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10 mayo 2013, viernes. VI semana de Pascua
Dia 1º del triduo sta María Mazzarello - cofundadora con don Bosco de las Hijas de Mª AuxiliadoraHechos de los apóstoles 18,9-18
Estando Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión: «No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo, y nadie se atreverá a hacerte daño; muchos de esta ciudad son pueblo mío.»Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles la palabra de Dios.
Pero, siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron en masa contra Pablo, lo condujeron al tribunal y lo acusaron: «Éste induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la Ley.»
Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Galión dijo a los judíos: «Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, sería razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, arreglaos vosotros. Yo no quiero meterme a juez de esos asuntos.»
Y ordenó despejar el tribunal. Entonces agarraron a Sostenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal. Galión no hizo caso. Pablo se quedó allí algún tiempo; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se afeitó la cabeza, porque había hecho un voto.
Evangelio según san Juan 16,20-23a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada.»¿Cómo vivir esta Palabra?
Jesús evoca la imagen de la mujer en el momento del parto, los fuertes dolores que siente, pero que olvida cuando tiene el hijo nace. Atrás queda lo pasado, por muy malo que haya sido y la felicidad alegra y llena su vida.
Los dolores de parto tienen un verdadero sentido: traen vida al mundo. Los ¡ay! por el dolor sufrido se convierten en gozo y satisfacción por la nueva vida.
Jesús mismo, los discípulos y discípulas pasaron un trance muy duro. Cuando todo parecía que había terminado por la ausencia de Jesús, por su muerte, la comunidad se encuentra sola en el mundo, sin el apoyo de Jesús, expuesta a ataques y acusaciones, a la tristeza.
Sólo el encuentro con Jesús resucitado pudo devolverles la alegría profunda.
No podemos desear que la alegría es algo mágico o automático, que viene cuando nosotros queremos, requiere su esfuerzo, su entrega, su sufrimiento. Requiere morir para poder vivir. “Como el grano de trigo que muere para dar vida”.
La voz de san Juan Crisóstomo (obispo de Constantinopla, siglo IV, catequesis bautismales):
¿Ves cómo se llama nueva creación a la fe en Cristo y al regreso a la virtud? Por tanto escuchemos todos, os lo suplico, los que fuimos iniciados antes y los que acaban de gustar la generosidad del Señor, la exhortación del Apóstol, que dice: Las cosas viejas pasaron; mira, ¡todas las cosas son hechas nuevas!, y olvidados de todo lo anterior, transformemos nuestra propia vida, como ciudadanos de un nuevo régimen de vida, y con el pensamiento clavado en la dignidad del que mora en nosotros, hablemos y obremos consecuentemente en todo.
9 mayo 2013, jueves. VI semana de Pascua
Hechos de los apóstoles 18, 1-8
En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Aquila, judío natural del Ponto, y a su mujer Priscila; habían llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma. Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a trabajar en su casa; eran tejedores de lona. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, sosteniendo ante los judíos que Jesús es el Mesías. Como ellos se oponían y respondían con insultos, Pablo se sacudió la ropa y les dijo: - «Vosotros sois responsables de lo que os ocurra, yo no tengo culpa. En adelante me voy con los gentiles.» Se marcho de allí y se fue a casa de Ticio justo, hombre temeroso de Dios, que vivía al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios que escuchaban creían y se bautizaban.
Evangelio según san Juan 16,16-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver.» Comentaron entonces algunos discípulos: - «¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?» Y se preguntaban: - «¿Qué significa ese "poco";? No entendemos lo que dice.» Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: - «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.»
¿Cómo vivir esta Palabra?
"vuestra tristeza se convertirá en alegría"
La tristeza es un sentimiento de melancolía que provoca falta de ánimo y de alegría e ilusión por las cosas, y que se manifiesta a veces con tendencia al llanto.
El estar triste o sentir tristeza no es malo ya que todo el mundo se pone triste alguna vez. Las causas son diversas, por ejemplo, en el momento en que no nos sentimos amados o nos sentimos solos. Es importante que ver la causa de la tristeza. Cuando la tristeza es un simple disgusto o desilusión suele tener una duración corta o se elimina simplemente substituyendo una experiencia “negativa” por cualquier otra experiencia “positiva” que podamos realizar seguidamente aunque, cuando el mensaje de la tristeza es duradero y es emoción se transforma en algo cotidiano e incluso algo “normal” es cuando nuestros sistemas deben ponerse alerta ya que hay algo que no hemos resuelto y que si no transmutamos a tiempo puede llegar a producir bloqueos e incluso somatizar algún tipo de enfermedad a nivel físico como la famosa y conocida depresión.
Jesús advierte a sus discípulos, van a tener que pasar por un momento que les causará tristeza, pero no han de detenerse en ella, saldrán de es momento sombrío con la luz de la Resurrección. Por el misterio de su resurreción, el Señor está cerca y esa es la causa de nuestra alegría que puede con toda situación de tristeza. Él ha venido para que nuestra alegría sea plena. Es natural pasar por momentos malos, pero Dios no quiere que nos quedemos en ellos. Hay que salir y es posible con la fuerza de su Espíritu que nos habita.
La voz del padre, maestro y amigo de los jóvenes
"Tristeza y melancolía fuera de la casa mía" (Don Bosco)
8 mayo 2013, miércoles. VI semana de Pascua
Hechos de los apóstoles 17,15.22-18,1
En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con Pablo cuanto antes. Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: - «Atenienses, veo que sois casi nimios en lo que toca a religión. Porque, paseándome por ahí y fijándome en vuestros monumentos sagrados, me encontré un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido." Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo. El Dios que hizo el mundo y lo que contiene, él es Señor de cielo y tierra y no habita en templos construidos por hombres, ni lo sirven manos humanas; como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios. Quería que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: "Somos estirpe suya." Por tanto, si somos estirpe de Dios, no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre designado por él; y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos.» Al oír «resurrección de muertos" unos lo tomaban a broma, otros dijeron: - «De esto te oiremos hablar en otra ocasión.» Pablo se marchó del grupo. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.
Evangelio según san Juan 16,12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará.»¿Cómo vivir esta Palabra?
Jesús quiere que trabajemos con los talentos recibidos en la extensión del reinado de Dios. “Trabajad mientras vuelvo”. Pero no nos deja solos en esta ingente tarea. De muchas maneras, nos dice que nos va a echar una mano. Hoy nos recuerda la ayuda del Espíritu Santo. “Muchas cosas me queda por deciros… cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena”.
Gamaliel, el maestro de Pablo, acertó plenamente cuando salió en defensa de los perseguidos apóstoles: “Israelitas, mirad bien lo que vais a hacer con estos hombres… Porque si este plan o esta obra procede de hombres, se disolverá; pero si viene de Dios, no podréis disolverlos”. Jesús cumple con su promesa. Por encima de nuestras buenas y no tan buenas acciones, el Espíritu de Dios sigue en medio de nosotros, guiando su iglesia. Lo nuestro es cosa nuestra, pero, también, es cosa de Dios.
El Espíritu, persona de la Trinidad, que es Dios y de Dios nos habita e impulsa a obrar el Bien. Si le hacemos caso, como María estaremos viviendo desde lo mejor de nosotros mismos. El Espíritu nos hace hijos e hijas de Dios. Asi como los hijos llevan en su ADN la huella de sus padres, nosotros llevamos en nuestro interior el mismo Espíritu de Dios. ¿cuándo nos daremos cuenta y viviremos según el Espíritu? Es sencillo, el guía, enseña, aconseja, defiende ...
La voz de un doctor de la Iglesia
Y
van los hombres a admirar las cumbres de los montes, y las grandes olas de los
mares, y el largo curso de los ríos, y la inmensidad del Océano, y el discurrir de los astros y se olvidan de sí mismos. San Agustín
7 mayo 2013, martes. VI semana de Pascua
Hechos de los apóstoles 16, 22-34
En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo. A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pablo lo llamó a gritos: - «No te hagas nada, que estamos todos aquí.» El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó y les preguntó: - «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?» Le contestaron: - «Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.» Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. El carcelero se los llevó a aquellas horas de la noche, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos, los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.Sal 137, Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti,
Evangelio según san Juan 16, 5-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará en evidencia al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado.»¿Como vivir esta Palabra?
Jesús continúa fundamentando la fe de sus discípulos para que su ánimo no decaiga cuando él falte. Y les habla de su próxima partida, y también del Padre, del amor y de todo aquello que podía compensar su aparente ausencia.
Jesús ahora esta presente de forma latente pero no evidente. No podemos gozar físicamente de su presencia como sus discípulos en Galilea y Judea; pero en cuanto presente, real aunque sólo espiritualmente, podemos hablarle, adorarle, creerle, quererle y seguirle, no sólo en Galilea y Judea, como los discípulos, sino aquí, allí y en todo el mundo.
Nos dice: “Os conviene que yo me vaya”. Podía haber añadido: “para seguir tan presente como siempre, no sólo con vosotros sino con todos los seguidores que tendré en todas partes y en todos los tiempos”.
No, no estamos solos. “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). ¡Bendita ausencia que trae consigo semejante presencia! Por eso, nos reunimos regularmente a escuchar su Palabra y a adorarle sacramentalmente en la Fracción del Pan. Quizá los momentos en los que, con más cercanía, sentimos su presencia. Pero, no le olvidamos en los pobres, en los amigos, en la naturaleza, en la belleza, en la justicia, en la bondad; en todo aquello que merece la pena, allí lo encontramos, por el Espíritu que nos hace reconocerlo y seguir su modo de vida; un modo de vida, de ser humano que trasciende el espacio y el tiempo y nos conecta con Él siempre y para siempre. Ahora podemos ser lo mejor de nosotros mismos, con su Espíritu.
Esta es ahora nuestra misión: ser testigos de Jesús, gracias al Espíritu y según el Espíritu. Abriéndonos a él, como María de Nazaret, para que, al través de nosotros, él mismo inspire las palabras oportunas y los gestos pertinentes y eficaces que hagan creíble a Cristo, el Señor.
La voz de Edith Stein - Pentecostés de 1937
¿Quién eres, dulce luz que me inundas
alumbrando las tinieblas de mi corazón?...
¿Eres Tú el Arquitecto que construye la catedral eterna,
que se levanta de la tierra hasta el cielo?
Animadas por Ti, se yerguen las columnas a las alturas
cimentadas, firmes, inamovibles (Ap 3,12).
Marcadas con el nombre del Dios eterno
buscan la luz, sostienen la cúpula
que corona y perfecciona el edificio,
tu obra que abarca al mundo entero:
¡Espíritu Santo – mano creadora de Dios!...
¿Eres Tú el dulce cántico de amor,
del temor santo
que resuena en el trono de la Trinidad (Ap 4,8),
en unión esponsal con todo lo que es?
la melodía jubilosa, al unísono
que conduce cada miembro hacia la Cabeza (Ef. 4,15),
donde cada ser recobra el sentido misterioso de si mismo
y jubiloso se derrama
en corriente libre, desligada:
¡Espíritu Santo – júbilo eterno!
6 mayo 2013, lunes. VI semana de Pascua
fiesta de santo Domingo Savio para la Familia Salesiana
Hechos de los apóstoles 16,11-15
En aquellos días, zarpamos de Troas rumbo a Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, colonia romana, capital del distrito de Macedonia. Allí nos detuvimos unos días. El sábado salimos de la ciudad y fuimos por la orilla del río a un sitio donde pensábamos que se reunían para orar; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos invitó: - «Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa.» Y nos obligó a aceptar.Sal 149 Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; ..
Evangelio según san Juan 15,26-16,4a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»¿Cómo vivir esta Palabra?
“El Espíritu de la verdad dará testimonio de mi”
Jesús, en el sermón de despedida al que corresponde este texto, quiere prevenir a los apóstoles de los problemas que tendrán cuando vayan a anunciar el mensaje que les ha encomendado. Empieza con palabras de ánimo: “Yo os enviaré, desde el Padre, el Espíritu de la verdad; el Consolador. El os dará la fuerza que necesitáis para ser mis testigos ante el mundo”.
Con esta fuerza del Espíritu, que les ayudará a comprender cuanto han visto y oído durante el tiempo que Jesús ha estado con ellos, podrán afrontar las persecuciones que van a surgir, por la cerrazón de muchos contra su mensaje. Les anuncia que este rechazo vendrá, muchas veces, de quienes se consideran fervientes servidores de Dios. Así lo afirma Jesús: “llegará una hora en la que, quien os de la muerte, pensará que con ello da culto a Dios”.
Así ocurrió en tiempo de los apóstoles, algunos judíos pensaban que persiguiendo y matando a los discípulos de Jesús cumplían las leyes mosaicas y con ello daban culto a Dios.
También hoy se sigue produciendo esta persecución, vemos como en nombre de Dios, se cometen barbaridades y matanzas de cristianos, en el mundo entero.
También hoy se sigue produciendo esta persecución, vemos como en nombre de Dios, se cometen barbaridades y matanzas de cristianos, en el mundo entero.
Pero no sólo son los que matan el cuerpo, también matan los que quieren imponer su criterio personal en contra de la Ley de Cristo: el Amor.
La voz de Edith Stein
Tú, más cerca de mí que yo misma
más interior que mi interior
y al mismo tiempo inaccesible,
más allá de todo nombre:
Espíritu Santo- Amor eterno.
5 mayo 2013. VI
domingo de Pascua
Hechos de los Apóstoles 15, 1-2. 22-29
En aquellos días, unos que bajaban de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban como manda la ley de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los Apóstoles y presbíteros sobre la controversia.Los Apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes de la comunidad, y les entregaron esta carta:
«Los Apóstoles, los presbíteros y los hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo.
Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido por unanimidad elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor. En vista de esto mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que no os contaminéis con la idolatría, que no comáis sangre ni animales estrangulados y que os abstengáis de la fornicación.
Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.»
Sal 66, R.Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
del Libro del Apocalipsis 21, 10-14. 22-23
El ángel me transportó en espíritu a un monte altísimoy me enseñó la ciudad santa, Jerusalén,
que bajaba del cielo, enviada por Dios
trayendo la gloria de Dios.
Brillaba como una piedra preciosa,
como jaspe traslúcido.
Tenía una muralla grande y alta
y doce puertas custodiadas por doce ángeles,
con doce nombres grabados:
los nombres de las tribus de Israel.
A oriente tres puertas,
al norte tres puertas,
al sur tres puertas,
y a occidente tres puertas.
El muro tenía doce cimientos que llevaban doce nombres:
los nombres de los Apóstoles del Cordero.
Templo no vi ninguno,
porque es su templo el Señor Dios Todopoderoso
y el Cordero.
La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre,
porque la gloria de Dios la ilumina
y su lámpara es el Cordero.
Evangelio según San Juan 14, 23-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
–El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La Paz os dejo, mi Paz os doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir:
«Me voy y vuelvo a vuestro lado.» Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.
¿Cómo vivir esta Palabra?
ÚLTIMOS DESEOS DE JESÚS
Jesús se está despidiendo de sus discípulos. Los ve tristes y acobardados. Todos saben que están viviendo las últimas horas con su Maestro. ¿Qué sucederá cuando les falte? ¿A quién acudirán? ¿Quién los defenderá? Jesús quiere infundirles ánimo descubriéndoles sus últimos deseos.
Que no se pierda mi Mensaje. Es el primer deseo de Jesús. Que no se olvide su Buena Noticia de Dios. Que sus seguidores mantengan siempre vivo el recuerdo del proyecto humanizador del Padre: ese “reino de Dios” del que les ha hablado tanto. Si le aman, esto es lo primero que han de cuidar: “el que me ama, guardará mi palabra...el que no me ama, no la guardará”.
Después de veinte siglos, ¿qué hemos hecho del Evangelio de Jesús? ¿Lo guardamos fielmente o lo estamos manipulando desde nuestros propios intereses? ¿Lo acogemos en nuestro corazón o lo vamos olvidando? ¿Lo presentamos con autenticidad o lo ocultamos con nuestras doctrinas?
El Padre os enviará en mi nombre un Defensor. Jesús no quiere que se queden huérfanos. No sentirán su ausencia. El Padre les enviará el Espíritu Santo que los defenderá de riesgo de desviarse de él. Este Espíritu que han captado en él, enviándolo hacia los pobres, los impulsará también a ellos en la misma dirección
El Espíritu les “enseñará” a comprender mejor todo lo que les ha enseñado. Les ayudará a profundizar cada vez más su Buena Noticia. Les“recordará” lo que le han escuchado. Los educará en su estilo de vida.
Después de veinte siglos, ¿qué espíritu reina entre los cristianos? ¿Nos dejamos guiar por el Espíritu de Jesús? ¿Sabemos actualizar su Buena Noticia? ¿Vivimos atentos a los que sufren? ¿Hacia dónde nos impulsa hoy su aliento renovador?
Os doy mi paz. Jesús quiere que vivan con la misma paz que han podido ver en él, fruto de su unión íntima con el Padre. Les regala su paz. No es como la que les puede ofrecer el mundo. Es diferente. Nacerá en su corazón si acogen el Espíritu de Jesús.
Esa es la paz que han de contagiar siempre que lleguen a un lugar. Lo primero que difundirán al anunciar el reino de Dios para abrir caminos a un mundo más sano y justo. Nunca han de perder esa paz. Jesús insiste: “Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde”.
Después de veinte siglos, ¿por qué nos paraliza el miedo al futuro? ¿Por qué tanto recelo ante la sociedad moderna? Hay mucha gente que tiene hambre de Jesús. El Papa Francisco es un regalo de Dios. Todo nos está invitando a caminar hacia una Iglesia más fiel a Jesús y a su Evangelio. No podemos quedarnos pasivos.
José Antonio Pagola
La voz de un testigo obispo
Tu
agua límpida no corra en vano en mi desierto árido. Entra Tú mismo con la
vivacidad de Tu hablar, con Tu Verdad en el vacío de mi corazón y hazte sitio,
vive Tú como Señor dentro de mí. Cardenal Anastasio Albertao Ballestrero
4 mayo 2013,
sábado. V semana de Pascua
Hechos de los apóstoles 16, 1-10
En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de un griego y de una judía creyente. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él. Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su padre era griego.Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.
Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió. Entonces dejaron Misia a un lado y bajaron a Troas.
Aquella noche Pablo tuvo una visión: se le apareció un macedonio, de pie, que le rogaba: «Ven a Macedonia y ayúdanos.»
Apenas tuvo la visión, inmediatamente tratamos de salir para Macedonia, seguros de que Dios nos llamaba a predicarles el Evangelio.
Salmo 99: Aclama al Señor, tierra entera
Evangelio según san Juan 15, 18-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:- «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra."
Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.»
¿Cómo vivir esta Palabra?
Ser seguidores de Jesús, ya lo dice Juan que no será una misión fácil: “Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros”. Pero una misión que parte de la gracia y la elección previa de Jesús. El nos ha elegido y nos ha destinado a ser testigos de su Palabra. “Os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer”.
Hemos recibido el Espíritu de Jesús que nos enseña a entender y asumir los gestos y las Palabras del Señor. No esperemos trato diferente del Maestro. “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán, porque no conocen a Quien me ha enviado”. Como discípulos elegidos por Ël, debemos anunciar el gran amor que el Padre nos tiene, ese que nos hace ser hijos de Dios en Cristo, testigos de su gracia y elección. Debemos trasmitir el mensaje de Jesús, la presencia del Reino de Dios en este mundo. Una presencia que significa opción por la justicia, por el amor, por la defensa y atención de los desfavorecidos de este mundo.