DE LA PALABRA DEL DIA
Genealogía de Jesucristo, hijo
de David, hijo de Abrahán. Mt 1,1
¿Cómo
vivir esta Palabra?
He aquí a
Jesús. Un personaje histórico, colocado en una larga lista de nombres de los cuales es descendiente. Mateo quiere
demostrar que Jesús es parte integrante de la historia del pueblo elegido, y que
él es su cumplimiento. Le atribuye un título de gloria mesiánica: hijo de
David, heredero de las promesas. Aquel por el cual la historia vuelve a empezar su curso, grávida de
salvación. Es hijo de Abrahán: realiza,
pues, las promesas hechas por Dios, de
un pequeño pueblo que llegará a ser un gran pueblo, más numeroso que las arenas
del mar. ¡Cristo es el sentido de la historia! Aquel por el cual todo se recapitula y en torno al cual todo se
reviste de unidad y significado.
Mateo quiere
demostrar, además, otra cosa muy importante, poniendo en la genealogía de Jesús a alguna mujeres como Tamar, mujer
de Judá, Rahab la prostituta, Ruth la pagana moabita y la adúltera Betsabé
mujer de Urías, todas ellas mujeres pecadoras y extranjeras. Mateo quiere
demostrar que la venida de Jesús es para todos.
Jesús es el
Mesías Libertador de todo corazón aprisionado por la incredulidad, por la violencia,
por las pasiones egoístas. Es Mesías para el pobre y para el rico, para el
pecador y para el justo, para el hombre y para la mujer. Para todos y para cada
uno es Príncipe de la paz: “Que él –canta el salmo responsorial- sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra”.
Hoy, al entrar en mi corazón,
pediré un corazón creyente, capaz de ver la presencia de Dios en mi vida y de
sentirme parte de la genealogía de
Jesús.
¡Ven, Señor Jesús!
Dame ojos para verte y corazón
para amarte y hacerte amar
Palabras
de un testigo de hoy
Ven, hijo de la paz,/ nosotros
ignoramos lo que sea la paz:/y por tanto, ven siempre, Señor
Ven a liberarnos, / nosotros
somos siempre esclavos:/ y por tanto, ven siempre, Señor. David María Turoldo