ESCUCHA al Señor que viene con MARIA

Adviento, tiempo mariano. Tiempo para amasar en el corazón los proyectos de
Dios que aguardan un «Hágase» pleno consciente, fiable.

Tiempo para acunar esperas y escuchar latidos. Si algo hace María, en el
Adviento, es escuchar desde dentro y hacia dentro el hijo que va formándose
y que será Emmanuel.

Y en la ilusión del hijo que espera, María descubre el «griterío» de tantos y
tantos que ansían un Salvador, o que se brindan a ser cuna o pesebre para su
nacimiento hoy… entre los pequeños.

María no vive ensimismada, ni aturdida. María «está atenta»… ¡está! Y mira,
y escucha, y acoge, y anima, y encamina.