2 junio 2012, sábado.  VIII semana Tiempo ordinario

DE LA PALABRA DEL DIA
Queridos, construid vosotros mismos sobre vuestra santísima fe. (carta de Judas versículo 20)

¿Cómo vivir esta Palabra?
Esta carta del apóstol san Judas tiene como trasfondo una situación problemática, debida a la presencia de elementos que creaban confusión y turbación dentro de la comunidad. Su adhesión a Cristo no era sincera, sino fruto de una búsqueda ambigua y egoísta que  intentaba plegar las exigencias evangélicas a los  propios intereses y a los propios deseos. El apóstol  interviene  con fuerza para sostener, aclarar y animar. 
No hay que maravillarse ni asustarse frente a posiciones en claro contraste con las enseñanzas de Cristo, asumidas por quien se profesa su seguidor, creando así perplejidad y dudas en los más débiles. Ciertamente ni el protestarse cristiano, ni la elocuencia con la que sostienen y justifican las propias posiciones, y ni siquiera el mismo sacramento del bautismo garantiza la adhesión y la pertenencia a Cristo, sino la fe encarnada en la vida. Éste es el banco de prueba al que nadie se puede sustraer; antes o después nos encontramos en la necesidad de salir al descubierto, declarando de modo explícito, aunque no necesariamente con la palabra, si estamos con Cristo o contra Cristo.
En tales situaciones puede ocurrir que nos encontremos constreñidos a reconocer  que en el banco de  los imputados no están los otros, sino nosotros mismos que hasta ahora  nos habían considerado ‘cristianos en regla’ y que, en cambio, en prueba de los hechos,  nos descubrimos incoherentes. Pero tampoco aquí hay que maravillarse ni asustarse, sólo hay que tomar conciencia que la fe no es un  dado por descontado, algo asegurado una vez para siempre. La fe es una relación vital, un ‘tú a tú’ que, en el momento en el que disminuye el diálogo, se debilita y muere. Como toda relación, debe ser revisada  continuamente e incrementada profundizando su conocimiento, reconfirmando la adhesión,  alimentando el diálogo


Hoy dejaré que la palabra de Judas me estimule e invite a fundamentar  mi vida  sobre una fe sólida y convencida.

Señor,  presérvame de la tentación de jactarme de un creer que no se pone nunca en cuestión por las solicitaciones que puedan venirme de quien no se profesa cristiano o, al contrario, por quien, incluso profesándose tal, desmiente con su vida  lo que dice de palabra.


La voz de una testigo
Nada nos turbe y siempre  adelante con Dios. Quizás no es fácil, incluso puede ser una empresa titánica creer así. En muchos sentidos es total oscuridad la fe, esta fe que es primero que todo don y gracia y bendición.
                                                                                              Annalena Tonelli