3 junio 2012. Santísima Trinidad. Solemnidad
DE
LA PALABRA DEL DIA
Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios,
esos son hijos de Dios. Habéis recibido no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos que nos
hace gritar: “Abbá, Padre”. Romanos 8, 14-15
¿Cómo
vivir esta Palabra?
La
enseñanza de Pablo, en esta solemnidad de la
Santísima Trinidad, es fundamento de nuestra fe. Déjate guiar por el
Espíritu Santo –dice- que ha tomado
posesión de ti en el bautismo y ha confirmado esta morada en tu corazón, con la
confirmación. Prueba a dejarte guiar por
Él, percibiéndote hijo y no esclavo.
El
Padre te ama hasta el punto de haberte adoptado como hijo a un precio altísimo
para Él: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, el Hijo continuamente
engendrado por su Amor. ¡Sí! la Trinidad Santísima es el Padre que
te ama engendrando a su Verbo, el Hijo, dentro de aquella fuerza de continua vitalidad y novedad de Amor que es el Espíritu Santo.
Hoy, en mi pausa
contemplativa, me detendré a contemplar
este amor sin límites de la Trinidad. Vivo sí, pero nunca vivo solo;
vivo con Jesús; con Él grito “Abbá”,
“Padre mío”, en la fuerza del Espíritu
Santo.
Recemos
con sor Isabel de la Santísima Trinidad
Oh, mi Dios,
Trinidad que adoro, ayúdame a olvidarme completamente de mí para fijarme en Ti,
firme y tranquila, como si mi alma estuviese ya en la eternidad. Que nada pueda
turbar mi paz ni hacerme salir de Ti, oh mi Inmutable, sino que cada instante
me sumerja siempre más en la profundidad
de tu Misterio. Pacifica mi alma, hazla tu cielo, tu morada predilecta, lugar
de tu reposo. Que no te deje nunca solo,
sino que esté allí toda, enteramente
despierta en mi fe, toda en adoración, plenamente abandonada a tu acción creadora.
EL MEJOR
AMIGO
En el núcleo de la fe cristiana en un Dios
trinitario hay una afirmación esencial. Dios no es un ser tenebroso e
impenetrable, encerrado egoístamente en sí mismo. Dios es Amor y solo Amor. Los
cristianos creemos que en el misterio último de la realidad, dando sentido y
consistencia a todo, no hay sino Amor.
Jesús
no ha escrito ningún tratado acerca de Dios. En ningún momento lo encontramos
exponiendo a los campesinos de Galilea doctrina sobre él. Para Jesús, Dios no
es un concepto, una bella teoría, una definición sublime. Dios es el mejor
Amigo del ser humano.
Los
investigadores no dudan de un dato que recogen los evangelios. La gente que
escuchaba a Jesús hablar de Dios y le veía actuar en su nombre, experimentaba a
Dios como una Buena Noticia. Lo que Jesús dice de Dios les resulta algo nuevo y
bueno. La experiencia que comunica y contagia les parece la mejor noticia que
pueden escuchar de Dios. ¿Por qué?
Tal
vez lo primero que captan es que Dios es de todos, no solo de los que se sienten
dignos para presentarse ante él en el templo. Dios no está atado a un lugar
sagrado. No pertenece a una religión. No es propiedad de los piadosos que
peregrinan a Jerusalén. Según Jesús, "hace salir su sol sobre buenos y
malos". Dios no excluye ni discrimina a nadie. Jesús invita a todos a
confiar en él: "Cuando oréis decid:
¡Padre!".
Con
Jesús van descubriendo que Dios no es solo de los que se acercan a él cargados
de méritos. Antes que a ellos, escucha a quienes le piden compasión porque se
sienten pecadores sin remedio. Según Jesús, Dios anda siempre buscando a los
que viven perdidos. Por eso se siente tan amigo de pecadores. Por eso les dice
que él "ha venido a buscar y salvar
lo que estaba perdido".
También
se dan cuenta de que Dios no es solo de los sabios y entendidos. Jesús le da
gracias al Padre porque le gusta revelar a los pequeños cosas que les quedan
ocultas a los ilustrados. Dios tiene menos problemas para entenderse con el
pueblo sencillo que con los doctos que creen saberlo todo.
Pero
fue, sin duda, la vida de Jesús, dedicado en nombre de Dios a aliviar el
sufrimiento de los enfermos, liberar a
poseídos por espíritus malignos, rescatar a leprosos de la marginación,
ofrecer el perdón a pecadores y prostitutas..., lo que les convenció que Jesús
experimentaba a Dios como el mejor Amigo del ser humano, que solo busca nuestro
bien y solo se opone a lo que nos hace daño. Los seguidores de Jesús nunca
pusieron en duda que el Dios encarnado y revelado en Jesús es Amor y solo Amor
hacia todos.
José Antonio Pagola
3 de junio de
2012
Santísima Trinidad (B)
Mateo 28, 16-20
|