14 marzo 2012, miércoles. III semana de Cuaresma
DE LA PALABRA DEL DIA
Moisés habló al pueblo diciendo:”Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño a cumplir, así viviréis, entraréis y tomaréis posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres,  os va a dar”. Deut 4,1

¿Cómo vivir esta Palabra?
Moisés invita a Israel a escuchar, pero no en sentido general: “Ahora, Israel, escucha”, “en el hoy” de tu historia.
La escucha de la Palabra tiene lugar siempre en el hoy de la vida, de la historia social y personal. “El hoy” es el lugar, el tiempo, las circunstancias  de la vida, donde resuena la palabra de Dios, una palabra que crea, ilumina, corrige y anima.
Y, fijémonos bien, esta escucha no se hace solo con el oído, se hace con el corazón. Más aún, si lo que se escucha no llega al corazón, corre el riesgo de desaparecer de los pensamientos  que se agolpan en la mente.
Lo que Dios  dice  al corazón de Israel y a nuestro corazón “hoy” es que Él está de tal modo cercano a nosotros, es de tal modo íntimo que suscita admiración  a cuantos nos rodean y ven los efectos.  Un Dios “próximo”, “íntimo”, “cercano” es un Dios  que contrasta  con toda filosofía y gnosis.
  
Hoy, al entrar en mi corazón,  pediré a Dios  que me dé la memoria del corazón, que yo no olvide  aquello que  mi corazón, en la intimidad con Él, escucha, ve y experimenta.

Señor, dame interioridad para que nada salga de mi corazón de lo que tú susurres  dentro de él.
Palabras de un monje budista poeta
Escuchar profundamente es saberse parar y saber dejarse empapar de aquello que se escucha, convirtiéndose en uno con ello, ya provenga del interior o del exterior de nosotros.
                                                                                                    Thich Nhat Hanh