defiende mi causa contra gente sin piedad,
sálvame del hombre traidor y malvado. R/.
Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazas?,
¿por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo? R/.
Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. R/.
Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la citara,
Dios, Dios mío. R/.
Evangelio según san Lucas 9,18-22
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»
¡VIVE LA PALABRA!
Recibe el Evangelio de Cristo, convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo.
Jesús, como buen hebreo practicante ora mucho y todo lo hace después de orar al Padre.
Pregunta a sus discípulos quien dice la gente que soy yo. Cada uno decía lo que escuchaban de la gente, unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Jesús quería saber qué decían ellos de él. Y Pedro se adelanta a los demás y confesó que era el Mesías de Dios.
El Mesías que Pedro y los demás tienen en mente es un triunfador, ni por asomo piensan en un Mesías sufriente y "perdedor" a los ojos del mundo. Por eso Jesús les va abriendo la mente a otra perspectiva que ni se imaginan. Sólo después cuando haya pasado, caerán en la cuenta de que ya se lo estaba diciendo.
Jesús realmente es el Mesías, (palabra hebrea que quiere decir el ungido de Dios o en griego "Cristo") “aquel a quien Dios ha enviado su Espíritu, ungiéndole con su fuerza, para que lleve a cabo una misión”.
Los discípulos querían un Mesías glorioso. ¿Lo queremos también nosotros? ¡qué difícil es reconocer a Dios en el dolor! Y sin embargo ahí está también siendo Dios y salvando.
La configuración con Cristo a la que todos estamos llamados también pasa por el sufrimiento y el dolor, por el misterio pascual. Aceptémoslo y pidamos fuerzas para vivirlo con fe y amor como Jesús y su madre, María.
La voz de un teólogo
"Dios, clavado en la cruz, permite que lo echen del mundo. Dios es impotente y débil en el mundo, y sólo así está Dios con nosotros y nos ayuda. Mateo 8,17 indica claramente que Cristo no nos ayuda por su omnipotencia, sino por su debilidad y sus sufrimientos. Sólo el Dios sufriente puede ayudarnos. Esto es lo opuesto de todo aquello que el hombre religioso espera de Dios. El hombre está llamado a sufrir con Dios el sufrimiento que el mundo sin Dios inflige a Dios".(D. Bonhoeffer)
26 septiembre, Jueves, 25 semana del tiempo ordinario
Comienzo de la profecía de Ageo 1, 1-8
El año segundo del rey Darío, el mes sexto, el día primero, vino la palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote: «Así dice el Señor de los ejércitos: Este pueblo anda diciendo: "Todavía no es tiempo de reconstruir el templo."»La palabra del Señor vino por medio del profeta Ageo: «¿De modo que es tiempo de vivir en casas revestidas de madera, mientras el templo está en ruinas? Pues ahora –dice el Señor de los ejércitos– meditad vuestra situación: sembrasteis mucho, y cosechasteis poco, comisteis sin saciaros, bebisteis sin apagar la sed, os vestisteis sin abrigaros, y el que trabaja a sueldo recibe la paga en bolsa rota. Así dice el Señor: Meditad en vuestra situación: subid al monte, traed maderos, construid el templo, para que pueda complacerme y mostrar mi gloria –dice el Señor–.»
Salmo 149 R/. El Señor ama a su pueblo
Cantad al Señor un cántico nuevo,resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.
Evangelio según san Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?»
Y tenía ganas de ver a Jesús.
¡VIVE LA PALABRA!
Recibe el Evangelio de Cristo, convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo.
En el Nuevo Testamento encontramos tres Herodes. Herodes el Grande, reinaba cuando Jesús nació. Este que nombra san Lucas es uno de sus hijos, Herodes Antipas, y en los Hechos de los Apóstoles aparecerá otro: Herodes Agripa, ya nieto de Herodes el grande. Tres generaciones de aquella "casa real" cuya historia dió para mucho en aquellos tiempos, pero que desaparecerá en la historia y si no fuera por el Nuevo Testamento serían hasta bastante desconocidos. Pero he ahí el misterio de nuestro Dios que se revela en la historia y "hace salir el sol para buenos y malos". ¿Qué nos puede revelar a través de todo esto? Muchísimo, pero para quedarnos con un pensamiento elegimos éste: Muchas opiniones le llegaban a este gobernante, pero él no se decide. Se queda en el interrogante sin esforzarse en buscar SU respuesta a ¿Quién es éste?
Tenía ganas de ver a Jesús, pero parece que no realmente. Vive cómodo y no se mueve. La riqueza y el bienestar ciegan y hacen perder las mejores ocasiones, que se dan cuando uno se esfuerza y pone de sí mismo en la búsqueda de soluciones. A los niños sabemos que hay que acompañarlos para que se esfuercen y salgan de sí mismos. No hay pero cosa para un ser humano que el que se lo den todo hecho. Cuanto menos se hace, menos se quiere hacer y se va perdiendo voluntad y oportunidades de desarrollo personal.
Herodes Antipas se encontrará con Jesús en la pasión. Cuando se lo envió Pilatos. Lo tuvo delante pero no se encontró con él. Quería un milagrito, una demostración de su poder y Jesús se quedó en absoluto silencio ante él. Tampoco supo oir el silencio ni ver al Hombre que tenía ante él.
Herodes es el prototipo de una persona que vive fuera de sí misma en todos los aspectos, volcado al exterior, pendiente de lo que digan lo demás (mandó decapitar a Juan Bautista); dependía de la aceptación o del rechazo de su entorno, como de Jesús había opiniones para todo, no tuvo la suya propia ... El silencio de Jesús ante él fue su modo de "hablarle", el silencio habla, te lleva a conectar contigo mismo y desde ahí responder tu mismo ¿Quién es Éste?
Y Pedro confesó: Tu eres ... Y yo confieso... Tu eres
LA VOZ DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
El hombre: Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del bien moral, con su libertad y la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre se interroga sobre la existencia de Dios. En todo esto se perciben signos de su alma espiritual...; su alma, no puede tener origen más que en Dios. El mundo y el hombre atestiguan que no tienen en ellos mismos ni su primer principio ni su fin último, sino que participan de Aquel que es el Ser en sí, sin origen y sin fin. (NÚM 31-35)
25 septiembre, Miércoles, 25 semana del tiempo ordinario
del libro de Esdras (9, 5-9):
Yo, Esdras, al llegar la hora de la oblación de la tarde, acabé mi penitencia y, con el vestido y el manto rasgados, me arrodillé y alcé las manos al Señor, mi Dios, diciendo: «Dios mío, de pura vergüenza no me atrevo a levantar el rostro hacia ti, porque nuestros delitos sobrepasan nuestra cabeza, y nuestra culpa llega al cielo. Desde los tiempos de nuestros padres hasta hoy hemos sido reos de grandes culpas y, por nuestros delitos, nosotros con nuestros reyes sacerdotes hemos sido entregados a reyes extranjeros, a la espada, al destierro, al saqueo y a la ignominia, que es la situación actual. Pero ahora el Señor, nuestro Dios, nos ha concedido un momento de gracia, dejándonos un resto y una estaca en su lugar santo, dando luz a nuestros ojos y concediéndonos respiro en nuestra esclavitud. Porque éramos esclavos, pero nuestro Dios no nos abandonó en nuestra esclavitud; nos granjeó el favor de los reyes de Persia, nos dio respiro para levantar el templo de nuestro Dios y restaurar sus ruinas y nos dio una tapia en Judá y Jerusalén.»Tobías 13,2.3-4.6 R/. Bendito sea Dios, que vive eternamente
Él azota y se compadece,hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano. R/.
Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza,
ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro padre por todos los siglos. R/.
Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena,
bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos. R/.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza
y su poder a un pueblo pecador. R/.
Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizás os mostrará benevolencia
y tendrá compasión. R/.
evangelio según san Lucas (9,1-6)
Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: «No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando el Evangelio y curando en todas partes.
¡vive la Palabra! Recibe el Evangelio de Cristo, convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo,
Esdras recuerda dos acciones portentosas de Dios en favor del pueblo: “nuestro Dios no nos abandonó en nuestra esclavitud… y nos dio ánimo para levantar el templo de nuestro Dios”.
Jesús prepara y envía a sus discípulos a la tarea de continuar la "construcción" del Reino comenzada por Él mismo. Los pone en movimiento. Hay que salir al encuentro de la gente. Ahora el Templo es toda la humanidad, y "piedra a piedra" hay que ir a por ella, limpiarla y que entre "sana" en el Reino. Los ha ido enseñando: “A vosotros os ha sido dado a conocer los misterios del reino de Dios” (Lc 8,10), y les hace saber que “no hay nada oculto que no deba manifestarse” (Lc 8,17).
Les pide que no se queden sólo en palabras, sino que lleven a cabo acciones visibles: salud, acabar con el mal (expulsar demonios). Les manda que sean austeros, sencillos en su modo de presentarse y sin pretensiones allí donde llega, asi como nada de venganzas, si no los reciben, irse a otro lugar.
Los discípulos obedecieron, se pusieron en camino, fueron a la gente y pudieron constatar que se podía actuar como el Maestro había enseñado.
LA VOZ DE UN MISIONERO: SAN FRANCISCO JAVIER
Desde que he llegado aquí, no me he dado momento de reposo: me he dedicado a recorrer las aldeas, a bautizar a los niños que no habían recibido aún este sacramento… Los niños no me dejaban recitar el Oficio divino ni comer ni descansar, hasta que les enseñaba alguna oración; entonces comencé a darme cuenta de que de ellos es el reino de los cielos (Mc 10,14). Por tanto, como no podía cristianamente negarme a tan piadosos deseos, comenzando por la profesión de fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, les enseñaba el Símbolo de los apóstoles y las oraciones del Padrenuestro y el Avemaría. Advertí en ellos gran disposición, de tal manera que, si hubiera quien los instruyese en la doctrina cristiana, sin duda llegarían a ser unos excelentes cristianos.
24 septiembre, MARTES, 25 semana del tiempo ordinario
Esdras 6, 7-8.12b.14-20
En aquellos días, el rey Darío escribió a los gobernantes de Transeufratina: "Permitid al gobernador y al senado de Judá que trabajen reconstruyendo el templo de Dios en su antiguo sitio. En cuanto al senado de Judá y a la construcción del templo de Dios, os ordeno que se paguen a esos hombres todos los gastos puntualmente y sin interrupción, utilizando los fondos reales de los impuestos de Transeufratina. La orden es mía, y quiero que se cumpla a la letra. Darío."
De este modo, el senado de Judá adelantó mucho la construcción, cumpliendo las instrucciones de los profetas Ageo y Zacarías (…), hasta que por fin la terminaron, conforme a lo mandado por el Dios de Israel y por Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. El templo se terminó (…). Los israelitas, sacerdotes, levitas y resto de los deportados, celebraron con júbilo la dedicación del templo, ofreciendo con este motivo cien toros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y doce machos cabríos, uno por tribu, como sacrificio expiatorio por todo Israel. El culto del templo de Jerusalén se lo encomendaron a los sacerdotes, por grupos, y a los levitas, por clases, como manda la ley de Moisés. Los deportados celebraron la Pascua el día catorce del mes primero; como los levitas se habían purificado, junto con los sacerdotes, estaban puros e inmolaron la víctima pascual para todos los deportados, para los sacerdotes, sus hermanos, y para ellos mismos.
Salmo 121 R/. Vamos alegres a la casa del Señor
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.
Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
Evangelio: Lucas 8, 19-21
En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él. Entoces lo avisaron: "Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte." Él les contestó: "Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra."
¡vive la Palabra!
Recibe el Evangelio de Cristo,
convierte en fe viva lo que lees,y
lo que has hecho fe viva enséñalo,
Lo normal es que uno quiera mucho a su familia. Cada familia tiene sus más y su menos, pero en la familia es el lugar donde uno se siente aceptado y querido gratuitamente. Los padres quieren que sus hijos sean buenos, pero si no lo son no les retiran su cariño; lo viven con dolor, pero un hijo es un hijo. Y viceversa, lo normal es que los hijos quieran a sus padres, a pesar de las épocas, como la adolescencia, de desacuerdos y enfados. Tener una familia es un gran regalo. Y la familia es para siempre. Jesús no reniega de su familia, ni nos dice a sus seguidores que los abandonemos. Al contrario sigue vigente el 4º mandamiento de honrar a los padres. Jesús iba a visitar a los suyos a Nazaret durante su vida pública. Y los suyos van a verlo a él.
Lo que aprovecha Jesús, es la ocasión para dar una enseñanza que los discípulos han de pensar y llevar a su vida. Jesús AMPLIA el concepto de familia. La escucha de la palabra y vivirla crea unos lazos, unos vínculos familiares con él. ¡somos familia de Jesús! No es lo determinante en el Reino los lazos de la sangre, sino los lazos con la Palabra que se crean porque uno se la toma en serio, la escucha y la lleva a su vida. El discípulo vive una relación de íntima familiaridad, confianza, que ya nadie podrá romper; como los lazos familiares. Los padres saben que sus hijos son para siempre. Y los hijos saben que sus padres son los suyos y no otros. Ese lazo es ya irrompible. Igual con la Palabra. Y ¡qué bien! que sea así. Viviendo lo que entiendo de la Palabra me uno a Jesús y se estrechan los lazos con Él, con la Trinidad santa y, por tanto, con mis hermanos y hermanas, que ahora no son solo los de la sangre, sino los del Espíritu.
¿Qué Palabra me une más a Jesús porque la estoy viviendo? Hoy la recordaré y la repetiré muchas veces en mi mente y caeré en la cuenta que me une al Misterio que es Cristo y a cuya Familia Santa pertenezco. Seguro que interpela mi vida y me hace desear ser mejor, porque a la Familia se la quiere mucho y se vela por su buen Nombre. No podemos desdecirla con un mal comportamiento.
Recibe el Evangelio de Cristo,
convierte en fe viva lo que lees,y
lo que has hecho fe viva enséñalo,
Lo normal es que uno quiera mucho a su familia. Cada familia tiene sus más y su menos, pero en la familia es el lugar donde uno se siente aceptado y querido gratuitamente. Los padres quieren que sus hijos sean buenos, pero si no lo son no les retiran su cariño; lo viven con dolor, pero un hijo es un hijo. Y viceversa, lo normal es que los hijos quieran a sus padres, a pesar de las épocas, como la adolescencia, de desacuerdos y enfados. Tener una familia es un gran regalo. Y la familia es para siempre. Jesús no reniega de su familia, ni nos dice a sus seguidores que los abandonemos. Al contrario sigue vigente el 4º mandamiento de honrar a los padres. Jesús iba a visitar a los suyos a Nazaret durante su vida pública. Y los suyos van a verlo a él.
Escuchar la palabra de Dios, convertirla en los valores y actitudes que vemos en Jesús, y vivirla, practicarla y ofrecerla a cuantos contacten con nosotros. Casi sin darnos cuenta nos vamos haciendo más de Jesús y aprendemos a manifestar su mismo amor, que es lo que distingue a los cristianos en el mundo.
La voz de la Familiaris Consortio
"La familia es una íntima comunidad de vida y amor" cuya misión es "custodiar, revelar y comunicar el amor".
23 septiembre, LUNES, 25 semana del tiempo ordinario
del libro de Esdras 1,1-6:
El año primero de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que había anunciado por boca de Jeremías, movió a Ciro, rey de Persia, a promulgar de palabra y por escrito en todo su reino: «Ciro, rey de Persia, decreta: "El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Los que entre vosotros pertenezcan a ese pueblo, que su Dios los acompañe, y suban a Jerusalén de Judá para reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que habita en Jerusalén. Y a todos los supervivientes, dondequiera que residan, la gente del lugar proporcionará plata, oro, hacienda y ganado, además de las ofrendas voluntarias para el templo del Dios de Jerusalén."»
Entonces, todos los que se sintieron movidos por Dios, cabezas de familia de Judá y Benjamín, sacerdotes y levitas, se pusieron en marcha y subieron a reedificar el templo de Jerusalén. Sus vecinos les proporcionaron de todo: plata, oro, hacienda, ganado y otros muchos regalos de las ofrendas voluntarias.
Salmo 125 R/. El Señor ha estado grande con nosotros
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R/.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R/.
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.
evangelio según san Lucas 8,16-18:
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»
¡vive la Palabra! vive lo que hayas entendido
Dios, para realizar sus designios se vale de personas; en la lectura de hoy, de Ciro, rey de Persia, un pagano para Israel. El pueblo de Israel, llevado al destierro por Nabucodonosor cincuenta años antes, encuentra un liberador con Ciro, que acaba con el poder de Babilonia.
Nehemías se atreve a pedir a Ciro el permiso para volver a Jerusalén y finalizar el exilio. Vuelven para reconstruir Jerusalén y su templo. Ciro da todos los permisos necesarios y ordena, la devolución a Israel del oro y la plata que, Nabucodonosor, había llevado a Babilonia.
Los notables del pueblo, se pusieron en marcha, para reconstruir el Templo “Morada del Dios de Israel.” Se cumplió la profecía de Jeremías “El pueblo volverá a ocupar la tierra prometida y el templo será reconstruido.
Para Israel, la morada de Dios estaba en su templo, y Jerusalén es el lugar "luz de las naciones" a dónde subirán todos los pueblos. La Iglesia, nuevo Israel, sabe por Jesús que Dios, no se circunscribe a un lugar; Jesús lo afirmará: “Ha llegado el tiempo en que los verdaderos adoradores, adorarán a Dios en espíritu y en verdad” y la morada de Dios con los hombres es la persona habitada por el Espíritu.
Los cristianos estamos llamados a propagar la luz de Cristo, pero para poder llevarla, hay que tenerla. Nadie da lo que no tiene. Tenemos que vivir desde Cristo, que es la Luz, para darlo a los otros, así serán iluminados por Él. Esto, exige de nosotros búsqueda continua, interés por conocerlo mejor para poder testimoniarlo y anunciarlo con alegría fidelidad. Procuremos ser luz de Cristo para que lo encuentren todos los que se nos acerquen.
La voz de san Juan crisóstomo.
No hay nada más frío que un cristiano despreocupado por salvar a los hermanos. No puedes, en este asunto, poner por pretexto tu pobreza: aquella que dio las dos monedas ínfimas se levantaría para acusarte (Lc 21,2) También Pedro, que decía: “No tengo ni oro ni plata.” (Hch 3,6) Y Pablo que era tan pobre que a menudo pasaba hambre y le faltaba lo necesario para vivir (1 Cor 4,11) Tampoco puedes excusarte con tu procedencia humilde: ellos también eran de condición modesta. Ni la ignorancia sería una disculpa válida: ellos tampoco eran gente de letras...Ni pienses alegar la enfermedad: Timoteo tenía frecuentes molestias de estómago (1Tim 5,23)...Cualquiera puede ser útil a su prójimo si lo quiere de verdad...
22 septiembre, DOMINGO, 25 del tiempo ordinario
LECTIO (Lucas
16, 1-13)
1. Oración
inicial
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas materiales,
sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de amor:
haz que mi corazón
siempre sea capaz de más caridad.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de verdad:
concédeme llegar al conocimiento de la verdad
en toda su plenitud.
Ven a mí, Espíritu Santo,
agua viva que lanza a la vida eterna:
concédeme la gracia de llegar
a contemplar el rostro del Padre
en la vida y en la alegría sin fin.
Amén.
2. Lectura
·
El texto en su contexto:
Este texto pertenece
a la gran sección que Lucas dedica a la subida de Jesús a Jerusalén. Comienza
en Lucas 9, 51 para terminar en Lucas 19, 27. Tiene tres partes, casi tres
etapas del viaje de Jesús, cada una de la cuales se introduce con una anotación
casi de repetición: “Jesús se dirigió decididamente hacia Jerusalén” (9, 51);
“Pasaba por ciudades y aldeas enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén”
(13,22); “Durante el viaje hacia Jerusalén, Jesús atravesó la Samaría y la
Galilea” ( 17,11); para llegar a la conclusión del 19,28: “Dichas estas cosas
Jesús siguió adelante subiendo hacia Jerusalén”, cuando Jesús entra en la
Ciudad.
Estamos en
la segunda parte (13, 22 a 17,10). Jesús da diversas enseñanzas a la gente, los
fariseos, los escribas, los discípulos. En este trozo, Jesús está dialogando
con sus discípulos y les propone una parábola, para indicar cual debe ser el
correcto uso de los bienes de este mundo y cómo debe ser la administración
concreta de la propia vida, sumergida en una relación filial con Dios. Siguen tres
aplicaciones secundarias de la misma parábola en situaciones diversas, que
ayudan al discípulo a dejar espacio a la vida nueva
en el
Espíritu, que el Padre ofrece.
Proclamación de la Palabra:
1 Decía también a sus discípulos: «Había un hombre
rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su
hacienda. 2 Le llamó y le dijo: `¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu
administración, porque ya no seguirás en el cargo.' 3 Se dijo entre sí el
administrador: `¿Qué haré ahora que mi señor me quita la administración? Cavar,
no puedo; mendigar, me da vergüenza. 4 Ya sé lo que voy a hacer, para que
cuando sea destituido del cargo me reciban en sus casas.'
5 «Y llamando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: `¿Cuánto
debes a mi señor?' 6 Respondió: `Cien medidas de aceite.' Él le dijo: `Toma tu
recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta.' 7 Después dijo a otro: `Tú,
¿cuánto debes?' Contestó: `Cien cargas de trigo.' Dícele: `Toma tu recibo y
escribe ochenta.'
8 «El señor alabó al administrador injusto porque había obrado con sagacidad,
pues los hijos de este mundo son más sagaces con los de su clase que los hijos
de la luz.
9 «Yo os digo: Haceos amigos con el dinero injusto, para que, cuando llegue a
faltar, os reciban en las eternas moradas. 10 El que es fiel en lo
insignificante, lo es también en lo importante; y el que es injusto en lo
insignificante, también lo es en lo importante. 11 Si, pues, no fuisteis fieles
en el dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero? 12 Y si no fuisteis
fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro?
13 «Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará
al otro; o bien se dedicará a uno y desdeñará al otro. No podéis servir a Dios
y al dinero.» PALABRA DE DIOS.
(Haz silencio, vuelve a invocar al Espíritu para que abra tu entendimiento)
3. MEDITACIÓN
vv.
1-8: Jesús expone la parábola del administrador sabio y sagaz: un hombre,
acusado por su excesiva ambición, de alguna manera ya insostenible, se
encuentra en un momento decisivo y difícil de su vida, pero consigue pararse a
pensar y ver dificultades y oportunidades. En vez de sucumbir “remonta” con una
estrategia astuta, sabe salir de una situación “sin salida”. Como este hijo del
mundo ha sabido discernir sus intereses, así también lo hijos de la luz deben
aprender a pensar, discernir, tener estrategias para llevar a cabo la voluntad
de amor y de don del Padre, para colaborar en que Dios reine.
v.9: Jesús
quiere hacer comprender que hay que tener habilidades sociales, “haceos amigos”
.. conducir a la salvación exige en el discípulo aprender de Jesús que sabe
hacer amigos, suscitar la relación personal para a través de ella evangelizar.
vv. 10-12: Jesús hace ver el valor del cotidiano, de lo pequeño, de lo que
Dios nos confía cada día, de esa tarea que puede pasar desapercibida a los ojos
del mundo, pero no de Dios. Fidelidad y atención a lo que se tiene entre manos.
13: Jesús
ofrece una enseñanza fundamental: hay un sólo y único fin en nuestra vida y es
Dios, el Señor. Buscar y servir otra realidad significa convertirse en esclavos
de ella. Para ser libres nos liberó Cristo dirá Pablo a los Gálatas.
* ¿Soy administrador del Señor?
San Pablo
dice: “Cada uno se considere como ministro de Cristo y administrador de
los misterios de Dios. Ahora bien, lo que se requiere en los administradores es
que cada uno resulte fiel” (1 Cor 4, 1s) y Pedro: “Cada uno viva según la
gracia recibida, poniéndola al servicio de los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pt 4,10). Por
tanto, comprendo que yo soy un administrador de los misterios y de la gracia de
Dios, a través del instrumento pobre y limitada que es mi misma vida; en ella
yo estoy llamado a ser fiel y bueno. Pero este
adjetivo “bueno” es igual al que Juan usa refiriéndose al pastor, a
Jesús: kalós, a saber, bello y bueno. Y ¿por qué?
Simplemente porque ofrece su vida al Padre por las ovejas. Esta es la única verdadera
administración que se me confía en este mundo, para el mundo futuro.
¡Qué astuto el administrador!
El pasaje
dice que el dueño alaba a su mayordomo injusto, porque había obrado con
“sagacidad” y repite el término, “sagaz”, varias veces. Quizás una traducción
más correcta podría ser “sapiente”, o sea “sabio” o “prudente”. Es una
sabiduría que nace de un pensar atento, profundo, de la reflexión, del estudio
y de la aplicación de la mente, de los afectos a algo que interesa grandemente.
Como adjetivo este vocablo se encuentra en Mt 7, 24, donde se nos muestra la
verdadera sabiduría del hombre que construye la casa sobre la roca y no sobre
la arena, o sea, del hombre que fundamenta su existencia sobre la Palabra del
Señor y también en Mt 25, donde sabias son las vírgenes que tienen consigo las
lámparas y el aceite, de modo que no puedan ser sorprendidas por las tinieblas,
sino que saben esperar siempre con amor invencible, incorruptible, el regreso
del Señor. Por tanto, este administrador es sabio y prudente, no porque se tome
a broma a los otros, sino porque ha sabido regular su vida y transformarla.
* Y la mammona ¿qué es?
La palabra mammona aparece, en toda la Biblia, sólo
en este capítulo de Lucas (vv. 9.11 y 13) y en Mt 6,24. Es un vocablo semítico
que corresponde a “riqueza”, “posesiones”, “ganancias”, pero que se convierte
en casi la personificación del dios-dinero, a quien los hombres sirven como
locos, esclavos de “aquella avaricia insaciable, que es la idolatría” (Col 3,
5).
En el AT
Josué dice al pueblo: “Si os disgusta servir al Señor, escoged hoy a quién
queréis servir” (Jos 24, 15). Sé que soy injusto, que soy un administrador
infiel, sé que no tengo nada, pero hoy yo escojo, con todo lo que soy, servir
al Señor (cf. Act 20, 19; 1 Tes 1, 9; Gál 1, 10; Rom 12,11).
Algunas
preguntas
a) Como
todo cristiano/a, también yo soy “un administrador” del Señor ¿qué es lo que
rige mi pensamiento y por consiguiente, mis elecciones, mis acciones de cada
día y mis relaciones?
b) La vida, los bienes, los dones que el Padre me ha dado ¿las estoy administrando
con fidelidad?
c) El
administrador infiel, pero sabio, astuto, de improviso le cambia la vida, pero
se para a pensar y es creativo, se hace amigos ¿vivo pensando, soy creativo/a para que el
Bien vaya adelante, contagio a Dios en mi ambiente?
d) “O amará al uno, o amará al otro...” ¿Mis amores, mis apegos, … a quién
sirvo? ¿Por qué y por quién/es estoy gastando/dando mi vida?
“Dios quiere un amor gratuito, o sea un amor
puro....
Dios llena los corazones, no los
cofres.
¿Para qué te sirven las riquezas si
tu corazón está vacío?”
(S. Agustín)
4. ORACIÓN, CONTEMPLACIÓN Y
COMPROMISO PARA LA VIDA
Eso te toca a ti...
¡feliz encuentro con Jesús y su Palabra,
que ella transforme tu vida.
¡Vive lo que hayas entendido!
LECTIO (Lucas
16, 1-13)
1. Oración
inicial
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas materiales,
sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
Espíritu de sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas materiales,
sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de amor:
haz que mi corazón
siempre sea capaz de más caridad.
Espíritu de amor:
haz que mi corazón
siempre sea capaz de más caridad.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de verdad:
concédeme llegar al conocimiento de la verdad
en toda su plenitud.
Espíritu de verdad:
concédeme llegar al conocimiento de la verdad
en toda su plenitud.
Ven a mí, Espíritu Santo,
agua viva que lanza a la vida eterna:
concédeme la gracia de llegar
a contemplar el rostro del Padre
en la vida y en la alegría sin fin.
Amén.
agua viva que lanza a la vida eterna:
concédeme la gracia de llegar
a contemplar el rostro del Padre
en la vida y en la alegría sin fin.
Amén.
5 «Y llamando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: `¿Cuánto debes a mi señor?' 6 Respondió: `Cien medidas de aceite.' Él le dijo: `Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta.' 7 Después dijo a otro: `Tú, ¿cuánto debes?' Contestó: `Cien cargas de trigo.' Dícele: `Toma tu recibo y escribe ochenta.'
8 «El señor alabó al administrador injusto porque había obrado con sagacidad, pues los hijos de este mundo son más sagaces con los de su clase que los hijos de la luz.
9 «Yo os digo: Haceos amigos con el dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas. 10 El que es fiel en lo insignificante, lo es también en lo importante; y el que es injusto en lo insignificante, también lo es en lo importante. 11 Si, pues, no fuisteis fieles en el dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero? 12 Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro?
13 «Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se dedicará a uno y desdeñará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero.» PALABRA DE DIOS.
vv. 10-12: Jesús hace ver el valor del cotidiano, de lo pequeño, de lo que Dios nos confía cada día, de esa tarea que puede pasar desapercibida a los ojos del mundo, pero no de Dios. Fidelidad y atención a lo que se tiene entre manos.
b) La vida, los bienes, los dones que el Padre me ha dado ¿las estoy administrando con fidelidad?
d) “O amará al uno, o amará al otro...” ¿Mis amores, mis apegos, … a quién sirvo? ¿Por qué y por quién/es estoy gastando/dando mi vida?
Eso te toca a ti...
¡feliz encuentro con Jesús y su Palabra,
que ella transforme tu vida.
¡Vive lo que hayas entendido!
¡feliz encuentro con Jesús y su Palabra,
que ella transforme tu vida.
¡Vive lo que hayas entendido!
21 septiembre, sábado Fiesta de san Mateo
Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13:
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los limites del orbe su lenguaje. R/.
Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
Salmo 18 R/. A toda la tierra alcanza su pregón
El cielo proclama la gloria de Dios,el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los limites del orbe su lenguaje. R/.
Mateo 9, 9-13:
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
¡Vive la Palabra!
¡Vive como pide tu vocación! Mi primera vocación es a la vida. Mi vida es lo único que tengo en la vida y me ha sido dada. Mi vida como ser humano. Tu primera tarea es ¡ser humano! y ser humano como Jesucristo, quien lo aprendió de su madre María y de su padre adoptivo José. Vivió inserto en una aldea de hebreos practicantes, con todo lo que conlleva el día a día y los tiempos extraordinarios de fiesta. Humildes, amables, comprensivos, sobrellevándose con amor, manteniendo la unidad y la Paz (shalom, es el saludo judio y la Palabra que quizás más pronunció Jesús).
Podemos descubrir sencillamente que no es tan difícil. A fin de cuentas ser cristiano es un modo de ser, de situarse en la vida como ser humano con los ojos fijos en Jesús. Con él y en él, lo tenemos todo. Después viene la otra vocación de servicio y cada uno sus cualidades las pone al servicio de los demás y todos colaborando en la Construcción de la HUmanidad nueva, "hasta que lleguemos todos a la medida de Cristo en su plenitud". Y en esta tarea nadie está solo. El Espíritu nos conduce si nos dejamos conducir.
Jesús llamó a Mateo, te llama a ti y a mi. Necesitamos aprender a vivir la misericordia, no la oferta de sacrificios. El libro de Isaias comienza diciendo que a Dios le dan asco los sacrificios que le ofrecían en el templo porque venían de gente corrupta, que no practicaba la justicia ni la misericordia. El no necesita el incienso, ni la sangre de los animales que en aquella época le ofrecían. Quería que atendieran a su prójimo, especialmente al más necesitado: el huérfano, la viuda, el extranjero, los propios padres, ... Es más fácil y cómodo creer que se sirve a Dios cumpliendo un rito, que vivir dando amor, cariño, comprensión, amabilidad ... en el día a día. La lección está clara, hay que seguir progresando en la práctica de la misericordia, en obras. Y con el Espíritu siempre.
LA VOZ DE SAN BEDA EL VENERABLE
Jesús vio al publicano y, porque lo amó, lo eligió, y le dijo: “Sígueme, que quiere decir: “Imítame”. Le dijo: Sígueme, más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que permanece en Cristo debe vivir como vivió él (cfr. Jn 2,6)...
20 septiembre, VIERNES, 24 semana del tiempo ordinario
de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 6,3-12
Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar. Si alguno enseña otra cosa distinta, sin atenerse a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que armoniza con la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones inútiles y discutir atendiendo sólo a las palabras. Esto provoca envidias, polémicas, difamaciones, sospechas maliciosas, controversias propias de personas tocadas de la cabeza, sin el sentido de la verdad, que se han creído que la piedad es un medio de lucro. Es verdad que la piedad es una ganancia, cuando uno se contenta con poco. Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta. En cambio, los que buscan riquezas caen en tentaciones, trampas y mil afanes absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto; practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.Salmo 48 R/. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos
¿Por qué habré de temer los días aciagos,cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate? R/.
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa. R/.
No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él. R/.
Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz. R/.
evangelio según san Lucas 8,1-3
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.¡VIVE LA PALABRA!
Pablo pide a Timoteo que enseñe la Palabra del Señor: "atenerse a las sanas palabras del Señor". Sí, "sanas palabras" porque ellas son las que dan la vida. Sus palabras son espíritu y vida. Y desgraciadamente hay tantas cosas que nos quitan la vida. "Tantas cosas en la vida nos ofrecen plenitud, y no son más que mentiras que desgastan la inquietud" cantamos en la canción de María la madre Buena. Y es cierto. Pablo desenmascar la raíz de todos los males: la codicia. El querer más y más para sí mismo, sin compartir, sin pensar en el otro, hace que el ser humano pierda lo esencial: que es abriéndose para vaciarse como se da a luz el ser humano nuevo. Replegarse sobre sí es morir. Abrirse al otro es vivir. Llenarse de cosas o vanidades es innecesario, todos nos vamos a ir de esta vida sin el móvil, el ordenador, la ropa, el dinero, la casa, el coche, los títulos, la fama o eso a lo que estás tan apegado ... Todo queda atrás. Lo único que te hace crecer como ser humano es la práctica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Por eso Pablo dice a Timoteo y a ti y a mi: "Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado".
Lo entendieron bien a Jesús esas buenas discípulas, que sanadas por la palabra del Señor, ponían a disposición de Él y de la comunidad sus bienes. Y es que el desprendimiento, el servicio, es el mejor signo de que la conversión se va operando en uno desde dentro. Asi que ¡ánimo! avanza en tu vivir desprendido, sirviendo (el original griego dicen que las mujeres ejercían la diaconía) con generosidad y grandeza de Espíritu. A Dios nadie le gana en generosidad. Amar es darse. No pierdas ocasión de amar muchísimo. La vida eterna es maravillosa y empieza aquí y ahora.
La voz de Juan Pablo II
Es particularmente conmovedor meditar en la actitud de Jesús hacia la mujer: se mostró audaz y sorprendente para aquellos tiempos, cuando, en el paganismo, la mujer era considerada objeto de placer, de mercancía y de trabajo, y, en el judaísmo, estaba marginada y despreciada. Jesús mostró siempre la máxima estima y el máximo respeto por la mujer, por cada mujer, y en particular fue sensible hacia el sufrimiento femenino. Traspasando las barreras religiosas y sociales del tiempo, Jesús restableció a la mujer en su plena dignidad de persona humana ante Dios y ante los hombres.