9 mayo 2012, miércoles. V semana  de Pascua
175 aniversario nacimiento de santa Maria Mazzarello

DE LA PALABRA DEL DIA
Permaneced en mí y yo en vosotros […]  El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí  no podéis hacer nada. Jn 15, 4-5
¿Cómo vivir esta Palabra?
Dentro de la imagen sencilla, bella y eficaz de la vid y los sarmientos, Jesús pone de relieve para nosotros un secreto (quizás el más importante) del verdadero camino espiritual. Ante todo hay un verbo “permanecer” que no al acaso es un verbo de quietud. En el agitado y caótico continuo movimiento de la vida de hoy, hay una invitación a  la quietud de la contemplación.
En cuanto a la metáfora de la vid y los sarmientos, subraya la importancia del hecho que sólo si el sarmiento está sólidamente unido a la vid puede dar fruto. Si está cortado por una mano inhábil “se seca y muere”; si ha sido separado por una ráfaga de viento,  poca savia de la vid consigue llegar al sarmiento, y el fruto tiene dificultad para salir o no sale como debería.
Prestemos además atención a la inequívoca afirmación  “porque sin mí  no podéis hacer nada”. Toda pretensión y alarde de éxito incluso espiritual, obtenido sólo con nuestras fuerzas son insensatos. Únicamente permaneciendo unidos a Jesús, con aquella rápida pero frecuente toma de contacto, que es el entrar en nuestro corazón, nos vamos, poco a poco asimilándonos a Él, a su modo de pensar, a su estilo de amar Y así  es como su linfa vital discurre en nuestras jornadas y las hace fructificar  para Dios; en bien de las  personas a las que Él nos manda  y también en bien de nuestra  serenidad y crecimiento  personal.

Hoy, en mi pausa contemplativa “permaneceré” durante un rato, quieto y silencioso, visualizando interiormente una vid y un sarmiento cargado de apetitosos racimos, y también una vid y un sarmiento seco en  tierra, pronto para ser arrojado al fuego. Y después… ¡Es cuestión de comprender qué sarmiento debo ser!

Señor Jesús, mi vid verdadera, concédeme  permanecer unido  a Ti  con fuerte voluntad de amor,  que quiera, como Tú, lo que quiere el Padre.

Palabras de un canto a Santa María Mazzarello
Como fuerte sarmiento de la Vid verdadera,/ como fuerte sarmiento que brota y es podado, / María Mazzarello produce  aún  frutos de la Vid verdadera / que es Jesús.