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mayo 2012, miércoles. V semana de Pascua
175 aniversario nacimiento de santa Maria Mazzarello
DE LA PALABRA DEL DIA
Permaneced
en mí y yo en vosotros […] El que
permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Jn
15, 4-5
¿Cómo
vivir esta Palabra?
Dentro
de la imagen sencilla, bella y eficaz de la vid y los sarmientos, Jesús pone de
relieve para nosotros un secreto (quizás el más importante) del verdadero
camino espiritual. Ante todo hay un verbo “permanecer” que no al acaso es un verbo
de quietud. En el agitado y caótico continuo movimiento de la vida de hoy, hay
una invitación a la quietud de la
contemplación.
En
cuanto a la metáfora de la vid y los sarmientos, subraya la importancia del
hecho que sólo si el sarmiento está sólidamente unido a la vid puede dar fruto.
Si está cortado por una mano inhábil “se seca y muere”; si ha sido separado por
una ráfaga de viento, poca savia de la
vid consigue llegar al sarmiento, y el fruto tiene dificultad para salir o no
sale como debería.
Prestemos
además atención a la inequívoca afirmación “porque sin mí no podéis hacer nada”. Toda pretensión y
alarde de éxito incluso espiritual, obtenido sólo con nuestras fuerzas son
insensatos. Únicamente permaneciendo unidos a Jesús, con aquella rápida pero
frecuente toma de contacto, que es el entrar en nuestro corazón, nos vamos,
poco a poco asimilándonos a Él, a su modo de pensar, a su estilo de amar Y
así es como su linfa vital discurre en
nuestras jornadas y las hace fructificar
para Dios; en bien de las
personas a las que Él nos manda y
también en bien de nuestra serenidad y
crecimiento personal.
Hoy, en mi pausa
contemplativa “permaneceré” durante un rato, quieto y silencioso, visualizando
interiormente una vid y un sarmiento cargado de apetitosos
racimos, y también una vid y un sarmiento seco en tierra, pronto para ser arrojado al fuego. Y
después… ¡Es cuestión de comprender qué sarmiento debo ser!
Señor
Jesús, mi vid verdadera, concédeme permanecer
unido a Ti con fuerte voluntad de amor, que quiera, como Tú, lo que quiere el Padre.
Palabras
de un canto a Santa María Mazzarello
Como fuerte
sarmiento de la Vid verdadera,/ como fuerte sarmiento que brota y es podado, / María
Mazzarello produce aún frutos de la Vid verdadera / que es Jesús.