SANTA Y FELIZ NAVIDAD CRISTIANA


HAS LLEGADO, SEÑOR
Silenciosamente y suavemente. Sin tarjetas de presentación y sin más pretensión que, el ser como nosotros, TE HAS VENIDO CON NOSOTROS, Señor. ¿Por qué siendo tan grande te haces tan pequeño? ¿Por qué abandonas el amplio cielo y te empeñas en avanzar por la encrucijada de nuestras plazas y calles del mundo ALLÍ DONDE MENOS TE ESPERAMOS? ¡Has llegado, Señor, y eso es lo importante! ¡Te adoramos! ¡Te bendecimos! Con lágrimas en los ojos y, con el corazón en la mano, COMO MARÍA Y JOSÉ, te decimos que nunca la tierra ha tenido el amor tan adentro; conviertes nuestra pobre tierra en tu cielo.  

1.- Noche Santa y Misteriosa. Dios ha descendido de los cielos. Se reviste de nuestra frágil humanidad. Hoy, en estas horas de oscuridad, es el Amor de Dios quien habla e ilumina nuestros más profundos sentimientos. ¡Nos dice tanto el Señor en el pesebre! ¡Nunca tan gigantesco mensaje estuvo escondido en un ser tan pequeño!
Nos habla su Amor. A partir de ahora, el Padre, estará junto a nosotros. Hoy, al mismo Dios, lo besamos, lo contemplamos y lo podemos tomar en nuestros brazos. ¡Bendito sea este Misterio que, sin comprenderlo, nos seduce y nos hace sentirnos más buenos, más hermanos! Aquí está el secreto de la Navidad. Este es el espíritu navideño, el nos saca lo mejor que llevamos dentro, ¡a ti, tu bondad y tu amor! Por eso nos la deseamos tanto y salen de nuestros labios felicitaciones y buenos deseos para todos .Comienza a caminar por la tierra el amor de Dios, el mismo Dios con nosotros.
2.- Hoy, más que nunca, sentimos que la noche se rompe por este acontecimiento que ha cambiado el rumbo de una humanidad en declive: ¡Sí, contigo tenemos arreglo!
-Como los pastores contemplamos arrodillados la cercanía de un Dios incomprensible que ama a los sencillos y pobres, y se hace uno de ellos. 
-Como la gruta del pesebre, nos sentimos incapaces y hasta indignos de contenerte. Prodigio de salvación y de vida, de gracia y de paz, de ternura y de humildad. ¡Nunca, Dios, arriesgó tanto!
-Como los ángeles, pregonamos en los valles de nuestras familias y de nuestros amigos que, la Navidad, o es cristiana o no es Navidad. Que, la Navidad, es la inmersión de la divinidad en la humanidad, para que la humanidad sea divina viviendo su mismo amor. Dios al encuentro de cada uno de nosotros. ¿Por qué algunos tan empeñados en convertir la Navidad en simple vanidad por y de las cosas?
-Como José y María, en estos instantes, nos apoyamos en el cayado de la fe. En la confianza de que, Dios, ha venido para quedarse junto a nosotros. Sólo es cuestión de abrirle el corazón y acogerlo como ellos. Hoy, en el pesebre, hay lugar para todos, para ti y para mí…para todo aquel que, sintiéndose tocado por el Misterio de la  Navidad, se asombra ante la estrella, expresa su alegría con los villancicos, hace efectiva su fraternidad por la caridad con los demás o se arrodilla ante un Niño que nos trae una gran noticia: ¡DIOS ES AMOR!
¡Has llegado, Señor! ¡Bienvenido a este pobre pesebre que es el mundo QUE TANTO TE NECESITA!  ¡FELIZ NAVIDAD!