17 mayo 2012, jueves. VI emana de Pascua
DE
LA PALABRA DEL DIA
Dentro de poco ya no me veréis, pero un poco después
me volveréis a ver. Jn
16,16
¿Cómo
vivir esta Palabra?
Ayer
hemos visto la tristeza de los discípulos por la partida de Jesús y la
estimulación por el anuncio de la era nueva del Espíritu. Hoy, Jesús trata todavía de consolar a los suyos,
asegurándoles su vuelta. Las palabras: “Ya
no me veréis” se referían al término
de su presencia física, que estaba a punto de concluir con su pasión y
muerte; mientras que la frase “un poco
después me volveréis a ver” hace referencia a su vida gloriosa que empezará
con la resurrección y continuará como presencia
mística en los corazones de los
creyentes.
Los
discípulos no comprendieron las palabras de Jesús y siguieron preguntándose por su significado. Jesús, por su parte no intentó explicarse pero les dio ánimos con
otra revelación: “Estaréis tristes, pero
vuestra tristeza se convertirá en gozo” (v.20). Ciertamente con la muerte de Jesús la comunidad
naciente experimentará llanto, temor, oscuridad pero después tendrán la alegría
de la resurrección, prenda también del encuentro gozoso y definitivo con Él en
la Jerusalén celestial. Esta revelación da valor a todos los discípulos en toda
época de la historia. El Señor permanece
siempre con nosotros. ¡Alleluia!
En mi pausa
contemplativa me consolaré hoy con el hecho que Jesús no nos ha dejado huérfanos,
porque Cristo Resucitado está siempre presente en nuestro corazón de modo
místico.
Señor
Jesús, te doy gracias porque te has quedado con nosotros de un modo
impensable en tu Espíritu, en tu Palabra
y en la Eucaristía. ¡Gracias!
La
voz de un cisterciense
El amor de
Cristo está presente en nosotros como una inmensa energía espiritual. El Señor
Jesús nos pide ejercerlo y promoverlo hasta que se constituya en toda
nuestra vida. Entonces Él será todo en todos. Él será lo que es ¡el Cristo glorificado!
Thomas Keating