15 junio 2012, viernes. Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

DE LA PALABRA DEL DIA
Pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto,  no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados con la lanza le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. Jn 19,33
¿Cómo vivir esta Palabra?
Esta fiesta es la celebración del Amor Trinitario revelado por Jesús del modo más profundo y desconcertante en su pasión y muerte: Amor torturado, sacrificado voluntariamente por nuestro amor; Amor misericordioso, divino que va más allá de la muerte para dejarnos como ágape perenne, el don del Espíritu Santo para los suyos, para la Iglesia.
Para san Juan el simple gesto de atravesar el costado de Jesús con la lanza resume todo el evento pascual: sangre y agua que brotan del costado de Cristo son signos de la fecundidad sobrenatural de su sacrificio por nosotros. Jesús es el Agua viva para el hombre en el bautismo, con el don del Espíritu Santo, que sacia toda  sed del hombre, abriéndolo a la posibilidad de comunión con el Padre. Jesús es guía y compañero de camino para nosotros, dándonos su Cuerpo y su Sangre en la Eucaristía, memorial perenne  de su muerte y resurrección. ¡Ante un Amor tan sin límites sólo se puede adorar!

En mi pausa contemplativa de hoy, entraré en mi corazón, en silencio, para adorar al Señor que tanto me ha amado y que  sigue estándome muy cerca.
Señor Jesús,  ayúdame a comprender  y a entrar  cada vez más en el misterio de tu amor por mí. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

La voz de un monje cartujo
El don del Espíritu es la finalidad de todo mientras estemos aquí en la tierra. La finalidad de la redención: todo converge, todo lleva a esta posesión el hombre por parte de Dios. Y la Eucaristía es la Redención  que continúa, la Redención siempre actual.  Se concluye con la comunión porque la comunión confiere al Espíritu Santo. En el Espíritu  somos Esposas del Hijo, en el Espíritu somos hijos del Padre. En el Espíritu  recibimos  el abrazo eterno  del Uno y del Otro.