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junio 2012, jueves. X semana Tiempo ordinario
DE LA PALABRA DEL DIA
Yo
os digo: si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no
entraréis en el Reino de los cielos. Mateo 5, 20
¿Cómo vivir esta Palabra?
Continuando
el tema de ayer, Jesús da a entender que la actitud interior, las motivaciones
íntimas del corazón, deben manifestarse en el comportamiento, en las relaciones
entre los hombres. En caso contrario no hay justicia. No son las obras en
sí las que hacen personas de bien, sino
el “por qué” de tales obras, de tales opciones y acciones.
Los
escribas y fariseos enseñaban y observaban la ley, pero Jesús los llama hipócritas porque les faltaba la integridad y por ello eran escándalo y obstáculo para el
pueblo en su relación con Dios.
Jesús
demuestra que el amor fraterno es una consecuencia del amor a Dios; de esta fuente provienen el respeto, la
armonía, el perdón recíproco. Por tanto,
para acercarnos al altar de Dios se requiere coherencia de corazón y de
comportamiento: somos hermanos en Jesús e hijos
del mismo Padre.
En mi pausa
contemplativa de hoy, reflexionaré sobre la coherencia de mi vida frente a Dios
y en mis relaciones con los hermanos.
Señor
Jesús, ayúdame a aceptar a toda persona como hermano o hermana. En mi ambiente
ayúdame a comprender la justicia de la que Tú hablas y a vivirla
con rectitud y por amor.
La voz de un santo obispo
Es virtuosa la
intención que se dirige sencillamente al Señor. Nuestra vida y todo nuestro
quehacer, serán luminosos sólo si
nuestro ojo es sencillo. Ahora bien, el ojo sencillo es ojo y es sencillo. Es ojo
porque ve por medio de un recto sentir
lo que debe hacer, y es sencillo porque obra con piadosa intención excluyendo la doblez
Balduino
de Canterbury