14 mayo 2012, lunes. VI semana de Pascua

DE LA PALABRA DEL DIA
Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros como yo os he amado. Juan 15,12
¿Cómo vivir esta Palabra?
Hoy, la liturgia continúa el tema del amor sin medida  de Dios hacia nosotros, amor que experimentamos como un profundo gozo interior  Es una convicción de pertenecer a Dios, de ser amados y de amar,  de ser abrazados  por una energía  capaz de disipar  las tinieblas de lo cotidiano.
Desde el momento en que tomamos conciencia de nuestra vida interior no estamos  nunca solos; Dios está en nosotros en su misterio y en su belleza. Él hace surgir en el corazón el imperativo de amar  también a los demás, de compartir con todos este tesoro escondido. En el amor del Padre y en su voluntad misericordiosa, Jesús se dio a los hermano hasta el final, hasta la muerte en cruz. Sus palabras insistiéndonos que nos  amenos mutuamente, están encarnadas en obras concretas de amor y de solidaridad, en verdaderos testimonios de un Dios Padre que tiene un proyecto de amor para toda la humanidad.
Hoy como ayer, Jesús sigue salvando, sigue llevando adelante el proyecto del Padre, ofreciéndonos  lo dones pascuales  de amor, de paz y de vida eterna.

En mi pausa contemplativa de hoy, trataré de captar en mi vida  las señales del círculo dinámico de vida y de amor  que tiene comienzo en el Padre, me llega en Cristo  y se extiende  después a todas las personas.

Señor Jesús, si Tú nos mandas amarnos, aunque esto sea difícil, es siempre posible con tu ayuda. Ayúdame, pues, a amar de verdad a todos mis hermanos, empezando por los más cercanos.

La voz de una santa Fundadora
Cuando la caridad se hace mandamiento del corazón, entonces es posible “amar a todos”.
                                                                                  Santa  María Dominga Mazzarello