14 junio 2012, jueves. X semana Tiempo ordinario

DE LA PALABRA DEL DIA
Yo os digo: si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los cielos. Mateo 5, 20
¿Cómo vivir esta Palabra?
Continuando el tema de ayer, Jesús da a entender que la actitud interior, las motivaciones íntimas del corazón, deben manifestarse en el comportamiento, en las relaciones entre los hombres. En caso contrario no hay justicia. No son las obras en sí  las que hacen personas de bien, sino el “por qué” de tales obras, de tales opciones y acciones.
Los escribas y fariseos enseñaban y observaban la ley, pero Jesús los llama  hipócritas porque les faltaba la integridad  y por ello eran escándalo y obstáculo para el pueblo en su relación con Dios.
Jesús demuestra que el amor fraterno es una consecuencia del amor a Dios;  de esta fuente provienen el respeto, la armonía, el perdón recíproco. Por tanto,  para acercarnos al altar de Dios se requiere coherencia de corazón y de comportamiento: somos hermanos en Jesús e hijos  del mismo Padre.

En mi pausa contemplativa de hoy, reflexionaré sobre la coherencia de mi vida frente a Dios y en mis relaciones con los hermanos.
Señor Jesús, ayúdame a aceptar a toda persona como hermano o hermana. En mi ambiente ayúdame a comprender la justicia de la que Tú hablas  y a vivirla  con rectitud y por amor.

La voz de un santo obispo
Es virtuosa la intención que se dirige sencillamente al Señor. Nuestra vida y todo nuestro quehacer, serán luminosos sólo si  nuestro ojo es sencillo. Ahora bien,  el ojo sencillo es ojo y es sencillo. Es ojo porque ve  por medio de un recto sentir lo que debe  hacer,  y es sencillo porque obra  con piadosa intención excluyendo la doblez
                                                                                                 Balduino de Canterbury