VIVE LA PALABRA
2 agosto 2012, jueves.  XVII semana Tiempo ordinario
Lecturas del día
Jer 18,1-6: Como está el barro en manos del alfarero, así están ustedes en mis manos
Salmo responsorial 145: Dichoso aquel a quien auxilia el Dios de Jacob
Mt 13,47-53: Reúnen los peces buenos en cestas y los que no valen los tiran
Mateo 13,47-53:
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos les contestaron: «Sí.»   
Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»  
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.

¿Cómo vivir esta Palabra?
Mateo como buen judío es muy práctico y pone a sus oyentes-lectores ante la realidad del discernimiento. Dios tiene la última palabra sobre la historia y todas las claves del discernimiento. Él sabe todo y todo no quedará igual en el último día. La bondad y la justicia tienen el triunfo asegurado al final. En este presente sus hijos e hijas debemos ejercitar el discernimiento para escoger con libertad el bien que podamos hace y ser buenos. Si somos buenos se manifestará en los actos buenos que realizamos en el cotidiano, con libertad y amor.
Discernimiento viene de discernir, “distinguir algo de otra cosa”, señalando la diferencia que hay entre ellas. En su etimología se refiere a lo que se hace con la criba o cernidor para separar la arena fina de la gruesa o la harina del granillo que aún no está bien molido. ¿Qué van a separar ustedes? En lenguaje de san Ignacio, se trata de distinguir mociones, inspiraciones que me llevan a una elección. Separar las mociones que vienen del buen espíritu de las que vienen del mal espíritu.
Para discernir lo fundamental está en la reflexión y la libertad interior que preservarán de toda clase de presión y conducirán a un verdadero discernimiento. Todo esto es un trabajo interior, una verdadera conquista que, con la gracia de Dios, hemos de lograr y actuar, porque al final, “por los frutos los conoceréis”.     

La voz de un santo educador
En lo que concierne a las cosas que son buenas para los jóvenes en peligro, o sirven para ganar almas a Dios, yo me lanzo incluso hasta la temeridad. San Juan Bosco


VIVE LA PALABRA
1 agosto 2012, miércoles.  XVII semana Tiempo ordinario
Lecturas del día
Jer 15,10.16-21: ¿Por qué se ha vuelto crónica mi llaga? Si vuelves, te haré estar a mi servicio
Salmo responsorial 58: Dios es mi refugio en el peligro
Mateo 13,44-46: En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»

¿Cómo vivir esta Palabra?
Dónde está tu tesoro allí está tu corazón. A lo que valoras le dedicas tiempo. Te interesas y prestas atención a aquello que es importante para ti. Realizas esfuerzos y te sacrificas por algo, porque estas convencido/a de que merece la pena. Defiendes lo que crees que es tuyo. Asumes una responsabilidad porque lo ves necesario y crees que podrás hacerlo bien.  Podemos ver en todas estas frases también un paralelismo con lo que nos presenta ese “vende todas sus posesiones” porque ha encontrado un tesoro mayor.
Jesús nos pide pararnos a examinar lo que realmente valoramos, aquello en lo que se estamos “gastando nuestra vida”. Todos hemos recibido el tesoro de la vida. Nos viene dada, regalada … es verdad, a través de nuestros padres y de tanta gente buena que en el camino de la vida nos “han dado vida” y yo, ahora, ¿qué estoy haciendo con mi vida?
Encontrar, renovar la propia vocación es una llamada constante de Jesús en el día a día. Ante Él busquemos “el tesoro” escondido en nuestro campo.

La voz de un místico español
Mi alma se ha empleado,           
Y todo mi caudal, en su servicio,         
Ya no guardo ganado      
Ni ya tengo otro oficio;   
Que ya sólo en amar es mi ejercicio.  (san Juan de la Cruz)





VIVE LA PALABRA
31 julio 2012, martes.  XVII semana Tiempo ordinario

Lecturas del día
Jer 14,17-22: Recuerda, Señor, y no rompas tu alianza con nosotros
Salmo responsorial 78: Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre
Mateo 13,36-43: En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.» 
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema: así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de su Reino  todos los  escándalos y hacedores de maldad y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.»

¿Cómo vivir esta Palabra?
Jesús explica la parábola de la cizaña a sus discípulos, en casa. El diálogo más resposado, con tiempo para preguntarle y espacio para responder, libre de presiones o incomprensiones no es cualquier sitio. Seguir a Jesús implica buscar esa cercanía con él, en casa. El ser humano habitado por su espíritu santo es hoy su casa. Habrá muchas cosas que no entendamos a la primera, ni a la segunda. Necesitamos encontrarnos en casa, en un lugar más tranquilo y cercano con él.  Allí podemos preguntarle y la respuesta llegará a nuestro corazón. A lo mejor entenderla, en las claves que él nos las quiere decir no es fácil. Puedo tener oídos y no oir.
La cizaña aquí se dice que son los escándalos, la realización del mal. Eso no tiene futuro. El mal no tiene futuro. Para la eternidad sólo queda el Amor. Ya lo dice también san Pablo. Es una gran luz para nuestra vida. Si estoy haciendo algo que descubro no es bueno o causa escándalo ¿qué sentido tiene? Ninguno. Lo mejor es que lo deje cuanto antes. No vale ampararse en “total todo el mundo lo hace” o “eso hoy es lo normal”.

La voz de un padre de la Iglesia

No  sabía que el mal no es más que privación del bien hasta llegar a la misma nada. (san Agustín, confesiones III, 12)