20
marzo 2012, martes. IV semana de Cuaresma
DE
LA PALABRA DEL DIA
Después lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
Mira, has quedado sano; no peques más,
no sea que te ocurra algo peor. Juan 5,14
¿Cómo
vivir esta Palabra?
Jesús
sube a Jerusalén para una fiesta judía. Habiendo llegado a la piscina de
“Betesda”, vio a un hombre enfermo hacía 38 años. En aquel tiempo este lugar
era considerado sagrado y cada año, al sumergirse en la piscina cuando se agitaban las aguas, algunos enfermos
curaban, pero este pobre hombre no había tenido nunca a nadie que lo ayudase a
sumergirse en el momento oportuno. Entonces Jesús, acercándosele le preguntó si
quería sanar. Quizás Jesús lo hizo para
subrayar que por sí solo y con sus limitaciones y debilidades personales no podría conseguirlo. A continuación le dirigió su palabra con
autoridad: “Levántate, toma tu camilla y
echa a andar”. Al momento el hombre quedó sano tomó su camilla y se puso a caminar.
Como
con su palabra omnipotente Dios creó el universo (Gn 1,3ss), así la
palabra de Cristo produce lo que manda. No hay necesidad de sumergirse en el agua.
El Verbo encarnado lo puede todo: es el verdadero médico de cuerpos y de
almas. La salvación del hombre y de
nuestro mundo está solo en Él. Muchas personas experimentan hoy curaciones,
reciben consuelos, valor, esperanza porque se fían de Jesús. No puede existir
un mundo más sano sin Dios
En mi pausa contemplativa de hoy, me dejaré provocar por
la pregunta ¿quieres sanar?
Señor
Jesús, Tú eres el Salvador de todos los hombres, pero con una predilección particular
por los más débiles, por aquellos que se encuentran abandonados y solos por
algún motivo. Ayúdanos a volvernos a Ti conscientes de nuestras limitaciones, y
de la imposibilidad de obrar por nosotros mismos.
La
voz de una mística
Pero quizás,
Señor, esta espoliación forma parte del plan divino; quizás la complacencia de
sí, es a tus ojos el más impertinente de los oropeles y debemos
presentarnos desnudos ante Ti,
para que Tú solo, Tú nos cubras.
Margarita María Teilar de Chardin