21 junio 2012, jueves. XI semana Tiempo ordinario

DE LA PALABRA DEL DIA
Cuando recéis no uséis muchas palabras, como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho  les harán caso. Mateo 6,7
¿Cómo vivir esta Palabra?
Con esta precisa recomendación, Jesús quita de en medio cierta pretensión de rezar ‘hinchando el balón’ con muchas palabras, vacías de amor y, antes aún, de un  pensamiento consciente. El balón se lanza  al  aire y estalla pronto;  así también, muchas palabras salen de la boca y se pierden al salir. También aquí la fe cristiana revela  aquella espiritualidad  que tanto la distingue  de las prácticas de un paganismo palabrero y externo.
Pero advirtamos. Precisamente hoy, cuando el hombre toma cada vez más conciencia de sí y, a través del progreso científico y tecnológico afirma más libremente sus posibilidades, ocurre que corre el riesgo de estar hundido por avalanchas de  palabras  y palabras, dentro de argumentaciones dictadas  por los imperativos de hoy, que son el provecho propio y la riqueza. Con frecuencia, demasiado ensordecidos  por demasiadas fuentes mediáticas y pseudo-informativas, perdemos  incluso la verdadera utilización de las palabras, vaciadas y  abusadas  por doquier,  hasta en la iglesia.

¿Cuál es el remedio? En el magnífico salmo 50 leemos: “Crea en mí un corazón puro”. Es decir,  es necesario  volver al corazón, fuente vital de la persona, raíz  de sentido para nosotros y también para nuestra oración. El Señor llegó a lamentarse diciendo: “Este pueblo me honra con los labios , pero su corazón está lejos de mí”.

Dios mío, Señor de verdad y de belleza, renuévame en mi interior para que mis oraciones, también las vocales, sean expresión viva, sincera y ardiente  de mi corazón  que quiere alabarte, darte gracias  y siempre  invocarte.

La voz de un guía espiritual del monaquismo rumano
“¿Qué es la oración pura?” ”Decirla con la boca, comprenderla con la mente y sentirla  en el corazón”.
                                                                       Padre Cleopha de Sihastria