Zaqueo

15 noviembre 2011
Del evangelio según san Lucas 19: ZAQUEO


En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús, pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo:
"Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa".
El bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido".



Jericó era una ciudad fronteriza que se encontraba en la frontera oriental de Judá y colindaba con los idumeos de Transjordania. Jesús va de viaje hacia Jerusalén (está a unos 30 km), había curado allí al ciego y ahora decidió hospedarse en casa de Zaqueo, un rico con mala fama. Los prejuicios no detuvieron su visión más profunda de este hombre bajito que por curiosidad buscaba verle. La cercanía y confianza en el corazón grande que Zaqueo escondía tras su "baja estatura" (física y moral) le hicieron arriesgarse a ir a compartir una comida y alojamiento con él. Arriesgándose y pasando por encima de  las murmuraciones ganó a esta "oveja perdida" que consciente de que Jesús es el mayor valor, supo cambiar sus bienes, compartir con los pobres y emprender una nueva vida. Siempre hay una nueva oportunidad. Nadie es una causa perdida para Dios, basta "bajar de donde uno se haya subido" y acoger a Jesús de corazón, el resto viene de consecuencia para no perderle a él y seguirle. Cuando alguien apuesta y se la juega por ti, comprendes que la única manera de corresponder es haciendo lo mismo por Él.