4 junio 2012, lunes. IX semana Tiempo ordinario

DE LA PALABRA DEL DIA
Crezca vuestra gracia y paz por el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor. 2Pedro 1, 2

¿Cómo vivir esta Palabra?  
Es significativo que al comienzo de su segunda carta, san Pedro augure gracia y paz: dos realidades tan necesarias para nuestro corazón, y tan en correlación con el conocimiento  de Cristo nuestro Señor.
No se ama lo que no se conoce. Y aquí no se trata de un conocimiento  humano. Se trata de un conocimiento que nos es concedido de lo Alto, del Espíritu, pero que en nosotros es apertura a Dios, renuncia a las pasiones desordenadas y aquella pureza de corazón que nos  permite “ver” y “gustar cuán bueno es el Señor”.

Hoy, en mi pausa contemplativa pediré al Espíritu Santo que me ayude a quitar toda superficialidad en mi fe, para llegar a “conocer” que Dios “nos ha dado los inmensos y preciosos bienes que nos habían sido prometidos”, para que lleguemos a -sigue diciendo san Pedro- “participar del mismo ser de Dios”.  ¿Pero que significa este don inaudito, sino salir de la corrupción que, a causa de la concupiscencia, está en el mundo, y llegar a ser además,  partícipes del Amor que es el modo de ser de Dios? Es este amor acogido en nosotros lo que nos libera del ansia de poseer y nos realiza ya en esta vida.


Palabras de un Papa santo
No tengáis miedo de la cruz de Cristo. La cruz es el Árbol de la Vida. Es la fuente de toda alegría y de toda paz.  Era el único modo  para Jesús de llegar  a la resurrección y al triunfo.  Es el único modo para nosotros  de participar en su vida, ahora y siempre.
                                                                                                          Juan Pablo II