8 junio 2012, viernes. IX semana Tiempo ordinario

DE LA PALABRA DEL DIA
Toda la Escritura, inspirada por Dios, es útil para enseñar, convencer, corregir y educar en la justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda obra buena. 2Timoteo 3,16-17
¿Cómo vivir esta Palabra?
Entender la Biblia no es una tarea fácil, porque no es un libro fácil siempre. Está bien leerlo con la ayuda de una guía o algun comentario exegético que ayude a distinguir la verdad siempre actual a de la Palabra de Dios del ropaje literario ligado a la época en la que fue escrito y a la mentalidad de los destinatarios, a su tiempo.
Una vez que se tiene en cuenta esto, queda el hecho de que la Escritura es verdaderamente Palabra del Señor. El Espíritu santo es coautor con el escritor humano de la Escritura y ésta tiene un mensaje para quien la lee con fe. La Palabra enseña, convence, corrige y educa en la justicia.
Otra cosa es necesaria: el corazón debe estar abierto. Necesita ser leída con los ojos del corazón iluminados del Espíritu Santo y, por tanto, con voluntad dócil a poner en práctica lo que la Palabra dice. Si no, la Biblia se queda en un libro cerrado. Todo lo más sirve para hacer eruditos, no para a prender a vivir con sabiduría.

Hoy, en mi pausa contemplativa, dejaré que la acción del Espíritu reavive en mi la apertura a la Palabra.

Espíritu de luz y de amor, ábreme hoy y siempre a la Palabra de Dios. Haz que la acoja con veneración y me deje instruir por ella, convencer y también corregir.

La palabra de un obispo mártir
La palabra queda y ése es el gran consuelo del que predica. Mi voz desaparecerá pero mi palabra, que es Cristo quedará en los corazonez que la hayan querido recoger.    Oscar Romero