30 junio 2012, sábado. XII semana Tiempo ordinario
DE
LA PALABRA DEL DIA
Tus
profetas te ofrecían visiones falsas, engañosas; y no te denunciaban tus
culpas, para cambiar tu suerte; sino que te anunciaban visiones falsas y seductoras.
Lm 2,14
¿Cómo
vivir esta Palabra?
El profeta describe
con eficaces pinceladas la trágica situación de Jerusalén, la ciudad
santa, objeto del amor celoso de Dios, del que es trágicamente alejada. Ante la
mirada temerosa se abre un panorama
deprimente: ancianos y jóvenes se sientan abatidos mientras el hambre siega con la hoz a sus
víctimas, también a los niños que mueren
en los brazos impotentes de sus madres. Un escenario que por desgracia ha conocido varias réplicas
durante siglos y no es desconocido ni siquiera en nuestros días. Introducida en
este trávelin, una triste constatación: quien
habría debido abrirle los ojos en
tiempo, poniéndola sobre aviso que estaba corriendo hacia su ruina, no sólo se
abstuvo, sino que la halagó con palabras
engañosas.
La degradación de
una sociedad no es nunca atribuible sólo a grupos
aislados: nadie puede señalar con
el dedo descargándose de la propia
responsabilidad. Hay quien pide entrar por el camino equivocado, pero hay
también quien culpablemente abdica de la propia función profética que lo
capacita para “leer más allá”· de aquello que se vive, y a hablar incluso
cuando resulte incómodo. ¿Pero a qué
profeta se le ha cantado alguna vez el
hosanna?
El cristiano, en
virtud del bautismo, está investido también
de la función profética. No puede alinearse con los demás en una lectura de los
acontecimientos hecha bajo el signo de la superficialidad, del “todos hacen
así” o del “no vale la pena adoptar una postura alternativa”. Como ciudadano,
como hombre de fe, debe hacerse promotor de opciones capaces de garantizar un
futuro mejor y de abrir horizontes de esperanza que no estarán nunca bajo el
signo de lo más cómodo, de lo más fácil.
Quiero hacer objeto de reflexión
y de oración cuanto estamos viviendo a todos los niveles, para volver a
recuperar mi función profética, que me impulsa
a ser voz positiva y animadora,
pero bajo el signo de la responsabilidad.
Señor, abre
mis ojos para que sepan mirar más allá de lo inmediato y de lo aparente, para captar
el sentido profundo de cuanto estamos viviendo, y señalar, sobre todo a los jóvenes, posibles caminos de esperanza.
La
voz de un testigo
Para aquellos que tiene la misión
de despertar a los hermanos y hermanas que los rodean, el gallo, con su canto,
es un bello modelo: canta,
fielmente cuando es tiempo de despertar
al alba, y cuando el sol, con sus rayos,
rompe el horizonte, se siente satisfecho: ¡fiel, ha cumplido su misión! Y
aquellos que deberían despertar las conciencias , las criaturas humanas, los grupos, los pueblos ¿son tan
fieles como los gallos. ¿Y son felices como los gallos en
su misión? Hèlder Camara