29 marzo 2012, jueves. V semana de Cuaresma

DE LA PALABRA DEL DIA
En verdad, en verdad os digo: Quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir  para siempre.
¿Cómo vivir esta Palabra?
La muerte es para el ser humano que camina en esta tierra, la otra cara de la vida. Termina tu peregrinación aquí abajo y  llegas a casa: la morada de tu estar con Dios para siempre.
El proceso de morir supone un venir a  menos todas las fuerzas que sostienen la existencia: físicas,  intelectuales,  afectivas,  cognoscitivas, relacionales.  La muerte es el cese de todo esto.
Pero hay muchos modos de vivir y de morir. Hay una vida que es transparencia de evangelio; un "árbol" que da frutos de bien.  Y hay otra vida  que es un ir tirando con pesadez,  indiferencia o con  rechazo amargo. Eso no es vivir;  de hecho es morir. “Quien ama –dice el libro sagrado-  habita en Dios que es amor”. “Quien no ama habita en la muerte”. Es como decir: vive en el rechazo  de todo lo que le toca vivir. 
Y es en esta profundidad donde se inserta  la Palabra de Dios de hoy, porque nos indica el camino para vivir en plenitud: el de poner en práctica  lo que la Palabra de Dios, día tras día,  nos enseña.  A veces  pensamos no poder  llegar a recorrer  el camino de la luz y en cambio, en esencia, ¡es tan fácil: ama!

Hoy y no mañana o pasado mañana, quiero tener a mano el Evangelio. Hoy, incluso  enseguida, quiero escuchar lo que Dios quiere hoy de mí: asumir y vivir lo que sucede y lo que es mi deber, asumir todo, pero a la luz de Jesús y de su enseñanza que es amor.

La voz de un monje  griego del siglo X
El Señor dijo: “Escrutad las Escrituras” (Jn 5,39). Escrutadlas pues, y recordad con mucha  fidelidad y fe cuanto dicen. Así, conocida claramente  la voluntad de Dios… estaréis en  grado de distinguir sin equivocaros, el bien del mal, en lugar de prestar  oído a cualquier espíritu  y de ser arrastrados  por pensamientos malsanos.
                                                                                             Simeón el Nuevo Teólogo