15 octubre 2012, lunes. XXVIII semana Tiempo ordinario
Fiesta de Santa Teresa de Jesús. Lecturas de su fiesta: 

Eclesiástico 15,1-6:

El que teme al Señor obrará así, observando la ley, alcanzará la sabiduría. Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como la esposa de la juventud; lo alimentará con pan de sensatez y le dará a beber agua de prudencia; apoyado en ella no vacilará y confiado en ella no fracasará; lo ensalzará sobre sus compañeros, para que abra la boca en la asamblea; lo llena de sabiduría e inteligencia, lo cubre con vestidos de gloria; alcanzará gozo y alegría, le dará un nombre perdurable.

Salmo 88,2-3.6-7.8-9.16-17.18-19 R/. Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré

Evangelio Mateo 11,25-30:

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»

Frases de santa Teresa, doctora de la Iglesia,  sobre la oración: 
1. "Sin este cimiento fuerte (de la oración) todo edificio va falso". (Camino de perfección, 4, 5).
2."No son menester fuerzas corporales para ella, sino sólo amar y costumbre; que el Señor da siempre oportunidad si queremos". (Vida, 7, 4).
3. "No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama". (Vida, 8, 2).
4. "Pensar y entender lo que hablamos y con quién hablamos y quién somos los que osamos hablar con tan gran Señor; pensar esto y otras cosas semejantes de lo poco que le habemos servido y lo mucho que estamos obligados a servir, es oración mental; no penséis que es otra algarabía ni os espante el nombre". (Camino de perfección, 25, 3).
5. "Toda la pretensión de quien comienza oración-y no se olvide que esto importa mucho-ha de ser trabajar y determinarse y disponerse, con cuantas diligencias pueda, a hacer su voluntad conforme a la de Dios (...). Quien más perfectamente tuviera esto, más recibirá del Señor, y más adelante estará en el camino". (Las Moradas, 11, 8).
6. "De los que comienzan a tener oración, podemos decir son los que sacan el agua del pozo, que es muy a su trabajo, como tengo dicho, que han de cansarse en recoger los sentidos, que como están acostumbrados a andar derramados, es harto trabajo". (Vida, 11, 3).
7. "Digo que no desmaye nadie de los que han comenzado a tener oración con decir: Si torno a ser malo, es peor ir adelante con el ejercicio de ella. Yo lo creo, si se deja la oración y no se enmienda del mal; mas, si no la deja, crea que le sacará a puerto de luz". (Vida, 19, 2).
8. "Y el que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega. No me parece es otra cosa perder el camino sino dejar la oración". (Vida, 19, 5).
9. "Si no era acabando de comulgar, jamás osaba comenzar a tener oración sin libro; que tanto temía mi alma estar sin él en oración, como si con mucha gente fuera a pelear Con este remedio, que era como una compañía o escudo en que había de recibir los golpes de los muchos pensamientos, andaba consolada". (Vida, 4, 7).
10. "Por no estar arrimada a esta fuerte columna de la oración, pasé este mar tempestuoso casi veinte años con estas caídas". (Vida, 8, 1, 4).


DE LA PALABRA DEL DIA 
(de la lectura continuada del evangelio de Lucas que toca hoy)

Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Lucas 11,30

¿Cómo vivir esta Palabra?
La profecía de Jonás señaló un momento fuerte de conversión  para el pueblo de Nínive. Tras la palabra del profeta se arrepiente y cambia de costumbres.  Pero hay un signo  mayor que el de Jonás: Jesús  que se encarna y habla en todos los períodos de la historia, revelando la verdad  escondida desde siempre en Dios: Dios es Amor  y por amor se hizo hombre para elevar a sus criaturas, a cada uno de nosotros, a  participar de su vida divina. Éste es el evento  histórico que trasciende toda esperanza del hombre, a pesar de todas las vicisitudes y penalidades de la historia humana, 
Dios es Dios, es un misterio que se revela en Jesús y nos ama. Él tiene su proyecto de amor y de salvación para cada uno. Solamente es necesario escuchar  las palabras de Jesús, conocerle como se revela en el Evangelio. Dejar que sus palabras de Verdad  penetren en el corazón de cada hombre como lo han hecho generaciones de cristianos antes que nosotros, como lo hizo Teresa de Jesús, de la que hoy  la liturgia  hace memoria.

Señor Jesús, sólo Tú tienes palabras de vida eterna. ¡Me entrego a Ti!

La voz de una santa doctora de la Iglesia:
Para conocer a Jesús, corazón a corazón, santa Teresa sugiere :
“Imagínense de encontrarse delante de Cristo, de enamorarse de su sagrada humanidad, teniéndola siempre presente, de hablar con él, pedirle ayuda en la necesidad, llorando con él en el dolor, alegrándose con él en la alegría… sirviéndose de palabras que respondan a los propios deseos  y a las propias necesidades.
                                                                                              Santa Teresa de Jesús