20 febrero 2012, lunes. VII semana Tiempo ordinario

DE LA PALABRA DEL DIA
"¿Si puedo? Todo es posible para el que cree". Marcos 9,23

¿Cómo vivir esta Palabra?
La fe es necesaria para conocer a Dios y Dios mismo la ofrece como don a todos, sólo es necesario pedirla. Quien desea la fe, quien siente tener necesidad de ayuda de Aquel  que lo puede todo,  ese tiene ya un mínimo de fe.

En el Evangelio de hoy, el padre del muchacho enfermo (en aquella cultura cada enfermedad era un demonio), reconoce sus limitaciones, pero tiene fe suficiente  para suplicar: “ayuda mi falta de fe”. El padre estaba angustiado  por su hijo, pero Jesús tenía a los dos en el corazón, por ello  el padre recibe el aumento de su fe mientras que el hijo se ve libre de su mal.

El espíritu del mutismo que atormentaba al muchacho  manifiesta  hasta donde la sordera en las relaciones con Dios puede llevar a una persona a no oír la palabra de Dios y a no sentir ya el amor del Padre. Encerrado en su egoísmo, el sordo ya no escucha y  permanece en el pecado, abusando de su libertad, por una autonomía  falsa  y engañosa, mientras el Padre no deja hablarle y de amarlo.

En mi pausa contemplativa de hoy,  repetiré en mi corazón:
Todo es posible para el que cree ¡Señor,  ayuda mi incredulidad!

La voz de un político de hoy
La fe responde al deseo humano más fundamental, irrepetible, “irreprimible” de hacer el bien, de ser mejor, de pensar y obras más allá de los límites de los  egoísmos humanos.
                       
                                                                                                                        Tony Blair