13 febrero 2012, lunes. VI semana Tiempo ordinario
  
DE LA PALABRA DEL DIA
La calidad probada de vuestra fe produce paciencia, y la paciencia completa  su obra en vosotros […] Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre irresoluto e inconstante en todos sus acciones.  Santiago 1, 3.4.7

¿Cómo vivir esta Palabra?
El comienzo de la epístola de Santiago gravita en torno  a dos polos: la paciencia y la inestabilidad. Como aclara el texto griego, paciente  es aquel  que puede  resistir con firmeza  las adversidades de la vida, sin hundirse, sino sosteniendo lo que le queda encima.  Para el Antiguo Testamento el paciente es aquel que sabe  esperar y esperar contra toda esperanza. Para él  el tiempo de la prueba  es kairós,  oportunidad de salvación.
 El hombre inestable, en cambio, definido por Santiago  dipsychos, que significa “de corazón  doble”, es aquel  que no acepta pacíficamente lo que se le presenta y quiere ponerse  en el lugar de Dios. Aquel que oscila entre la duda y la confianza,  como las olas del mar agitadas por el viento, hasta romperse.  
El apóstol Santiago advierte que o vivimos pacificados con la paciencia del kairós o somos golpeados  por la desazón,  consecuencia de la incredulidad.

 Hoy, en mi pausa contemplativa, le entregaré al Señor  toda impaciencia, “confiándole todas mis  preocupaciones” (1 Pedro 5,6).
  
¡Alabanza a Ti, Señor Jesús, que no nos das sólo por nuestra fe, sino por tu gratuita acción de misericordia!
  
Palabras de un testigo de hoy
La prueba existe y existe para todos, también para los mejores. El comportamiento al que tender en la prueba es la sumisión, el acoger y no el pedir.       Carlos María Martini