24 febrero 2012. Viernes después de Ceniza
¿Es que pueden guardar luto los
amigos del novio mientras el novio está con ellos?
Mateo 9,15
¿Cómo vivir esta
Palabra?
El evangelista Mateo escribe para destinatarios de origen hebreo, una comunidad judeo-cristiana, familiarizada con las Escrituras, lo que hoy llamamos Antiguo Testamento. En las Escrituras aparece la imagen de Dios esposo del Pueblo Israel. Un símbolo para expresar el gran amor de Dios por su pueblo, aunque éste muchas veces se ha ido tras los ídolos siendo infiel. Sin embargo Yavé nunca ha renunciado a que su pueblo vuelva a él, atrayéndolo con lazos de amor.
Jesús se presenta con esta imagen del novio; el Reino como un banquete de bodas, donde no cabe el luto ni el ayuno. Eso es para otro momento. Todo tiene su tiempo dice Eclesiastés 3.
Dios está con nosotros siempre, por eso no se le puede "comprar" con ayunos, pero el ayuno si tiene su sentido, en etapas del camino cristiano como ahora en Cuaresma, cuando se realiza con su verdadero sentido. Este es el ayuno que agrada al Señor: parte tu pan con el hambriento, dale posada al peregrino, acoge al emigrante y extranjero, abre las cárceles injustas, dejar libres a los oprimidos, rompe las cadenas y los cepos, que cuando veas al desnudo lo cubras (Isaías 58,6-7).
Sin la fuerza del Espíritu no podremos poner en práctica el verdadero ayuno, por eso el ayuno material es un medio para recordarnos y llevar una vida según la voluntad de Dios. Abstenernos de cosas materiales es para compartir y solidarizarnos con los más desfavorecidos, para contribuir a que ellos tengan los medios para una vida digna. Nuestro ayuno, nuestra propia autodelimitación ha de expresar y contribuir a recordarnos que no podemos consumir "sin límites", porque lo que sobra a unos pocos, falta en otros lugares a muchos. El dominio de sí es un fruto del Espíritu. El ayuno como Dios quiere, es un signo de vivir una vida según el Espíritu.
Hoy, al entrar en mi
corazón, me detendré algunos momentos ante
Jesús y le pediré que me enseñe la práctica del verdadero ayuno.
Señor Jesús, contigo siempre hay fiesta, contigo hay alegría, la que da tu Espíritu que nos conduce por caminos de compartir y solidaridad con los más necesitados.
La
voz de un obispo de hoy
Tomado en común, el alimento
añade una nota típicamente human al acto de alimentarse, puesto que lo hace un
elemento de convivencia. Así que, comer con los otros y acudir a la misma fuente de vida, confieren a la
convivencia un alto valor social y espiritual, manifestando la propia unidad de origen y la propia solidaridad.
Mons. Felice di Molfetta